Gesti¨®n de la desilusi¨®n
Los ¨²nicos culpables de la p¨¦rdida de prestigio del Govern son quienes gobiernan la Generalitat

Un exconseller de la Generalitat en los a?os en los que la Generalitat del convergente Pujol aprobaba sus presupuestos me define al hoy presidente Torra ¡°como chico de los recados recibiendo ¨®rdenes desde Waterloo, que por cierto remite a recordar una derrota¡±. El exconseller ha a?adido: ¡°A Torra no le hace caso ni el Tato¡±. Hac¨ªa a?os que no escuchaba citar al Tato, personaje imaginario sin¨®nimo de negaci¨®n. Negaci¨®n de gesti¨®n es que la Generalitat no haya aprobado los presupuestos del 2017 porque con tantos viajes y tantos m¨ªtines el Govern no tiene tiempo de legislar, de hacer planes a largo plazo. Ander Gurrutxaga, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, me env¨ªa un mensaje: ¡°A los ciudadanos hay que gobernarles, preocuparse de sus problemas, pero en el caso catal¨¢n la pol¨ªtica se ha transformado en un problema m¨¢s, algo que debe resolverse antes de caminar¡±.
Es cierto que el Gobierno de Espa?a ha cometido errores con su pol¨ªtica en Catalu?a, pero de la p¨¦rdida de prestigio del Govern los ¨²nicos culpables son los que gobiernan desde la Generalitat. La sociedad catalana no est¨¢ de momento fracturada pero s¨ª hay sectores de la sociedad con miedo a que desde el independentismo radical les definan como fascistas o traidores. Personas que en su mayor¨ªa opinan que los procesados deber¨ªan estar en libertad provisional, gente sumida en un c¨®ctel de sentimientos que van del cabreo a la tristeza y la nostalgia por el perdido sentido com¨²n de unos y otros. Escribe el amigo Ander al final de su mensaje: ¡°No es el desencuentro-encuentro; es la emboscadura (J¨¹nger) pero sin emboscados. No s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ en el juicio, lo que s¨ª puede aventurarse es que aquello que sirvi¨® para movilizar a una parte de la sociedad catalana est¨¢ cada vez m¨¢s alejado de sus objetivos iniciales¡±.
Leyendo eso he recordado una larga conversaci¨®n con Ander cuando se empezaba a gestar el fin de la violencia etarra. Me dijo: ¡°Tras la ruptura de ciertas ilusiones habr¨¢ que refundar la sociedad sobre otros mimbres y esos mimbres son m¨¢s fr¨¢giles que lo fueron en otros momentos¡±. Reflexionaba Ander sobre Euskadi pero vale para reflexionar sobre el futuro de Catalu?a: ?c¨®mo y qui¨¦n gestionar¨¢ la desilusi¨®n, con qu¨¦ mimbres?
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