El valor de unos Presupuestos
La pobreza infantil es lo m¨¢s parecido a una emergencia nacional. La ley rechazada podr¨ªa haber atendido a 80.000 ni?os
Si tuvi¨¦semos que atenernos a las declaraciones de nuestros representantes pol¨ªticos, la pobreza infantil ser¨ªa en Espa?a una historia del pasado. Un repaso r¨¢pido a los programas electorales de las elecciones m¨¢s recientes incluye pactos nacionales, incrementos presupuestarios y promesas de todo pelaje. Hace solo unas semanas, la totalidad de los grupos del Parlamento sac¨® la cabeza de la trinchera para aprobar una proposici¨®n no de ley reclamando un pacto de Estado por la Infancia. Por unos instantes, la pobreza de ni?os y familias con hijos dej¨® de ser una cuesti¨®n ideol¨®gica para convertirse en un baremo de la decencia colectiva. Lamentablemente, todo hace pensar que este consenso acaba de escaparse por el mismo sumidero populista en el que han acabado los Presupuestos Generales del Estado. Y con ellos una oportunidad ¨²nica para nuestra sociedad.
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La pobreza infantil y sus implicaciones constituyen lo m¨¢s parecido a una emergencia nacional. Una emergencia arrastrada durante demasiado tiempo y cuyas magnitudes son generacionales. De acuerdo con los datos oficiales, casi 2,4 millones de ni?os en nuestro pa¨ªs ¡ªel 28% de los menores¡ª viven en la pobreza, con recursos por debajo del 60% de la mediana nacional de ingresos. De estos, 630.000 se encuentran en situaci¨®n de pobreza extrema. Los ni?os no solo est¨¢n peor que los adultos, sino que todas las tablas de la OCDE y la UE sit¨²an a Espa?a en el vag¨®n de cola.
Tras las estad¨ªsticas, est¨¢n las personas. La desesperaci¨®n de los padres incapaces de pagar un transporte escolar. La verg¨¹enza de los ni?os que no traen amigos a casa. El agotamiento de los abuelos que cubren jornadas imposibles. La injusticia y la estupidez de un modelo educativo y laboral que est¨¢ destruyendo las escaleras sociales mientras bombardea con el discurso del emprendimiento y los m¨¦ritos individuales.
Casi 2,4 millones de ni?os (el 28% de los menores espa?oles) viven en la pobreza, con recursos por debajo del 60% de la mediana nacional de ingresos
Todos los Gobiernos han cacareado contra este drama, pero el de Pedro S¨¢nchez es el primero que demostr¨® verdadera voluntad de atajarlo. La creaci¨®n del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil ¡ªque depende directamente del presidente y que se ha dotado de un pu?ado de profesionales expertos e independientes¡ª ofrece una oportunidad ¨²nica de alinear los recursos econ¨®micos y pol¨ªticos del Estado. En solo seis meses, su influencia se ha hecho notar en asuntos tan relevantes como la legislaci¨®n en materia de violencia contra la infancia, un desaf¨ªo ¨ªntimamente ligado al de la pobreza. Tambi¨¦n en el proyecto de Presupuestos Generales que fue derrotado la semana pasada en el Parlamento: no solo la propuesta del Gobierno doblaba la dotaci¨®n destinada a las situaciones de pobreza severa ¡ªlo que podr¨ªa haber sacado del pozo a m¨¢s de 80.000 ni?os¡ª sino que la norma incorporaba un informe de impacto sobre infancia, adolescencia y familias. Todo eso queda ahora pospuesto. Olviden las manifestaciones, los exabruptos de tertulianos y las ruedas de prensa teatralizadas: al final del d¨ªa el valor de la pol¨ªtica se resume en aguantarle la mirada a los destinatarios de tus decisiones. Dudo mucho que eso sea hoy posible para muchos representantes p¨²blicos.
La buena noticia es que quienes llevan a?os luchando por dignificar la vida de nuestros hijos saben que el camino es largo y est¨¢ plagado de obst¨¢culos. Porque este proyecto presupuestario era solo el comienzo. El alto comisionado Pau Mar¨ª-Klose destacaba recientemente que ¡°el valor real de las prestaciones por hijo a cargo ha descendido un 30% desde el a?o 2002¡±. Nuestro pa¨ªs sigue gastando en familias e infancia un 40% menos de la media europea. Espa?a es el pa¨ªs de la UE-28 en donde la tasa de pobreza infantil menos cae despu¨¦s de que el Estado haya intervenido con sus transferencias.
Durante la pr¨®xima legislatura se deber¨ªa establecer un programa de ingreso m¨ªnimo vital que alcance al conjunto de ni?os que viven en la pobreza, y que seg¨²n los expertos habr¨ªa de oscilar entre el doble y el triple de las prestaciones actuales, seg¨²n el nivel de ingresos de las familias. La aspiraci¨®n es establecer en Espa?a el tipo de prestaci¨®n universal que ha demostrado m¨¢s eficacia a la hora de erradicar las formas extremas de pobreza infantil.
Tal vez todo esto exija la solemnidad de un pacto de Estado y el consenso de partidos que hoy hablan m¨¢s en los tribunales y las tertulias que en el Parlamento. Pero podr¨ªamos empezar por aplicarnos lo que la madre de Facundo Cabral reclam¨® en una ocasi¨®n al presidente Menem: ¡°Con que no me joda, es suficiente¡±. Viendo el modo en que Ciudadanos y el PP han bloqueado la expansi¨®n del gasto social y los independentistas anteponen patria a ni?o, las esperanzas de que la proposici¨®n no de ley del pasado noviembre sea algo m¨¢s que una performance son escasas. Me gustar¨ªa pensar que la historia no les va a recordar a todos por el resultado de t¨¢cticas miopes, sino por la capacidad de elegir el camino correcto en las encrucijadas generacionales. Y la de la pobreza infantil es una de las principales.
Gonzalo Fanjul es investigador y activista contra la pobreza. Recibi¨® el premio FAO en 2012.
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