?Hubo violencia o desobediencia?

Hasta once veces dijo Oriol Junqueras, por activa o por pasiva, que es pacifista y que no hubo violencia el oto?o de 2017.

El problema de esas afirmaciones es que convencen a quienes le conozcan de largo tiempo, incluso si discrepan de ¨¦l. Oriol J. no es violento.

M¨¢s informaci¨®n

Junqueras intenta rebatir la acusaci¨®n de rebeli¨®n: ¡°Nunca avalamos la violencia¡±

¡°Amo a Espa?a¡± y otras frases de Junqueras en el juicio

Divina comedia, por Manuel Jabois

Pero ¡ªen caso de juicio¡ª si esas proclamas no se someten al principio de contradicci¨®n, al contraste de las pruebas, a la verificaci¨®n del tribunal, solo convencen por la v¨ªa religiosa o emp¨¢tica. Y los jueces no son curas ni amigables tertulianos.

Este es el asunto clave de esta vista. O hubo violencia. Y violencia suficiente para configurar el gran posible delito a examen. O no la hubo, y no hubo rebeli¨®n. Por eso acert¨® ayer mucho m¨¢s en este asunto nuclear el exconsejero de Interior Quim Forn, de la mano del letrado Javier Melero.

Se atrevi¨® a afrontar al fiscal, gente afilada. Y logr¨® que el magistrado presidente Manuel Marchena le sacase a este ¡ªsuaviter in modo¡ª seis tarjetas amarillas, por preguntas et¨¦reas o extempor¨¢neas.

Y luego luci¨® datos. Costar¨¢ a la acusaci¨®n destruir su relato en las testificales. Pues ¡ªaunque con pasajes muy buenistas¡ª no us¨® l¨ªrica, sino papeles oficiales.

Salvo prueba en contrario, document¨® que los Mossos fueron el ¨²nico cuerpo policial que elabor¨® a tiempo un plan de actuaci¨®n ante el refer¨¦ndum. Y que el mando general, el coronel P¨¦rez de los Cobos, suprimi¨® las cuatro reuniones de coordinaci¨®n del mismo 1-O.

Tambi¨¦n que no solo la magistrada del Tribunal Superior catal¨¢n exigi¨® que la labor policial se desplegase ¡°sin afectar a la normal convivencia ciudadana¡±. Lo hizo, adem¨¢s, por escrito, el secretario de Estado de Interior, Jos¨¦ Antonio Nieto, al reclamar el 29-S primar la ¡°seguridad¡± de los ciudadanos a la ¡°eficiencia¡± en disolverlos.

En suma, estableci¨® la presunci¨®n (contraria a la de los fiscales) de que los Mossos cumplieron. Si eso acaba esculpi¨¦ndose como verdad oficial, el tipo delictivo de rebeli¨®n basado en que hubo un uso pol¨ªtico de una fuerza armada (los Mossos) que por su inacci¨®n y violencia potencial contribuy¨® a culminar la ilegalidad, quedar¨¢ tocado.

A cambio, ambos reconocieron en sordina haber incurrido en desobediencia. Junqueras, porque cuando elaboraba sus presupuestos, ¡°el refer¨¦ndum¡± no estaba, entonces, ¡°prohibido¡±. Y porque aunque lo suspendi¨® el Tribunal Constitucional (TC), el Govern ¡°ten¨ªa la obligaci¨®n de proteger a los ciudadanos en su derecho al voto¡±. Forn, porque le lleg¨® un requerimiento del TC, aunque ¡°solo uno¡±.

Al cabo la desobediencia es, en t¨¦rminos de est¨¢ndar religioso, pecado venial. Y la rebeli¨®n, en cambio, pecado mortal.

Tambi¨¦n hubo ret¨®rica de eslogan: ¡°Votar no es delito¡±, porfiaba Junqueras. Pues toma, ni ganar dinero, ni tener sexo.

Depende de c¨®mo se haga. Su relato mir¨ªfico puede enternecer si se olvidan los derechos pisoteados de millones de no-indepes. Pero camina cojo: se reclama solo del ¡°principio democr¨¢tico¡± y no del de ¡°legalidad¡±. Si uno falla, falla la democracia.

Noticias, im¨¢genes, v¨ªdeos, reportajes, an¨¢lisis, opini¨®n... toda la informaci¨®n sobre el juicio a los l¨ªderes independentistas catalanes en el Tribunal Supremo