Marie Kondo, el icono del orden que Jap¨®n mira con recelo
Ha vendido 11 millones de libros y una de sus ramas de negocio certifica a consultores que visitan las casas de clientes en todo el mundo para asesorarles sobre c¨®mo despejar su hogar
Marie Kondo, la celeb¨¦rrima gur¨² japonesa de la organizaci¨®n dom¨¦stica, ha puesto patas arriba las casas de medio mundo para ordenarlas. Su receta, tirar todo lo que no ¡°inspire alegr¨ªa¡±, promete no solo viviendas m¨¢s aseadas, sino cambiar nuestras actitudes ante la vida para hacernos m¨¢s felices. Su ¨¦xito ha convertido sus frases en memes que corren como el fuego por las redes sociales, le ha permitido crear un imperio medi¨¢tico y de franquicias dedicado a la limpieza, y ahora su nuevo reality-show en Netflix ha hecho que aumenten espectacularmente las donaciones de objetos usados a las tiendas de segunda mano en EE UU. Pero ?qui¨¦n es esta nipona de 34 a?os y qu¨¦ hay detr¨¢s de su f¨®rmula?
¡°?Me encantan los trastos!¡±, se le oye exclamar con admiraci¨®n al principio de cada episodio de su programa, cuando se enfrenta a un cuarto lleno hasta los topes de cacharros, con la misma cara de entusiasmo con la que un ni?o abre sus regalos de Reyes.
Cuando dice que le encanta ordenar trastos, no miente. Lo suyo es m¨¢s que una pasi¨®n. Seg¨²n cuenta en su libro La Magia del Orden, la mezcla de consejos de organizaci¨®n dom¨¦stica y de autobiograf¨ªa que la catapult¨® a la fama en 2011, ya con cinco a?os le obsesionaba el orden, la limpieza y tirar cacharros. Una actividad a la que dedicaba todo el tiempo que pod¨ªa: en la escuela, pasaba el rato del recreo colocando libros y repasando pupitres; en casa, rebuscando en los armarios en pos de cosas que tirar. M¨¢s de una vez se llev¨® un rapapolvo de sus padres o sus hermanos por haberse deshecho de algo que no deb¨ªa.
A los 15 a?os tuvo una epifan¨ªa. Frustrada porque ¨Ca sus ojos¨C su cuarto siguiera pareciendo una cochiquera por mucho que tirase y colocase, se qued¨® traspuesta mientras o¨ªa una voz que la exhortaba a ¡°mirar m¨¢s de cerca lo que hay ah¨ª¡±. Al despertar, asegura, entendi¨® cu¨¢l hab¨ªa sido el mensaje: ¡°me hab¨ªa olvidado de valorar las cosas que amaba, los objetos que quer¨ªa conservar... Llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que la mejor manera de elegir qu¨¦ guardar y qu¨¦ desechar es tomar cada objeto con la mano y preguntarte: ?esto me hace feliz?. Si es as¨ª, cons¨¦rvalo¡±. Esa idea, guardar solo lo que ¡°despierta alegr¨ªa¡± y tirar el resto, ser¨ªa la semilla de su m¨¦todo.
Esta apasionada del orden celebr¨® su 18 cumplea?os en la Biblioteca Nacional en Tokio, leyendo y leyendo los libros sobre t¨¦cnicas decorativas y de organizaci¨®n a los que hasta entonces no hab¨ªa tenido acceso: la venerable instituci¨®n no admite a menores.
Un a?o m¨¢s tarde, mientras estudiaba Sociolog¨ªa en la Universidad Cristiana de Mujeres en Tokio, empez¨® a aplicar sus ideas y conocimientos asesorando a conocidos sobre c¨®mo ordenar mejor. De all¨ª, continu¨® en una agencia tras graduarse. Pronto se estableci¨® por su cuenta: el boca a boca funcion¨® de tal manera que su lista de espera cubr¨ªa seis meses.
El lanzamiento del libro en 2011, y un programa en la cadena de televisi¨®n japonesa NHK la hicieron famosa en su pa¨ªs. Pero el estrellato internacional le lleg¨® en 2014, cuando su volumen se tradujo al ingl¨¦s y el New York Times le dedic¨® un art¨ªculo. Su m¨¦todo ¨Cpublicitado en el extranjero como ¡°la manera japonesa¡± de ordenar¨C hizo furor. En 2015, la revista Time la inclu¨ªa en su lista de cien personas m¨¢s influyentes del mundo.
