El barco fantasma
Me imagino al 'Sea Cloud' alzando velas para seguir paseando por los mares, hasta el fin de los siglos, el f¨¦retro del General¨ªsimo Rafael Le¨®nidas Trujillo, dictador perpetuo
El velero de cuatro palos amanece anclado en las quietas aguas de la bah¨ªa de San Juan del Sur, y los fuertes vientos de finales de diciembre lo hacen girar desde el costado de estribor hasta dejarlo de proa a la costa. Es el Sea Cloud, un buque para cruceros de lujo que puede alojar a sesenta pasajeros.
OTROS ART?CULOS DEL AUTOR
¡°Una leyenda rom¨¢ntica¡±, con sus camarotes que conservan el estuco historiado en las paredes, los muebles de teca, sus ricos tapices, ba?os y chimeneas de m¨¢rmol, y las llaves de los grifos de oro puro. La lista de pasajeros es un secreto bien guardado, y hay entre ellos ¡°poderosos empresarios y altos directivos de multinacionales¡±.
Cuando llega la noche de despedida de a?o, el Sea Cloud parece arder con toda su arboladura encendida con ristras luces, pero el viento no trae m¨²sica de fiesta, aunque en un tiempo fue un cabaret flotante, cuando se llamaba Angelita.
Fue botado en Bremen en 1931, encargo del magnate financiero Edward Hutton y su c¨®nyuge Marjorie Post, due?a de General Foods y emperadora del cornflake. El presidente Franklin Delano Roosevelt y su esposa Eleonora pasaron all¨ª su luna de miel. Su primer nombre fue Hussar V, con 110 metros de eslora, el yate m¨¢s grande del mundo para entonces.
Su primer nombre fue Hussar V, con 110 metros de eslora, el yate m¨¢s grande del mundo para entonces
En 1955 lo compr¨® el General¨ªsimo Rafael Le¨®nidas Trujillo, presidente vitalicio de la Rep¨²blica Dominicana, Padre de la Patria Nueva, Primer Anticomunista de Am¨¦rica, entre sus m¨¢s de veinte t¨ªtulos oficiales. Se propuso ¨¦l mismo para premio Nobel de la Paz, pero con nula fortuna.
El velero lleg¨® a puerto en Ciudad Trujillo al tiempo de celebrarse la "Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre", montada para conmemorar sus 25 a?os en el poder, y lo bautiz¨® con el nombre de su hija Angelita, quien fue coronada reina de la feria en medio del calor infernal del Caribe vistiendo un abrigo hecho de 600 pieles de armi?o ruso que val¨ªa 80.000 d¨®lares.
Quien m¨¢s disfrutaba del barco era, sin embargo, Ramfis, el primog¨¦nito, quien figuraba a la cabeza de ¡°La Cofrad¨ªa¡± un grupo de alegres disolutos del que formaba parte su cu?ado Porfirio Rubirosa, el m¨¢s famoso playboy internacional de aquel tiempo, casado con Flor de Oro Trujillo, otra de las hijas del Palad¨ªn de la Libertad.
Las fiestas hasta el amanecer eran continuas, con el velero anclado o en traves¨ªa. Se alternaban las orquestas rom¨¢nticas y las que tocaban merengues ripiaos, y no eran raro ver en ellas a Yul Brynner, Kim Novak o Zsa Zsa Gabor. Algunas veces comparec¨ªa el propio Salvador de la Dignidad Nacional, y hay quien atestigua haberlo visto pasearse en cueros por la cubierta, deseoso de mostrar sus atributos masculinos.
El Campe¨®n de la Democracia Continental fue matado a tiros en 1961, y Ramfis carg¨® el ata¨²d en el velero
No faltaba Radam¨¦s, hermano menor de Ramfis, bautizados ambos con nombres de personajes de Aida de Verdi; tampoco otros miembros de aquella fauna que buscaba blanquearse la piel porque les horrorizaba el color atezado que los denunciaba como mulatos: los hermanos del Protector de Todos los Obreros, H¨¦ctor Bienvenido, alias Negro (para su mala fortuna), o Amable Romeo, alias Pip¨ª, patr¨®n de burdeles, los que s¨®lo pod¨ªan funcionar al amparo de la ¡°tarjeta de Pip¨ª¡± que ¨¦l extend¨ªa.
El Campe¨®n de la Democracia Continental fue matado a tiros en 1961, y Ramfis carg¨® el ata¨²d en el velero, e igual hizo subir a bordo numerosos cajones llenos de billetes, tras saquear el Banco Central. Partieron rumbo a Cannes, pero cerca de las Azores el barco fue interceptado por la marina de Portugal, y obligado a regresar al puerto de origen con su carga, cad¨¢ver y dinero.
La inmensa fortuna familiar conseguida en base a robos, estafas y desmanes de poder se disip¨® para siempre. Ramfis muri¨® en un accidente de autom¨®vil en Espa?a, conduciendo un Ferrari; Rubirosa muri¨® en Par¨ªs, cuando choc¨® al volante de otro Ferrari; a Radam¨¦s le pasaron la cuenta sicarios del narcotr¨¢fico en Colombia. Amable Romeo, Pipi, vio desaparecer su imperio de burdeles y muri¨® a?orando sus gallos de pelea en Miami. Angelita tiene una estaci¨®n de gasolina en Miami y predica en las esquinas la llegada del Reino.
Cuando me asomo a la bah¨ªa la ma?ana del 2 de enero, el Sea Cloud ha desaparecido del paisaje. Un barco fantasma, me digo, que llega a las costas de Nicaragua cada fin de a?o y me lo imagino alzando velas para seguir paseando por los mares, hasta el fin de los siglos, el f¨¦retro del General¨ªsimo Rafael Le¨®nidas Trujillo, dictador perpetuo.
?Sergio Ram¨ªrez es escritor y Premio Cervantes 2017.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.