Matrioskas
Ahora en Madrid se plantea la misma batalla que en Barcelona: qui¨¦n controlar¨¢ la mu?eca rusa m¨¢s grande
La desintegraci¨®n pol¨ªtica de Podemos est¨¢ presentando un sorprendente paralelo con la fragmentaci¨®n del independentismo catal¨¢n heredero de CDC, pues ambos procesos cursan como un juego de matrioskas o mu?ecas rusas lleno de trampas. En efecto, tras el descubrimiento de la colosal corrupci¨®n de la familia Pujol, su partido patrimonial, la casa com¨²n o pal de paller del catalanismo pol¨ªtico, se transmut¨® bajo la ¨¦gida de Artur Mas en el actual PDeCAT, que a su vez se integr¨® en el contenedor JxCat por exigencia de Puigdemont, qui¨¦n ahora pretende superarlo por un movimiento todav¨ªa m¨¢s amplio, la reci¨¦n nacida Crida. Y con el magma pol¨ªtico espa?ol situado a la izquierda del PSOE est¨¢ ocurriendo algo formalmente an¨¢logo.
Aqu¨ª el origen del proceso fue el fracaso de las siglas PCE, que para sobrevivir se refund¨® como IU: la casa com¨²n de la izquierda extrasocialista que, tras entrar en regresi¨®n, fue fagocitada por la eclo-si¨®n del fen¨®meno Podemos nacido del 15-M durante la crisis del austericidio. Pero al igual que los actuales herederos de CDC no soportan la arbitrariedad del hombre de Waterloo, tampoco los componentes del archipi¨¦lago Podemos soportan la arbitrariedad del hombre de Galapagar. De ah¨ª que surgieran propuestas de abrir el artefacto para diluirlo en contenedores territoriales m¨¢s amplios, como el de M¨¢s Madrid: la mu?eca rusa de la matrioska Carmena y su ahijado Errej¨®n.
Y ahora en Madrid se plantea la misma batalla que en Barcelona: qui¨¦n controlar¨¢ la mu?eca rusa m¨¢s grande. Pues se da el caso de que tanto Puigdemont como Iglesias quieren ser a la vez una parte y el todo del invento, la Crida o M¨¢s Madrid. Lo cual desaf¨ªa la jerarqu¨ªa de tipos l¨®gicos que impone la teor¨ªa de conjuntos, pues una clase no puede ser miembro de s¨ª misma. Es la paradoja de Bertrand Russell, que impide que una mu?eca rusa est¨¦ contenida dentro de s¨ª misma, siendo a la vez contenedor y continente. De ah¨ª que se proh¨ªba la doble militancia: o est¨¢s con la Crida o est¨¢s con el PDeCAT. Y de igual modo, a Errej¨®n se le emplaza a tomar partido: o est¨¢s con Podemos o con M¨¢s Madrid, pero no en los dos al mismo tiempo.
?C¨®mo se explica este isomorfismo de las mu?ecas rusas posconvergentes y podemistas? Un elemento com¨²n a ambas experiencias es un problema com¨²n de falta de identidad propia, dada la difusa indefinici¨®n de sus bases electorales. ?A qui¨¦nes representan, realmente, Podemos y la Crida? ?Clases sociales, grupos de edad, segmentos sociales excluidos? Tambi¨¦n comparten el sorpasso como objetivo estrat¨¦gico, que busca cercar, acosar y conquistar la fortaleza respectiva del independentismo catal¨¢n, representado por ERC, y del progresismo espa?ol, representado por el PSOE. Y un ¨²ltimo factor com¨²n es el de su vocaci¨®n antisistema, pues se trata de movimientos que se definen por su voluntad unilateral de romper las reglas y consensos b¨¢sicos: un factor que, como ocurre con las enfermedades autoinmunes, les conduce a autolesionarse en el sendero de su autodestrucci¨®n.
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