Cambios en la comunicaci¨®n
Por m¨¢s elegante que sea la tecnolog¨ªa, los deseos siempre desnudan tanto a un rey como al m¨¢s millonario

Estamos muy atentos a c¨®mo se desarrolla el divorcio de Jeff Bezos, uno de los reyes de la tecnolog¨ªa y el hombre m¨¢s rico del mundo por ser el fundador de Amazon.?Bezos anunci¨® su divorcio a trav¨¦s de un comunicado en Twitter que estaba redactado con la sofisticaci¨®n que ofrece la neuro oratoria. Ninguna palabra sobraba ni resultaba altisonante. Era optimista y laudatorio para su ahora exesposa. Bezos sabe todo lo que se compra, comunica y vende en las redes gracias a su empresa, que tambi¨¦n produce pel¨ªculas y vende comida org¨¢nica. El comunicado optimiz¨® la empat¨ªa antes que la tristeza o el esc¨¢ndalo que siempre asociamos ante un divorcio de esta escala. Calculado, como todo lo tecnol¨®gico, para desviar cualquier crisis que pudiera afectar a Amazon. Aunque no consigui¨® evitar que inmediatamente despu¨¦s, la prensa rosa tradicional publicara las fotos de su nuevo amor, una latina sexy con cuerpo de ¡°voy a triturar tu matrimonio¡±. Eso no cambia: por m¨¢s elegante que sea la tecnolog¨ªa, los deseos siempre desnudan tanto a un rey como al m¨¢s millonario.
Sin duda hay que apuntarse a lo de comunicar a trav¨¦s de las redes sociales, si todo debe estar expuesto, mejor que lo expongas t¨² mismo. El mi¨¦rcoles viajaba junto a?Tamara Falc¨® y su perrita Jacinta en tren de regreso a Madrid, cuando su m¨®vil enloqueci¨®. La bombardeaban con mensajes como ¡°Tamara first lady¡±. ¡°Tamara presidenta¡±. Susana Uribarri, que habl¨® en italiano casi todo el trayecto, se vio obligada a ejercer de representante investigadora para desentra?ar qu¨¦ originaba esos mensajes. Susana detect¨® que Lecturas hab¨ªa publicado que Tamara estaba ¡°muerta de amor por? Albert Rivera¡±, el candidato de Ciudadanos que esta semana comunic¨®, de manera mas clasicorra que Bezos, es decir, sin explicarlo mucho, que hab¨ªa terminado su noviazgo.
Rivera y Falc¨® tienen casi la misma edad y, siempre seg¨²n la nota de Pilar Eyre, Tamara se habr¨ªa enamorado del candidato en la cena que le habr¨ªan ofrecido en la casa de su madre, Isabel Preysler. Tamara me mir¨® fijamente. ¡°Yo no fui a esa cena¡±, empez¨®. ¡°Y me parece absurdo eso de que yo me muera por Albert. ?Por qu¨¦ no puede ser lo contrario, que el titular diga que es ¨¦l quien se desvive por m¨ª?.¡± Mir¨® un momento por la ventana hacia la noche helada y continu¨®. ¡°?T¨² no dir¨ªas que es micromachismo? Siempre tiene que ser la chica la que est¨¢ en condici¨®n inferior?¡±.

No me dio tiempo a responder porque encendi¨® su m¨®vil y empez¨® un comunicado mediante un Instastory subrayando que no hab¨ªa estado en la cena mencionada. Cuando termin¨® me mir¨® casi divertida. ¡°Me fastidia que ahora no podr¨¦ ir a sus m¨ªtines porque no me dejar¨¢n en paz¡±. Le di la raz¨®n y tambi¨¦n los fot¨®grafos que la esperaban a la salida de la estaci¨®n y que me miraron con indiferencia y sin levantar sus c¨¢maras al ver que ella no me acompa?aba. Tamara hab¨ªa escapado por otra puerta, burlando a la prensa que la persegu¨ªa.
La persecuci¨®n m¨¢s intensa es la tecnol¨®gica. Est¨¢ en todas partes. Tanto en?la confesi¨®n de Kiko Rivera sobre sus adicciones debidas a su estilo de vida como DJ tecno como en las grabaciones del excomisario Villarejo. Esa noche mi marido opt¨® por ver un nuevo episodio de Black Mirror, la perturbadora serie que nos enfrenta a los peligros de la sociedad tecnol¨®gica. Yo prefer¨ª disfrutar de la cuarta entrega de los castings a ciegas de?La Voz porque pertenezco a la plataforma defensora de los estilismos y estrategias de?Paulina Rubio en televisi¨®n. Esa noche llevaba el mismo tono de rosa en los p¨¢rpados y en los labios. Aprovechaba cada pausa en su discurso para aumentar esa tensi¨®n esc¨¦nica que ninguno de sus compa?eros jueces puede repetir. Engancha y, como si fuera un GPS, te lleva por donde ella quiere. Y pese a la ferocidad con la que sus compa?eros ¡ªes la ¨²nica mujer en el jurado¡ª le arrebatan candidatos y lanzan proclamas populistas, Paulina no se exaspera y, exactamente igual que Bezos o Macron, comunica con voz firme y quebrada. ¡°Vengo de muy lejos, del otro lado del oc¨¦ano, para invitarte a que est¨¦s en mi equipo¡±. Ni una palabra de m¨¢s. Ni una pesta?a menos. Quise enviarle un whatsapp: Amiga, le van a copiar el discurso y el estilismo en el partido de Albert Rivera.
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