Estampas de A?o Nuevo
Recordemos que la mam¨¢ de Carlota Casiraghi tambi¨¦n vivi¨® en una monta?a rusa del amor y su t¨ªa Estefan¨ªa, en una cordillera
Estamos un pel¨ªn preocupados por Carlota Casiraghi. Nos apena que haya roto con su ¨²ltimo novio y padre de su segundo hijo. Recordemos que su mam¨¢ tambi¨¦n vivi¨® en una monta?a rusa del amor y su t¨ªa Estefan¨ªa, en una cordillera. Pero en ellas se ha ejercido cierto micromachismo sin reconocerlo. Lo primero que hacemos es criticarlas por lo que les sucede porque son mujeres, aparte de princesas, guapas y ricas. Puede ser que son esos hombres que eligen lo que est¨¢ mal. Malas elecciones encadenadas. Y ante las cr¨ªticas por esas malas elecciones, sugiero que pensemos que ellos se acercan, se ponen a tiro y ellas, por fascinantes que puedan ser, no tienen un gran campo de elecci¨®n. M¨®naco, aparte de caro y m¨ªnimo, es herm¨¦tico. Y Carlota debe ser tan inteligente como ¡°complicada¡± para un caballero. Una vez pas¨® cerca de m¨ª en la exposici¨®n de Cartier en el Museo Thyssen. Mir¨® a los ojos y sonri¨® con arrollador encanto. ¡°Encantado¡±, dije, y ella sin dejar de mirarme respondi¨®: ¡°Yo tambi¨¦n¡±.
Hay que proteger a Carlota igual que debemos proteger los oc¨¦anos de los micropl¨¢sticos. Decid¨ª reunir unos amigos para recibir el A?o Nuevo, una decisi¨®n que tuvo que pasar por el v¨ªa crucis de encajar en las agendas de todas y todos, incluyendo esos amigos que ponen en remojo tu fiesta en la espera de mejores invitaciones. Hay que aceptarlo, es ley de vida social. Despu¨¦s, los que acuden te regalan buenos momentos. Como el de ver a Anne Igartiburu dar las campanadas un Fin de A?o m¨¢s, vestida con un Lorenzo Caprile que homenajeaba el clavel y con el propio Lorenzo Caprile a mi lado, sosteniendo un cuenco con doce uvas. ¡°Lorenzo, es maravilloso¡±, le coment¨¦ por su traje (y lo bien que lo llevaba Anne), ¨¦l lo miro un instante, al bies, en nuestro televisor de hace veinte a?os (casi los mismos que lleva Igartiburu dando las uvas), haciendo un fugaz repaso t¨¦cnico y musit¨®: ¡°Garofano, as¨ª se llama, que es clavel en italiano¡±. Y acto seguido, sigui¨® la conversaci¨®n con mis sobrinas, tranquilo, como si el vestido fuera de otra persona. Una de las cosas que me pido para este a?o es tener esa misma capacidad de distanciarme de lo que hago. Al d¨ªa siguiente, Lorenzo envi¨® a casa un espl¨¦ndido ramo de claveles bellos y rojos.
Antes de la separaci¨®n de Carlota, el gran tema ha sido el robo de las joyas de Mar¨ªa Teresa de Luxemburgo, que es de origen cubano. Sucedi¨® en enero pasado pero no fue hasta diciembre del 2018 que la polic¨ªa luxemburguesa detuvo e interrog¨® al principal sospechoso del hurto, el maquillador de la Gran Duquesa. Fue visto huyendo del lugar del crimen en bicicleta antes de embarcar en una lancha y escapar por el r¨ªo. Un maquillador, presunto ladr¨®n de joyas y adem¨¢s con conciencia ecol¨®gica es el tipo de cosas que encienden un fin de a?o. Adem¨¢s, JV ¡ªlas iniciales aportadas por la polic¨ªa¡ª tambi¨¦n era el maquillador de cabecera de la reina Matilde de B¨¦lgica y ella lo recomend¨® a Mar¨ªa Teresa. Como en Los Tres Mosqueteros, un l¨ªo de reinas, joyas y maquilladores que han dado pie a muchas especulaciones pero que nos ha permitido descubrir que para Mar¨ªa Teresa de Luxemburgo, el pa¨ªs con mayor renta per c¨¢pita del mundo, lo m¨¢s importante en su vida es la lucha contra la pobreza. ?Evidentemente, contra la pobreza mundial porque la de Luxemburgo est¨¢ bastante paliada! Es una ilusi¨®n muy romanticona pero el robo de sus joyas, en uno de esos giros inesperados t¨ªpicos de estas historias folletinescas, tendr¨ªa un final feliz si con su rescate va a parar todo a las arcas de su fundaci¨®n para acabar con el hambre que hay fuera de las diminutas y acaudaladas fronteras del Gran Ducado.
Por supuesto, la prensa luxemburguesa est¨¢ amordazada en este tema. Todo se sabe a trav¨¦s de las prensas francesa y belga y por un amigo m¨ªo que contact¨® con su t¨ªa Vilma que vive en Luxemburgo ¡°para sentir lo que pasa en la calle¡±. Ella respondi¨® con que hay impuesta ley de silencio pero sugiri¨® la nueva p¨¢gina web de Mar¨ªa Teresa, ilustrada con un magn¨ªfico primer plano de ella, con cachemires car¨ªsimos y nada de joyas, claro. Volvemos a lo mismo, no es f¨¢cil ser gran duquesa ni peque?a princesa. Ni tampoco es f¨¢cil salir de la pobreza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.