Gestaci¨®n y adopciones
La gestaci¨®n subrogada es uno de los temas bio¨¦ticos m¨¢s controvertidos del momento por su car¨¢cter disruptivo
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La gestaci¨®n por sustituci¨®n constituye un conflicto ¨¦tico-legal especialmente complejo. El debate no se circunscribe tan solo a cu¨¢les son los l¨ªmites de la dignidad y autonom¨ªa en un contexto en el que es la propia persona afectada, la mujer que cede temporalmente su vientre para engendrar un hijo en favor de terceros, la que decide, en t¨¦rminos kantianos, tratarse a s¨ª mismo como un objeto, cosificarse. Los intereses o valores en discusi¨®n son muchos m¨¢s: el mejor inter¨¦s del menor, la protecci¨®n de la instituci¨®n familiar, o la propia justicia entre los pa¨ªses desarrollados y en desarrollo. Como recordara el Comit¨¦ de Bio¨¦tica de Espa?a en su informe de 2017, la gestaci¨®n subrogada es uno de los temas bio¨¦ticos m¨¢s controvertidos del momento por su car¨¢cter disruptivo sobre el modo en que la procreaci¨®n humana, y las consecuentes relaciones de maternidad y filiaci¨®n, han sido entendidas y reguladas hasta la actualidad. Por primera vez en la historia, nos recuerda el comit¨¦, se plantea la posibilidad de disociar gestaci¨®n de maternidad.
El debate, m¨¢s all¨¢ del fen¨®meno concreto al que va referido, est¨¢ cobrando un mayor alcance como es el del impacto que el ingente desarrollo de la reproducci¨®n humana asistida est¨¢ teniendo en nuestra sociedad. Ciertamente, y al margen de la cuesti¨®n del estatuto del embri¨®n, la reproducci¨®n humana asistida ha permitido hacer realidad los deseos de muchas parejas y luchar frente a uno de los problemas sustanciales a los que se enfrenta nuestro futuro como es el de la infertilidad. Traer un hijo al mundo es un fin plausible, aunque ahora parece que la sociedad empieza a reflexionar no solo sobre fines, sino tambi¨¦n sobre los medios e, incluso, sobre el impacto que dichas tecnolog¨ªas tienen m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras. La presunta emancipaci¨®n del ser humano respecto de la biolog¨ªa que hasta entonces hab¨ªa condicionado la procreaci¨®n humana parece ahora ponerse en cuesti¨®n al dudarse de que todo sean bondades.
Tratar de cumplir el deseo de tener un hijo a trav¨¦s de la reproducci¨®n asistida sin, al menos, evaluar otras alternativas es, al menos, discutible
El deseo de tener un hijo, cuando naturalmente no es posible, no debe ni puede evaluarse negativamente, antes al contrario, positivamente, pero tratar de cumplir el deseo a trav¨¦s de la reproducci¨®n asistida sin, al menos, valorar que existen otras alternativas, como la adopci¨®n, puede considerarse, al menos, m¨¢s discutible, sobre todo, cuando hay millones de seres humanos que nacen en contextos de abandono y vulnerabilidad. El individuo que decide libremente recurrir a las posibilidades que ofrecen las nuevas t¨¦cnicas no puede, obviamente, ser culpado, pero es importante llamar a la reflexi¨®n sobre ciertos prejuicios o mitos que, habiendo surgido en determinados contextos hist¨®ricos, debemos repensar si son actualmente v¨¢lidos. La perpetuaci¨®n de la herencia biol¨®gica podr¨ªa mostrarse como un valor positivo en el pasado reciente, pero no es necesario suponer que este debe ser el caso ahora. La procreaci¨®n no es m¨¢s valiosa que la adopci¨®n como un medio para hacer una familia, ya que se ha dicho que el valor de la adopci¨®n es compartir una relaci¨®n ¨ªntima y especial con un extra?o, proceso que la hace ¨²nica.
Y es precisamente la adopci¨®n el elemento que queremos aqu¨ª aportar al debate sobre la gestaci¨®n subrogada, ya que la reducci¨®n de las adopciones a escala mundial es inaudita, alcanzando un porcentaje superior al 70% en pr¨¢cticamente todos los lugares del mundo. En Espa?a, de casi cuatro mil casos en 2003 a poco m¨¢s de mil en 2013. Cierto es que no puede sostenerse que el motivo sea ¨²nico (crisis econ¨®mica, endurecimiento de los requisitos legales para adoptar, la mejora de las condiciones econ¨®micas de pa¨ªses que habitualmente entregaban sus ni?os en adopci¨®n) o que pueda imputarse al incremento del recurso a la gestaci¨®n subrogada. Sin embargo, s¨ª existe una correlaci¨®n en el tiempo entre la disminuci¨®n de las adopciones internacionales y el desarrollo y el f¨¢cil acceso a las t¨¦cnicas de reproducci¨®n humana asistida y, singularmente, a la gestaci¨®n subrogada. Tal correlaci¨®n podr¨ªa mantenerse que es causal y no meramente casual si se atiende a cu¨¢l es la evoluci¨®n de las adopciones en pa¨ªses como Italia en el que las condiciones para acceder a la reproducci¨®n asistida o a la propia gestaci¨®n subrogada son especialmente restrictivas. En Italia no ha habido descenso alguno, sino, incluso, un peque?o incremento de 2003 a 2013.
En definitiva, no son pocos los elementos que integran el debate, pero este que hemos aportado, el del descenso de las adopciones, exigir¨ªa, por lo menos, un incremento de los esfuerzos de la sociedad y de los poderes p¨²blicos por estudiarlo en profundidad y por tratar de adoptar despu¨¦s medidas, porque parece que una parte del mundo vuelve a olvidarse de la otra. Es interesante recordar que la historia es siempre parad¨®jica y as¨ª, frente a aquellos que pregonaban que la reproducci¨®n humana asistida ven¨ªa a liberar a la mujer de su condici¨®n de mero ser gestante, se nos ofrece una realidad que parece mostrarnos precisamente lo contrario.
Federico de Montalvo J??skel?inen es presidente del Comit¨¦ de Bio¨¦tica de Espa?a.
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