Somos morbosos

NOS INTERESA este Pap¨¢ Noel, nos interesa la calle que cruza, nos interesan los coches aparcados, las luces encendidas, los grafitis, los aparatos del aire acondicionado. Nos interesa la noche. La noche oscura del alma, a?adir¨ªamos, que se cierne sobre el personaje solitario y sobre nosotros tambi¨¦n, sus turbados espectadores, que podr¨ªamos formar parte del cuadro, que quiz¨¢ acabamos de desaparecer por el punto de fuga de la perspectiva lineal obtenida por el fot¨®grafo. ¡°Oh, qu¨¦ dulce cosa es la perspectiva¡±, exclamaba Paolo Uccello hace ya cinco o seis siglos, no s¨¦, y todav¨ªa la frase conserva su vigencia porque la perspectiva, como aquella bebida energ¨¦tica del anuncio, nos da alas, nos se?ala un horizonte, nos permite imaginar que quiz¨¢s a la vuelta de la esquina, en vez de un atracador, haya un ¨¢ngel que nos gu¨ªe hacia la felicidad, a, a, a, a.

Nos interesa este Pap¨¢ Noel, dec¨ªamos, porque somos morbosos y nos recreamos en las im¨¢genes de la derrota. He aqu¨ª un hombre hecho polvo que seguramente vuelve de unos grandes almacenes donde ha procurado un rato de felicidad a los ni?os (y ni?as) que se han sentado en sus rodillas. Hay jornadas laborales que agotan, sobre todo si el trabajo consiste en regalar una dicha de la que careces. No sabemos si Pap¨¢ Noel es feliz, no da la impresi¨®n, pero es desde luego un hombre de orden, pues incluso con la calle vac¨ªa utiliza el paso de cebra para atravesarla. ?bamos a decir algo tambi¨¦n de la maleta, pero es tan triste esa maleta y a?ade al conjunto tales cantidades de desamparo que quiz¨¢ sea mejor dejarlo aqu¨ª. Feliz 2019.