Casada desde 2012 con Takumi Kawahara (experto en m¨¢rketing, consejero delegado de su compa?¨ªa y con el que tiene dos hijas de corta edad, Satsuki y Miko), desde entonces ha visto c¨®mo su imperio no para de crecer. Su libro se ha traducido ya en m¨¢s de 40 pa¨ªses, y le han seguido un segundo y un tercero, e incluso una versi¨®n manga. Ha vendido 11 millones de ejemplares. Una de sus ramas de negocio certifica a consultores que, bajo la franquicia KonMari, visitan las casas de los clientes en todo el mundo para asesorarles c¨®mo despejar su casa ¨Cy su vida¨C siguiendo el sistema de los cinco pasos.
En Jap¨®n, el ¨¦xito de su compatriota, actualmente radicada en San Francisco, se percibe con una mezcla de orgullo ¨CKondo es ya m¨¢s conocida en su pa¨ªs por ser famosa en Estados Unidos que por sus consejos de organizaci¨®n¨C y confusi¨®n. La supuesta ¡°manera japonesa¡± de ordenar no est¨¢ particularmente extendida en un pa¨ªs cuyas viviendas, contrariamente a la imagen estereotipada que se pueda tener en el exterior, est¨¢n por lo general tan llenas de trastos como en el resto del mundo desarrollado.
Pero eso no quiere decir que las propuestas de Kondo no cuenten con una profundas ra¨ªces japonesas, donde el inter¨¦s por la eficiencia en los sistemas de limpieza se retrotrae a la introducci¨®n de las cadenas de montaje y las ideas taylorianas, como cuenta Eiko Maruko Siniawer, del Williams College estadounidense, en su libro?Waste: Consuming Postwar Japan. La estrella del orden bebe de un concepto extendido en Jap¨®n y conocido como danshari, a partir de las palabras para ¡°rechazar¡±, ¡°deshacerse de¡± y ¡°separar¡±.
No todo el mundo est¨¢ convencido. Los ecologistas critican su liberalidad a la hora de tirar cosas: ?qu¨¦ pasa con toda esa basura? La organizadora replica que su recomendaci¨®n es hacer llegar los objetos indeseados a otras personas que s¨ª puedan encontrar ¡°alegr¨ªa¡± en ellos.
El m¨¦todo de Kondo tampoco parece hacer mucho por reducir la diferencia entre la cantidad de tiempo que mujeres y hombres dedican a las tareas de la casa. En Espa?a, ellas destinan el doble de horas semanales. En Jap¨®n, esa diferencia es a¨²n m¨¢s aguda: una encuesta de 2016 encontr¨® que los hombres solo dedicaban 19 minutos diarios al trabajo dom¨¦stico, por dos horas y 24 minutos de las mujeres. La consultora aduce que m¨¢s mujeres que hombres parecen tener inter¨¦s en una casa libre de trastos, pero tambi¨¦n ¡°hay muchos hombres en todo el mundo que han le¨ªdo mi libro, y en el programa de Netflix las familias trabajan juntas, incluidas por supuesto los hombres¡±, explicaba a Bloomberg.
Aunque quiz¨¢ el mayor grito en el cielo venga por la rigidez de sus f¨®rmulas ¨Cinicialmente recomendaba dedicar seis meses enteros a ordenar la casa¨C y, sobre todo, a su actitud hacia los libros. Ella reconoce no guardar en su casa m¨¢s de treinta, que va renovando todo el tiempo.
Sobre la rigidez, afirma haberse suavizado con el paso de los a?os. A medida que ha ido tratando con m¨¢s clientes, ha reconocido que hay personas a las que su f¨®rmula no les sirve; despu¨¦s de tener a sus hijas, se ha relajado en sus exigencias de un hogar absolutamente presentable en cada momento: ¡°no es bueno estresarse demasiado cuando no puedes hacerlo¡±, admit¨ªa a Bloomberg.
?Y los libros? Seg¨²n Kondo se trata de un bulo, que empez¨® como un meme en redes sociales y se extendi¨® como la p¨®lvora. Aunque ella tiene sus preferencias personales, explicaba a Los Angeles Times, ¡°el concepto importante de mi m¨¦todo es que debes centrarte no en lo que quieres tirar, sino en lo que quieres guardar, lo que quieres conservar en tu vida. As¨ª que, si te gustan los libros, si eres un apasionado de los libros, ve y gu¨¢rdalos con toda confianza¡±. Am¨¦n, gur¨².
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