El mejor mundo posible... por ahora
La idea de la reducci¨®n de la violencia se somete a la prueba del telediario
El profesor de Harvard Steven Pinker se ha convertido en el gur¨² de una l¨ªnea de pensamiento panglosiana que, sin llegar a sostener que vivimos en el mejor de los mundos posibles, argumenta que vivimos en el mejor de cuantos ha habido a lo largo de la historia. Con libros como Los ¨¢ngeles que llevamos dentro o el reciente En defensa de la ilustraci¨®n (ambos en Paid¨®s) ha logrado una legi¨®n de adeptos a su teor¨ªa de que la violencia ha ido decreciendo a lo largo de la historia, mientras se multiplica el progreso.
Incluso para los convencidos, sus teor¨ªas se someten cada d¨ªa a la dura prueba del telediario. A finales de 2018, se publicaron las listas de los conflictos que pueden te?ir de sangre este a?o y Yemen encabeza las del Internacional Crisis Group y Naciones Unidas. En este pa¨ªs millones de personas se encuentran en peligro de hambruna por una guerra desatada por Arabia Saud¨ª (y apoyada con armas con Occidente).
Conoc¨ªamos la crueldad del arquitecto de este conflicto, Mohamed bin Salm¨¢n, pr¨ªncipe heredero del Reino del Desierto, que se comporta como un asesino de Juego de tronos (orden¨® el descuartizamiento del periodista Jamal Khashoggi). Ahora adem¨¢s conocemos su cobard¨ªa: una investigaci¨®n reciente de The New York Times revel¨® que los militares saud¨ªes ni se acercan al frente, sino que dan ¨®rdenes por radio a los que combaten, soldados reclutados en Yemen por una miseria, muchos de ellos ni?os. Adem¨¢s, uno de los motivos por los que se han producido tantas v¨ªctimas civiles es que los pilotos vuelan muy alto para no ponerse en peligro y por eso rara vez aciertan en sus objetivos.
Lo que revelan estas atrocidades, y tantas otras, es que la humanidad puede ser mejor, pero los seres humanos siguen siendo los mismos de forma individual. Podemos haber reducido la crueldad como especie, pero cada generaci¨®n produce sus monstruos. El telediario tambi¨¦n ofrece otra fuente de dudas ante Pinker: en las mismas listas aparecen Nicaragua y Venezuela como fuentes de crisis humanitarias en 2019. Si algo simbolizan estos pa¨ªses es que en manos de dictadores incapaces todo el progreso alcanzado durante d¨¦cadas se puede revertir. Seguramente Pinker tenga raz¨®n, pero la actualidad nos demuestra que es un error dar por garantizado que la tendr¨¢ siempre.
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