Davos, el ¨²ltimo sitio neutral en el que el mundo se habla
El Foro Econ¨®mico Mundial, defensor del libre comercio y el multilateralismo, evita los enfrentamientos directos
Todos los que lleguen hoy a Davos ¡ªuna estaci¨®n de esqu¨ª situada en un extremo de Suiza, en el Cant¨®n de los Grisones¡ª, los l¨ªderes pol¨ªticos y econ¨®micos, la ¨¦lite globalizada a la que hoy pone en entredicho el soberanismo, van a vivir una nueva edici¨®n muy especial del Foro Econ¨®mico Mundial. Invitados por su fundador, el profesor Klaus Schwab, los 70 jefes de Estado y centenares de directivos de multinacionales presentes debatir¨¢n sobre la necesidad de reparar un multilateralismo hecho jirones, los riesgos asociados a las nuevas tecnolog¨ªas disruptivas y la explosi¨®n de las desigualdades que socava la solidaridad nacional en todos los pa¨ªses. Todos ser¨¢n conscientes de que el Foro Econ¨®mico es seguramente el ¨²ltimo lugar en el que se intenta enderezar una gobernanza mundial que ha perdido el norte.
La reuni¨®n de 2019 ya se preve¨ªa especial, porque Donald Trump iba a regresar a ella. Y tambi¨¦n se esperaba que fuera de nuevo Emmanuel Macron. Pero ninguno de los dos presidentes va a acudir, retenidos en sus capitales por situaciones urgentes en la pol¨ªtica interior de sus respectivos pa¨ªses. Theresa May tambi¨¦n ha declinado la invitaci¨®n, impedida por un Brexit mal encaminado. Como consecuencia, la canciller alemana, Angela Merkel, que se aproxima al final de su carrera pol¨ªtica y a la que se considera cercana a Klaus Schwab, estar¨¢ sola este a?o a la hora de defender la causa multilateral y europea en un encuentro que volver¨¢ a estar dominado por el conflicto comercial entre China y Estados Unidos. Adem¨¢s, como si las estrellas se negaran a linearse, el discurso inaugural, que tradicionalmente pronuncia el presidente de la Confederaci¨®n Suiza, le corresponde este a?o al consejero federal Ueli Maurer, representante de la Uni¨®n Democr¨¢tica del Centro, un partido abiertamente nacionalista y famoso por sus diatribas contra las "¨¦lites globalizadas".
Desde su creaci¨®n, nunca ha estado tan presente el clima en las sesiones como va a estarlo este a?o. Incluso encabeza el t¨ªtulo del programa
Pese a todo ¡ªy todo gracias al genio de Klaus Schwab, probablemente¡ª, el Foro Econ¨®mico Mundial obtiene una nueva legitimidad del caos que lo rodea. Si la gobernanza mundial no funciona, son indiscutibles la urgencia de que se produzca un di¨¢logo de igual a igual entre los Estados y la necesidad de incorporar a la sociedad civil (las ONG) y de forjar acuerdos de colaboraci¨®n con las multinacionales. Por el contrario, desde la creaci¨®n del Foro, nunca ha estado tan presente la cuesti¨®n del clima en las sesiones como va a estarlo este a?o. Incluso encabeza el t¨ªtulo del programa. Y hoy ya no se pone el ¨¦nfasis en cu¨¢les son los peligros (reconocidos un¨¢nimemente), sino en buscar soluciones. Del mismo modo, si las discusiones iniciales sobre las desigualdades sociales en el Foro Econ¨®mico pod¨ªan parecer un pretexto frente a las protestas del movimiento antiglobalizaci¨®n de los primeros a?os de este siglo, hoy, las "¨¦lites" han comprendido que sus excesos alimentan los populismos que se han apoderado de Estados Unidos y una parte de Europa. El nuevo presidente brasile?o, Jair Bolsonaro, que ha escogido Suiza para realizar su primer viaje al extranjero, va a descubrir que no est¨¢ en terreno conquistado. Todo lo contrario. Ese es, sin duda, el motivo que le ha empujado a puntualizar antes de su viaje que Brasil va a permanecer en el Acuerdo de Par¨ªs.
Ahora bien, no nos enga?emos. El Foro Econ¨®mico Mundial, si bien sigue siendo ardiente defensor del libre comercio y el multilateralismo, evita cuidadosamente los enfrentamientos demasiado directos sobre los asuntos enojosos. Cultiva una forma de neutralidad muy helv¨¦tica respecto a las grandes potencias, indulgente con Estados Unidos y Europa, abierta a las nuevas ambiciones chinas e indias y tolerante respecto a una Rusia que estar¨¢ muy presente en Davos, a pesar de las presiones de Washington para que se limitara el acceso a varios de sus dirigentes. El Foro Econ¨®mico Mundial es en cierto sentido un territorio neutral, protegido de las manifestaciones y a resguardo de acontecimientos incontrolados. Probablemente por eso se fantasea con las decisiones que se van a tomar en ¨¦l cuando, en realidad, luego no sucede nada extraordinario. Hay reuniones de hombres de negocios y jefes de Estado, desde luego, pero nadie sabe verdaderamente qu¨¦ ocurre en los pasillos. Los secretos de Davos est¨¢n bien guardados. Igual que durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad acog¨ªa en secreto a los representantes de los bancos centrales de los pa¨ªses beligerantes para debatir los problemas monetarios de aquel entonces.
Pierre Veya es redactor jefe de la secci¨®n de Econom¨ªa en 'La Tribune de Gen¨¨ve'.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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