El DNI de los espa?oles y la merluza a la vasca
All¨ª donde no se ha instalado la tregua navide?a, entras a comprar lo que sea y en vez despedirte con un ¡°felices fiestas¡± te sale un ¡°y no te pongas chulo que te puede caer a ti tambi¨¦n¡±
Se hac¨ªa eco este peri¨®dico el pasado mi¨¦rcoles de una lamentable escena acaecida en un comercio de Madrid. Una mujer ten¨ªa una bronca con el dependiente y le se?alaba ¡ªliteralmente, porque usaba el dedo ¨ªndice¡ª que ¨¦l no era espa?ol. Adem¨¢s, le amenazaba con quitarle el DNI porque, Santa Rita, Rita, ¡°los DNI y los pasaportes, igual que se dan, se quitan¡±. Las im¨¢genes fueron grabadas por el dependiente y difundidas por una ONG contra el racismo. Como pol¨ªticos y organizaciones ya se han pronunciado sobre el asunto, tal vez merezca la pena acentuar sobre varios detalles y una peque?a reflexi¨®n.
No est¨¢ claro qu¨¦ origina la discusi¨®n, pero da igual, porque el tema acaba tratando sobre la espa?olidad del otro. Esto es muy nuestro. La falta de contexto no permite saber si la mujer es as¨ª siempre o se trata de un calentamiento previo a la cena de Nochebuena o Nochevieja. En el Pa¨ªs Vasco descubrieron hace mucho ¡ªen algunos casos, por desgraciadas razones¡ª que lo ideal en la mesa es hablar de la merluza. A la vasca. Pero all¨ª donde no se ha instalado la tregua navide?a, entras a comprar lo que sea y en vez despedirte con un ¡°felices fiestas¡± te sale un ¡°y no te pongas chulo que te puede caer a ti tambi¨¦n¡±.
En segundo lugar, la mujer suelta una barbaridad sobre los requisitos para ser espa?ol y se acoge ¡°al ordenamiento jur¨ªdico que hay que conocer¡±. Obviamente, ella no lo conoce, pero lo invoca. Esto tambi¨¦n es muy nuestro y muy de cena con la familia. Finalmente, el dependiente es capaz de replicar a una persona que trata de humillarlo y a la vez lo graba con su m¨®vil. Como es un hombre, solo puede tratarse de un millenial.
Convendr¨ªa recordar algo sobre lo espa?ol antes de sacar la m¨¢quina de repartir carnets. Puestos a elegir entre un espa?ol ¡ªen este caso, espa?ola¡ª que no ha elegido su pa¨ªs, que amenaza y que se inventa las leyes solo para tener raz¨®n, y uno que a la humillaci¨®n responde con calma y que ha elegido nuestro pa¨ªs y lo reclama, quien escribe se queda con el segundo. Tan espa?ol como la primera. Por cierto, la merluza est¨¢ estupenda.
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