La sonrisa imborrable de Elena de Borb¨®n a los 55 a?os
La hermana mayor del rey Felipe es la m¨¢s cercana a su padre, a quien ha acompa?ado en m¨²ltiples ocasiones este ¨²ltimo a?o en el que sus dos hijos, Felipe Froil¨¢n y Victoria Federica se muestran m¨¢s centrados que nunca
Si Elena de Borb¨®n hubiera nacido en el siglo XXI su vida hubiese sido radicalmente distinta, pero Elena Mar¨ªa Isabel Dominica de Silos naci¨® el 20 de diciembre de 1963 en Madrid y, a pesar de ser la primog¨¦nita del entonces pr¨ªncipe Juan Carlos, nadie pens¨® siquiera que pudiera optar a heredera de un reinado que en ese momento ¨Ccon el dictador Franco en el poder¨C todav¨ªa resultaba incierto y lejano. Estudi¨® magisterio, trabaj¨® durante un tiempo como profesora de ingl¨¦s en el mismo colegio en el que estudi¨® ¨CSanta Mar¨ªa del Camino¨C y con la Pragm¨¢tica Sanci¨®n vigente y un hermano var¨®n en la familia, su vida transcurri¨® durante a?os dentro de la familia real, pero sin el peso ni la obligaci¨®n de sentirse sucesora de una corona.
Durante su juventud muchos de sus d¨ªas transcurrieron entre sus estudios y los centros h¨ªpicos, un deporte que practica y que sigue formando parte de sus aficiones. En ese ambiente surgi¨® su primer amor con el jinete Luis Astolfi, una relaci¨®n que nunca fue oficial pero que tambi¨¦n era un secreto a voces. Despu¨¦s, si los hubo, sus novios fueron discretos hasta que Jaime de Marichalar, hijo de los condes de Ripalda, se cruz¨® en su camino y lleg¨® la primera boda real que Espa?a conoc¨ªa en d¨¦cadas. El enlace de la infanta y el discreto trabajador de banca se celebr¨® en el Altar Mayor de la catedral de Sevilla y a partir de entonces los novios cambiaron de registro. Ella transform¨® su imagen y se convirti¨® en glamurosa referencia de estilo gracias ¨Cseg¨²n afirmaban los conocedores de la pareja¨C a los buenos consejos de su flamante marido. Y ¨¦l conoci¨® los consejos del mundo de las fundaciones, las entidades financieras y las grandes empresas, adem¨¢s de frecuentar la amistad y los desfiles de las grandes firmas de moda internacional.
El matrimonio dur¨® desde 1995 hasta 2007, cuando se hizo evidente que ni siquiera la sangre real otorgaba m¨¢s paciencia de la necesaria para mantener un matrimonio que hac¨ªa aguas. El eufem¨ªstico t¨¦rmino ¡°cese temporal de la convivencia¡±, dio a entender a todo el mundo que aquello se hab¨ªa acabado y que empezaba una nueva etapa para la infanta Elena y los dos hijos que tuvo con Jaime de Marichalar, Felipe Froil¨¢n y Victoria Federica. Ella cambi¨® de residencia y sigui¨® representando a la Familia Real cuando la llamaban. A¨²n quedaba otro gran cambio, al menos de cara a salvar la parte de la instituci¨®n a la que pertenece. Porque para paliar el esc¨¢ndalo protagonizado por las actividades de I?aki Urdangarin, marido de su hermana Cristina, en prisi¨®n desde el pasado 18 de junio, baj¨® el ritmo de su presencia en actos institucionales. Una forma de hacer ver que la medida entraba dentro de la normalidad y no solo afectaba a la infanta Cristina. Con o sin caso No¨®s de por medio, ambas hermanas dejaron de formar parte de la Familia Real en 2008, cuando el rey Juan Carlos abdic¨® en favor de su hijo Felipe VI.
La vida actual de la infanta Elena, que ahora es solo familia del Rey, transcurre m¨¢s tranquila que nunca. Vive en una casa amplia en el barrio del Ni?o Jes¨²s de Madrid, muy pr¨®xima al parque de El Retiro. Contin¨²a trabajando como directora de Proyecto Sociales y Culturales, con un sueldo que se dijo rozaba los 200.000 euros anuales y nadie ha desmentido en estos a?os, y de vez en cuando su hermano sigue contando con ella para actos puntuales que son remunerados a la pieza, porque su estatus actual no cuenta con asignaci¨®n fija.
Que se haya sabido no ha vuelto a tener una pareja conocida, pero Elena, cumplidos este jueves los 55 a?os parece liberada de m¨¢s de una liana invisible que anta?o la presentaba r¨ªgida y distante. Su ¨²ltimo a?o ha transcurrido dedicada a su trabajo, a sus hijos con los que mantiene una relaci¨®n excelente y comparte aficiones como los toros, la gastronom¨ªa y la equitaci¨®n, y como compa?era de muchas de las actividades l¨²dicas a las que acude su padre el rey Juan Carlos. Ambos mantienen una complicidad especial porque, a pesar de la imagen que la acompa?¨® durante a?os de cara a la opini¨®n p¨²blica, quienes la conocen de cerca afirman que comparte su car¨¢cter campechano.
Sigue siendo discreta, afirman que es muy sincera y no ha tenido ning¨²n inconveniente en demostrar su espa?olismo haciendo alarde de la bandera espa?ola en su balc¨®n, en el retrovisor de su coche, en la mu?eca, en los sombreros que utiliza e incluso en las gafas de sol o en los pendientes. La serenidad de los a?os o de su vida actual se le notan en la sonrisa eterna que le acompa?a. Los tiempos de su divorcio, que lleg¨® en noviembre de 2009, han quedado atr¨¢s y sus hijos, de 20 y 18 a?os, parecen m¨¢s centrados que nunca. Conocidos son los conflictos que como madre ha debido pasar por la escasa aplicaci¨®n acad¨¦mica de Felipe Froil¨¢n ¨Cque desde el a?o pasado ha vuelto a Espa?a por empe?o propio y estudia Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas en un centro privado de Madrid¨C y su afici¨®n a la diversi¨®n nocturna. Hechos que le han generado cr¨ªticas en varias ocasiones sin que haya llegado la sangre al r¨ªo por tratarse de un adolescente en efervescencia y porque casi nadie puede olvidar alguna de las im¨¢genes de ni?o travieso que regal¨® durante su infancia.
Victoria Federica es ya tambi¨¦n una universitaria, tiene un car¨¢cter m¨¢s tranquilo que su hermano y reh¨²ye ser noticia porque es ante todo discreta. Los toros y la m¨²sica son algunas de sus aficiones conocidas y de ese mundo parece haber partido su primer amor de juventud: el torero Gonzalo Caballero. Una relaci¨®n nunca confirmada, pero s¨ª intuida por la complicidad que se ha visto entre ellos en distintas im¨¢genes en las que han aparecido juntos.
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