Printeria. El logro de ¡®imprimir¡¯ bacterias
Modificar el ADN de una bacteria y, en un minilaboratorio, convertirla en otra con una funci¨®n que actualmente no tiene en la naturaleza es el ins¨®lito logro de este equipo, formado por alumnos de diversas titulaciones de la Polit¨¦cnica de Valencia
DEMOCRATIZAR la biolog¨ªa sint¨¦tica¡± era el objetivo del equipo de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia que ha conseguido el equivalente a una medalla ol¨ªmpica en el concurso iGEM 2018, el certamen m¨¢s importante del planeta en su campo, celebrado en Boston, es decir, los Juegos Ol¨ªmpicos de la creaci¨®n de sistemas biol¨®gicos para mejorar o crear nuevas funciones. La impresora permite, a partir de piezas de ADN y a trav¨¦s de un software, imprimir nuevos perfiles gen¨¦ticos, nuevas bacterias modificadas gen¨¦ticamente.
Una docena de estudiantes, un proyecto y muy poco dinero. Esa fue la base con la que comenz¨® el equipo, bajo la portavoc¨ªa de Roger Monfort, a trabajar en mayo del a?o pasado. Al contrario que el resto de alumnos, el final de los ex¨¢menes supuso para ellos el inicio de infinitas jornadas en la Universidad, con permisos especiales para acceder al campus los fines de semana y durante el mes de agosto. Ahora lucen su minilaboratorio, con unas dimensiones cercanas al medio metro cuadrado, que podr¨ªa permitir, cuando est¨¦ completamente desarrollado, la impresi¨®n de insulina en casa. Pero tambi¨¦n servir¨¢ para que institutos o peque?as empresas no tengan que renunciar a la ciencia pr¨¢ctica por el coste de los aparatos, ya que han concentrado cinco costosos procesos en una sola m¨¢quina, Printeria, que podr¨ªa comercializarse a un precio asequible, algo m¨¢s de 3.000 euros.
¡°No vamos a limitar nosotros las aplicaciones que tiene¡±, explica Monfort. Printeria es una herramienta industrial y m¨¦dica. Puede crear bacterias para limpiar los ecosistemas o comerse los pl¨¢sticos de los oc¨¦anos. Crear materiales que absorban rayos ultravioleta o, en la industria textil, puede te?ir con patrones naturales. Puede crear olores y sabores o fabricar materiales de absorci¨®n de rayos ultravioletas. Con Printeria tambi¨¦n se pueden imprimir bacterias para bioarte.
Entre futuros biotecn¨®logos, biom¨¦dicos, ingenieros industriales, de electr¨®nica e inform¨¢ticos se encuentra tambi¨¦n un estudiante de Bellas Artes. ?l, Joan Casado, transform¨® las incomprensibles series de datos en paneles y en una p¨¢gina web que desarrollaron con el objetivo de que todo el mundo pudiera entender en qu¨¦ estaban trabajando. ¡°No son raros, pero al principio ten¨ªa que pedir explicaciones de todo, me daban folios llenos de letras y no entend¨ªa nada¡±, recuerda. Su lucha por el ¡°esto es feo¡± cuando trataba de traducir el trabajo de los dem¨¢s acab¨® en tablas. ¡°Al principio eran reacios, pero cuando empezaron a ver los resultados entendieron cu¨¢l era mi parte del trabajo¡±.
Sin embargo, no fue el ¨²nico. Los inform¨¢ticos tampoco se entend¨ªan con los biotecn¨®logos, ni estos con los de industriales¡ El hecho de formar un equipo tan transversal es, creen, lo que les aport¨® el plus que los ha llevado a la cumbre de los premios en biolog¨ªa sint¨¦tica. Y lo que mayor aprendizaje les ha proporcionado. Pr¨¢cticamente todos coinciden en se?alar que ese ejercicio de comunicaci¨®n fuera de sus ¨¢mbitos, con sus compa?eros, y la capacidad desarrollada para resolver los problemas solos han sido la mejor aportaci¨®n a su curr¨ªculo.
Entre m¨¢s de tres centenares de proyectos presentados por Universidades como Yale, Oxford, Harvard, Cambridge o Columbia, 3.500 asistentes y dos pabellones, ¡°todo muy americano¡±, tal y como describen, se encontraron ¡°de t¨² a t¨²¡± con sus contrincantes. ¡°No fuimos con complejos¡±, recuerdan, pese a su escaso presupuesto, reducido a ¡°lo que hab¨ªan puesto nuestras familias, algo de la Universidad y una empresa que nos dio material¡±. A su lado, proyectos en los que ya se hab¨ªan invertido 150.000 euros y patrocinados por varias marcas. Aun as¨ª, el inter¨¦s que percibieron desde la primera fase del concurso les hizo vaticinar que pod¨ªan superar a Universidades con m¨¢s renombre.
¡°Las empresas solo financian acciones de lavado de cara, no quieren aportar para la investigaci¨®n¡±, se quejan los alumnos
Pero la falta de financiaci¨®n, de inter¨¦s, los palos que se llevaron cada vez que acudieron a una empresa a pedir dinero y se fueron con un no, no se olvidan. ¡°Las empresas arriesgan poco, no hay apoyo social, solo institucional¡±, alega Jes¨²s Pic¨®, uno de los instructores del proyecto. ¡°Las empresas solo financian acciones que les sirvan como lavados de cara, y muy pocas quieren aportar para investigaci¨®n y educaci¨®n¡±, dicen con menos tab¨²es los estudiantes. ¡°No ven la importancia de financiar equipos, no se sienten orgullosas por contribuir a crear un tejido de profesionales que en unos a?os llevar¨¢n sus empresas¡±, precisa Pic¨®.
El instante en el que se vieron entre los finalistas, entre un equipo chino y otro estadounidense, les hizo olvidar las penurias, el verano sin vacaciones, sin amigos, sin familia¡ S¨ª se pareci¨® a esos momentos de nervios cuando en pleno mes de agosto se frustraba el software y ten¨ªan que templar nervios. ¡°A m¨ª me convencieron para hacer la presentaci¨®n porque era ante nuestro equipo de jueces y, de repente, me vi ante m¨¢s de 3.000 personas¡±, evoca Tzevetelina Ilieva Anguelova. No vieron nada de Boston. Solo las paredes de sus habitaciones en el hotel, repasando una y otra vez las presentaciones y descansando por turnos para seguir explicando las capacidades de Printeria.
Volvieron a Espa?a con cinco premios (mejor proyecto con nueva aplicaci¨®n, mejor software, mejor hardware, mejor wiki y mejor modelado), mucho m¨¢s de lo que ha conseguido cualquier otro equipo espa?ol en ese campeonato mundial. Ahora, reciben felicitaciones por los pasillos de sus Facultades y muestran orgullosos su obra.
Y ?ahora qu¨¦? Esperan que alguna empresa quiera financiar Printeria para mejorarla y comercializarla. Recuerdan que, cuando empezaron, sus profesores ya les advirtieron de que entrar en el proyecto supon¨ªa sufrimiento y tiempo. Ahora que han ganado, tambi¨¦n la gloria. Y si la empresa espa?ola contin¨²a dormida, lo que tienen planeado es llegar a ser buenos profesionales.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.