Mujeres que dise?an el futuro

La ciencia de materiales es una disciplina apasionante y tambi¨¦n una gran desconocida. Y eso es as¨ª porque como ense?anza acad¨¦mica existe desde hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, lo que hacemos los investigadores e investigadoras que trabajamos en este campo es una labor antigua que se encuentra profundamente ligada a la evoluci¨®n de nuestra propia civilizaci¨®n. No en vano, han sido los materiales que hemos utilizado los seres humanos, al principio tal y como los proporcionaba la naturaleza y m¨¢s adelante mezcl¨¢ndolos y empleando nuevas t¨¦cnicas de procesamiento, los que han logrado en gran medida el avance de nuestra cultura y los que la han definido. Y ah¨ª est¨¢n, para demostrarlo, los nombres que los prehistoriadores le han puesto a las primeras etapas de nuestro desarrollo cultural: Edad de Piedra, del Hierro, del Bronce...

En la actualidad, personas dedicadas a la f¨ªsica, la qu¨ªmica, las matem¨¢ticas o la ingenier¨ªa trabajamos conjuntamente para dise?ar los materiales del futuro (metales, cer¨¢micas, pol¨ªmeros e h¨ªbridos de los anteriores), que deben responder a necesidades cada vez m¨¢s exigentes para facilitar nuevos avances en biomedicina, energ¨ªa, producci¨®n industrial y sostenibilidad. A pesar de considerarse tradicionalmente una disciplina limitada al estereotipo de g¨¦nero masculino, la ciencia de materiales se nutre cada vez m¨¢s de mujeres. Seg¨²n datos del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), instituci¨®n p¨²blica que agrupa el mayor n¨²mero de investigadores en Espa?a, el porcentaje de cient¨ªficas dentro del ¨¢rea de nuevos materiales ascend¨ªa casi al 40% en 2018, un 7% m¨¢s que en 2005.

A lo largo de la historia ha habido cient¨ªficas que han hecho aportaciones clave en este ¨¢mbito. Conocerlas, saber lo que hicieron y c¨®mo lo hicieron es una de las estrategias para atraer a m¨¢s mujeres a nuestro campo. Katharine Burr Blodgett, que naci¨® en Nueva York en 1898, fue una de ellas. Su padre, asesinado por un ladr¨®n un mes antes de que ella naciera, hab¨ªa sido abogado de patentes de la General Electric. Katharine estuvo desde muy peque?a interesada por la ciencia, le gustaban las matem¨¢ticas y la f¨ªsica y decidi¨® a una edad muy temprana dedicarse a la investigaci¨®n. Como tema de tesis, a los 19 a?os y en plena Primera Guerra Mundial, eligi¨® La estructura qu¨ªmica de las m¨¢scaras de gas, y as¨ª comenz¨® a adentrarse en el mundo de los materiales. Se convirti¨® en la primera mujer doctorada en f¨ªsica por la Universidad de Cambridge (1926) y a lo largo de su carrera obtuvo varias patentes, pero por lo que es m¨¢s conocida es por haber ideado el cristal no reflectante. Su invento se utiliza ahora en telescopios, c¨¢maras, parabrisas, pantallas de televisi¨®n y ordenadores.

A lo largo de la historia ha habido cient¨ªficas que han hecho aportaciones clave en este ¨¢mbito. Conocerlas, saber lo que hicieron y c¨®mo lo hicieron es una de las estrategias para atraer a m¨¢s mujeres a nuestro campo

Ruth Rogan Benerito (1916-2013), qu¨ªmica estadounidense, descubri¨® c¨®mo tratar el algod¨®n para que las telas que se obten¨ªan con ¨¦l no se arrugaran o se arrugaran mucho menos, repelieran las manchas y fueran resistentes al fuego. Pero quiz¨¢ entre todas las mujeres que han desarrollado nuevos materiales la m¨¢s conocida sea Stephanie Kwolek (1923-2014), la inventora del kevlar. Esta fibra es ligera, pero de excepcional resistencia; con ella se hacen neum¨¢ticos anti pinchazos, cables submarinos, velas de embarcaciones y chalecos antibalas. En el a?o 1965 Stephanie lideraba el equipo de I+D en la empresa Dupont encargado de encontrar fibras m¨¢s ligeras y resistentes que el nailon. Hasta entonces las soluciones transparentes eran las que se utilizaban para fabricar fibras sint¨¦ticas y el resto se consideraban defectuosas y se descartaban como residuos. Ella se aventur¨® a probar algo nuevo. Decidi¨® hilar uno de los productos que se estaban eliminando, una soluci¨®n irisada y de aspecto lechoso, y lo que obtuvo pas¨® a formar parte de la historia: un material que no se romp¨ªa como ocurr¨ªa con el nailon y que era cinco veces m¨¢s fuerte que el acero; hab¨ªa inventado el kevlar. A lo largo de su carrera obtuvo muchos logros, entre ellos 17 patentes. Fue mentora de numerosas investigadoras, a las que animaba a no tener miedo a pensar de forma diferente y a aspirar a lo m¨¢s alto. En sus propias palabras, ¡°No puedo imaginar un orgullo m¨¢s grande que el de haber inventado algo¡±.

Estas tres pioneras representan una peque?a muestra de algunas de las mujeres cient¨ªficas que han desarrollado nuevos materiales con aplicaciones incre¨ªbles. Sin embargo, la historia no termina en este punto. Ahora mismo, en centros de investigaci¨®n, universidades y laboratorios de todo el mundo, utilizando microscopios electr¨®nicos e impresoras 3D, haciendo c¨¢lculos matem¨¢ticos, midiendo propiedades o imaginando nuevos materiales para dispositivos a¨²n inexistentes que cubran las nuevas necesidades de nuestra sociedad, hay muchas mujeres dise?ando el futuro.?

Andrea Garc¨ªa-Junceda es investigadora en el Instituto IMDEA Materiales

Puedes seguir a Materia en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter