Aperitivo

Como siempre, tambi¨¦n este domingo al mediod¨ªa habr¨¢ dos Espa?as: la de los patriotas que en la plaza de Col¨®n de Madrid van a rivalizar en el odio al Gobierno y la de los ciudadanos corrientes que a esa misma hora no estar¨¢n dispuestos a que ninguna patria les arruine un buen aperitivo. Mientras unos se desga?iten acusando a Pedro S¨¢nchez de alta traici¨®n por vender Espa?a al enemigo, otros sentados en las terrazas de los bares bajo un sol que ya anuncia la primavera pedir¨¢n a los camareros otra de mejillones. Si bien en el diccionario ya no quedan insultos infamantes que la derecha encabritada no haya usado contra el presidente del Gobierno, en contrapartida tambi¨¦n existen mil clases de tapas y otras tantas formas de mezclar la ginebra con t¨®nica. Pese a que dos horas de concentraci¨®n patri¨®tica har¨¢n que el aire de Madrid sea irrespirable, una vez que su odio haya sido eviscerado, la derecha se derramar¨¢ por las calles con la bandera espa?ola en los ri?ones y al pie de las barras el amor a la patria bajar¨¢ al nivel de una raci¨®n de calamares. ¡°?Viva Espa?a!¡±, gritar¨¢ uno. ¡°?Camarero, un tinto y una de boquerones!¡±, gritar¨¢ otro. Para celebrar el ¨¦xito de la concentraci¨®n, algunos l¨ªderes de las derechas ocupar¨¢n los reservados de los mejores restaurantes donde unos y otros se saludar¨¢n enarbolando un percebe o una cigala en la mano como otra bandera, la de verdad, con la que se cierran los negocios redondos. Tal vez en la mesa sonar¨¢ un crujido extra?o, craaak, semejante al que podr¨ªa producir Espa?a un d¨ªa cuando se rompa, pero en este caso se tratar¨¢ de un patriota que acaba de partir una pata del centollo con las tenazas. Bajo el sol de primavera este domingo habr¨¢ dos Espa?as, la de los que expresan el amor a la patria machacando al adversario y la de los m¨¢s necesitados que la cambiar¨ªan a pelo por una raci¨®n de patatas bravas.