La vida del m¨²sico al que adoran los cr¨ªticos es un drama
Su hija se muri¨® d¨ªas despu¨¦s de nacer, tuvo que cuidar a su madre tras una par¨¢lisis cerebral, tiene problemas con el alcohol... El ingl¨¦s Joe Talbot es el l¨ªder de Idles, el grupo al que los especialistas no paran de alabar
Suele resultar pesado cuando alguien da lecciones de vida. Pero si con 33 a?os se te ha muerto una hija al nacer, has cuidado de tu madre la mitad de tu existencia tras quedar ella impedida por un derrame cerebral y has tenido problemas con el alcohol, tal vez sea conveniente escuchar con atenci¨®n. ¡°Antes mi pareja me contaba un problema y yo intentaba arreglarlo. Ahora he aprendido a cerrar la puta boca y escuchar¡±, cuenta Joe Talbot, l¨ªder de Idles. Pocos grupos reciben tantos parabienes por parte de los cr¨ªticos.?
¡°Cuando yo le contaba a alguien que estaba cabreado con mi madre por ser una alcoh¨®lica, es probable que esa persona me juzgara. Est¨¢ bien. Lo que me importaba de verdad era que me escuchara, que estuviera callada¡±. Chuck Palahniuk, autor de El club de la lucha, admit¨ªa al presentador Joe Rogan que era mala persona porque en alg¨²n momento hab¨ªa deseado que su madre dejara de existir. ¡°Yo tambi¨¦n he tenido ese sentimiento. Me enfadaba con mi madre y la culpaba, pero porque la quer¨ªa. Si no no habr¨ªa estado todo este tiempo a su lado. Chuck no es mala persona por eso¡±. La madre de Talbot muri¨® en 2017 y con sus cenizas se fabric¨®, literal, una edici¨®n especial de 100 vinilos de su primer largo, Brutalism, para simbolizar la importancia de su progenitora.
Idles ha publicado su segundo ¨¢lbum, Joy as an act of resistance (PIAS), un disco en el que se abordan temas como la inmigraci¨®n, el Brexit, la identidad de su pa¨ªs o la masculinidad, pero con un aire burl¨®n, c¨®mico en ocasiones. Talbot ha pasado demasiado tiempo enfadado y ensimismado. ¡°Hay algo relacionado con la masculinidad que te hace mantenerte callado. No quieres convertirte en una carga¡±.
¡°Cuando yo le contaba a alguien que estaba cabreado con mi madre por ser una alcoh¨®lica, es probable que esa persona me juzgara. Lo que me importaba de verdad era que me escuchara, que estuviera callada¡±
El vocalista cuenta que el libro The descent of man (Descenso del hombre), de Grayson Perry, le ayud¨® a darse cuenta de que todo lo que implicaba era t¨®xico. ¡°No tiene nada bueno. La manera en la que se comporta la gente no deber¨ªa estar condicionada por su g¨¦nero¡±. En Samaritans, Talbot canta: ¡°[La masculinidad] es por lo que no ves a tu padre llorar¡±. ¡°Yo no puedo esperar que el m¨ªo, que tiene 65 a?os, cambie. No podemos atacar a la generaci¨®n anterior, tenemos que ense?arles a trav¨¦s de ejemplos¡±, explica este hombre que antes de meterse en el estudio a grabar el disco limpiaba culos de adultos enfermos. ¡°No pido perd¨®n por ser hombre ni por pertenecer a la clase media ni por haber tenido una buena educaci¨®n o una buena casa. Solo quiero utilizar estos privilegios para mejorar la vida de mi gente y con suerte, a trav¨¦s de los impuestos, la de mi pa¨ªs¡±.
Tras girar sin tregua durante 2018 y con 53 conciertos programados para este a?o, Talbot estaba deseando volver a casa para descansar e intentar dejar de beber otra vez. Pero nada que ver con esas chorradas de dry January (enero seco) o October sober (octubre sobrio). ¡°Me tir¨¦ siete u ocho meses sin probar ni gota, pero he vuelto. Estar de gira es muy duro¡±. Talbot vive con su pareja en Bristol, una ciudad de medio mill¨®n de habitantes en el suroeste de Inglaterra. ¡°Tiene su propia identidad. En Londres, en cambio, es dif¨ªcil tener sentimiento de pertenencia. La capital es para gente rica. Bristol es mejor si eres pobre. Los ciudadanos tienen menos ansiedad, son m¨¢s felices¡±.
En Bristol se origin¨® el trip hop a principios de los noventa con bandas como Massive Attack o Portishead y tambi¨¦n es la casa de Banksy, el artista callejero an¨®nimo m¨¢s popular. Pero esta ciudad que linda con Gales tambi¨¦n es conocida por su puerto, al que arribaban esclavos procedentes de ?frica con destino el Caribe en el siglo XVII. Trescientos a?os despu¨¦s, en esta urbe pr¨®spera y multicultural, el 61,8 % de los votantes eligieron permanecer en la UE, una de las cifras m¨¢s altas de Inglaterra. ¡°Aquellos que ped¨ªan el voto a favor del Brexit no pudieron explicarlo ni durante la campa?a ni despu¨¦s. Es est¨²pido. Cuando se tiene miedo se toman decisiones peligrosas. Mucha gente trabajadora vot¨® irse de la Uni¨®n Europea porque quer¨ªan un cambio. Estaban hartos de los recortes. La austeridad es algo repugnante¡±. Talbot concluye sin sorna: ¡°A pesar de todo esto hay esperanza. El socialismo coger¨¢ carrerilla de nuevo¡±.
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