Cambio en El Salvador

La victoria de Nayib Bukele en las elecciones presidenciales de El Salvador celebradas el pasado domingo pone fin al sistema bipartidista que ha gobernado el pa¨ªs centroamericano desde el final de la sangrienta guerra civil que lo azot¨® entre 1980 y 1992. Bukele, que se defini¨® a s¨ª mismo durante la campa?a como ¡°candidato antisistema¡±, obtuvo una aplastante victoria en la primera vuelta frente a sus rivales del izquierdista Frente Farabundo Mart¨ª (FMLN) y la derechista Arena. El Salvador se suma de esta manera a la lista de democracias que por todo el mundo asisten a c¨®mo el electorado da la espalda a formaciones que han garantizado su estabilidad pero a las que tambi¨¦n se acusa de inoperancia para hacer frente a los problemas que preocupan a la ciudadan¨ªa.

As¨ª, la violencia, la corrupci¨®n y la desigualdad econ¨®mica se han convertido en el objetivo de un candidato joven ¡ªpertenece a la generaci¨®n millennial¡ª que ya demostr¨® gobernar eficazmente la capital del pa¨ªs como alcalde y que salt¨® a la arena nacional sin las condiciones m¨ªnimas que en principio le hubieran convertido en una opci¨®n con posibilidades. No tiene partido propio estructurado, sino que se uni¨® a uno ya formado para acceder a la candidatura, dice ¡°no tener ideolog¨ªa¡± y carece de equipo de Gobierno. En el Parlamento apenas tendr¨¢ respaldo y ha prometido un ambicioso programa de obras p¨²blicas cuando en realidad las cuentas del Estado presentan importantes problemas.

Sin embargo, nada de esto ha frenado ni el entusiasmo de Bukele ni el de una base electoral que cada vez se ha ido ampliando m¨¢s y m¨¢s. El presidente electo salvadore?o ha realizado una campa?a rompedora e iconoclasta con la utilizaci¨®n masiva de Internet y con un lenguaje, tambi¨¦n en las formas, completamente alejado de sus rivales. Ser¨ªa un error, por ejemplo, considerar como una frivolidad que su primer acto en la noche electoral fuera sacar un m¨®vil y hacerse un selfie con sus seguidores. Forma parte de una planificada estrategia que ha dado ¨®ptimos resultados y que abren otra forma de entender la pol¨ªtica. Pero una cosa es ganar unos comicios utilizando las redes sociales y otra muy distinta es que sean esos los medios adecuados para dirigir un pa¨ªs. Resulta reveladora la dificultad para encasillar pol¨ªticamente a quien presidir¨¢ El Salvador a partir de junio. Aunque milit¨® en el FMLN, la formaci¨®n que le ha ayudado a presentarse es abiertamente conservadora. Lo ¨²nico claro ¡ªy no es poco¡ª es que el eje bolivariano ha perdido un simpatizante. Bukele ha criticado duramente tanto al nicarag¨¹ense Daniel Ortega como al venezolano Nicol¨¢s Maduro. El Salvador se ha sumado a la nueva forma de hacer ganar campa?as. Ahora queda lo m¨¢s importante: hacer pol¨ªtica para sacar adelante su pa¨ªs.