Irak despu¨¦s del ISIS
El pa¨ªs, que lleva asolado por diferentes guerras desde 2003, necesita de la cooperaci¨®n espa?ola para lograr la convivencia
Es buena noticia que el rey Felipe VI haya decidido celebrar su cumplea?os en Irak. M¨¢s all¨¢ de la respetable labor de las tropas espa?olas, nos permite volver los ojos hacia un pa¨ªs que merece una esperanza, y que necesita de nuestra cooperaci¨®n.
Irak qued¨® grabado en la memoria de la poblaci¨®n espa?ola con la invasi¨®n en 2003 por las fuerzas de la coalici¨®n liderada por Estados Unidos, bajo la premisa falsa de la existencia de armas de destrucci¨®n masiva. Desde entonces, lo que ha llegado a la opini¨®n p¨²blica son atentados, conflictos menores y Gobiernos fr¨¢giles. El ISIS lleg¨® a controlar un 40% del territorio, desatando un conflicto que arras¨® medio pa¨ªs y dej¨® m¨¢s de 5 millones de personas desplazadas.
Un a?o despu¨¦s de su toma por el Gobierno de manos del ISIS, la ciudad vieja de Mosul sigue destruida. Miles de personas no pueden volver a sus casas. En el campo de desplazados de Hamam Alalil, a 20 kil¨®metros, 21.000 personas viven en la degradaci¨®n, sufriendo fr¨ªo y calor extremos. Visitando Irak para conocer el extenso trabajo humanitario de Oxfam, he podido apreciar la tensi¨®n y la diversidad de intereses de un pa¨ªs fuertemente tribal, dividido entre chi¨ªes mayoritarios, sun¨ªes y minor¨ªas como la yazid¨ª o la cristiana. Afectan las influencias for¨¢neas de Ir¨¢n, Turqu¨ªa, Siria, Arabia Saud¨ª y Estados Unidos... La Uni¨®n Europea se esfuerza por colaborar en la reconstrucci¨®n y fortalecer la fr¨¢gil democracia.
De las recientes elecciones emergi¨® un Parlamento muy dividido entre fuerzas que responden a intereses diversos y condicionan al Gobierno. El primer ministro, Adel Abdul Mahdi, chi¨ª moderado, se debatir¨¢ entre presiones externas y el protagonismo del cl¨¦rigo Muqtada al Sadr, vencedor en las elecciones y mentor de varios ministros. Las condiciones de seguridad han mejorado mucho, pero quedan c¨¦lulas durmientes del ISIS. ¡°Solo se afeitaron la barba¡± me dec¨ªa un analista iraqu¨ª, aunque muchos huyeron, murieron o est¨¢n presos.
Irak est¨¢ inundado de j¨®venes sin empleo, de familias rotas, de agravios y de exclusiones. La econom¨ªa necesita un ¡®plan Marshall¡¯
Mientras, la militarizaci¨®n del pa¨ªs es total. Para ir de Bagdad a Ramadi pasamos no menos de 20 controles del Ej¨¦rcito, polic¨ªa y varias milicias. Varias est¨¢n disueltas y otras bajo la coordinaci¨®n del ej¨¦rcito, pero a¨²n responden a intereses de partido, tribu o grupo religioso.
La econom¨ªa se recupera con fragilidad. Las infraestructuras est¨¢n destrozadas. En la devastada Mosul apenas se ven trabajos de desescombro y reconstrucci¨®n, no existe red ferroviaria y las carreteras son terribles. Oxfam ha rehabilitado plantas y redes de agua potable para casi 5 millones de personas, pero algunas funcionan pocas horas porque las autoridades no suministran fuel para los generadores.
Es cierto que las cuentas p¨²blicas han sufrido mucho por la p¨¦rdida de territorio, el conflicto, las importaciones y la ca¨ªda del precio del petr¨®leo. Pero con el barril de crudo en torno a los 60 d¨®lares, cuando el pa¨ªs exporta una media de 3,5 millones de barriles al d¨ªa, hay decenas de miles de millones de ingreso por el petr¨®leo para la hacienda iraqu¨ª y el Gobierno. El Estado es el empleador mayoritario con unos 6,5 millones de iraqu¨ªes, pero aun as¨ª no se entiende qu¨¦ ocurre con el dinero, si no es un reparto seg¨²n grupos de inter¨¦s y una extendida corrupci¨®n. La Uni¨®n Europea financia programas de seguimiento y transparencia presupuestaria con escaso ¨¦xito a¨²n.
La inversi¨®n en infraestructuras, industria y servicios es esencial. Irak est¨¢ inundado de j¨®venes sin empleo, de familias rotas por el conflicto, de agravios y exclusiones. La econom¨ªa necesita un plan Marshall. El agua, los mercados locales, las escuelas y las carreteras ayudar¨ªan, con tiempo y esfuerzo, a recuperar la dif¨ªcil convivencia. Y los servicios sociales para todos: tambi¨¦n para las mujeres, las minor¨ªas y los sun¨ªes, el 30% de la poblaci¨®n, castigados por haber sido el sustrato del ISIS. Privarlos de sus derechos es injusto, y adem¨¢s ser¨ªa semilla de nuevos conflictos. Hay que ganar a todos para avanzar.
A¨²n quedan casi dos millones de personas desplazadas, familias que necesitan una m¨ªnima compensaci¨®n por todo lo perdido. El Parlamento debate otorgar fondos para que retornen y rehagan sus vidas, aunque muchas se han integrado en las comunidades de acogida y no volver¨¢n. Hay que acompa?arlas. Nuestras prioridades en el pa¨ªs son acertadas: derechos de las mujeres, protecci¨®n, mercados y medios de vida, y fortalecimiento de las organizaciones sociales. Adem¨¢s del agua, claro.
Irak est¨¢ mejor. Hay esperanza y calma, aunque sea tensa a¨²n. Pero una se puede frustrar y otra quebrar si no hay inversi¨®n y estrategias para construir la convivencia y la paz. Irak necesita de nuestra cooperaci¨®n, y tambi¨¦n de la cooperaci¨®n oficial espa?ola. Merece la pena recordarlo.
Jos¨¦ Mar¨ªa Vera es director general de Oxfam Interm¨®n.
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