El antisemitismo en Francia
El pa¨ªs est¨¢ volviendo a los a?os en los que se toleraba el odio a los jud¨ªos, una actitud que se aprovecha del poder de las redes sociales y de los v¨ªdeos en los que los antisemitas hablan a cara descubierta
Francia tiene una vieja tradici¨®n antisemita. El caso Dreyfus, que lleva el nombre del oficial franc¨¦s acusado de traici¨®n por ser jud¨ªo y absuelto tras la famosa carta Yo acusoque escribi¨® ?mile Zola, dividi¨® a Francia y puso en evidencia el fondo racista y antisemita de la Tercera Rep¨²blica. El drama se desarroll¨® de 1894 a 1906. Durante ese periodo, la cuesti¨®n jud¨ªa estuvo en el centro de todos los debates y demostr¨® que el jud¨ªo segu¨ªa siendo el chivo expiatorio y objeto de prejuicios y fantas¨ªas.
Incluso despu¨¦s de que le declararan inocente, Alfred Dreyfus carg¨® hasta su muerte con la sospecha de traici¨®n.
Cuarenta a?os escasos m¨¢s tarde, el 16 y el 17 de julio de 1942, el Gobierno de Vichy (que colaboraba con el r¨¦gimen nazi alem¨¢n) llev¨® a cabo la mayor detenci¨®n masiva de jud¨ªos de origen extranjero, la denominada Redada del Vel¨®dromo de Invierno, y envi¨® a la muerte a 13.152 jud¨ªos, 4.115 de ellos ni?os.
Estos son hechos que la memoria popular no olvida. Por eso, cuando se ha descubierto que unos desconocidos hab¨ªan dibujado cruces gamadas sobre el retrato de Simone Veil, la ministra de Giscard d¡¯Estaing que sac¨® adelante la ley para legalizar el aborto, y que estuvo internada en un campo de concentraci¨®n, Francia se ha quedado sumida en una inmensa consternaci¨®n. Vuelven a aparecer esl¨®ganes antisemitas en los escaparates de tiendas de jud¨ªos.
En 2018, los actos antisemitas han aumentado un 74%. Insultos, agresiones f¨ªsicas, asesinatos...
El 44% de los chalecos amarillos piensan que existe una conspiraci¨®n sionista mundial. Algunos de los manifestantes no solo acusan a Emmanuel Macron de estar al servicio de los ¡°muy ricos¡±, sino que le confunden con la banca Rothschild para la que trabaj¨®. ?Rothschild es el dinero y el dinero es jud¨ªo! La imagen eterna del jud¨ªo que amasa dinero tiene su continuidad. En la puerta de un taller del Distrito I parisiense figuraba este cartel: ¡°Macron jews¡¯ bitch¡± (¡°Macron, la puta de los jud¨ªos¡±).
El 44% de los ¡®chalecos amarillos¡¯ piensan que existe una conspiraci¨®n sionista mundial
Esa fue la raz¨®n de que, en febrero de 2006, ¡°la banda de los b¨¢rbaros¡± secuestrara, torturara y asesinara al joven Ilan Halimi en Sainte-Genevi¨¨ve-des-Bois, en la regi¨®n parisiense. Los asesinos reclamaron un rescate a los padres del chico, convencidos de que ser jud¨ªo significaba ser rico.
El odio al jud¨ªo se aprovecha hoy del poder de las redes sociales, de los v¨ªdeos en los que los antisemitas hablan a cara descubierta. En la red social rusa VKontakte (VK), gentes como Dieudonn¨¦ y Soral ¡ªen Francia se han cerrado algunos de sus sitios web¡ª se expresan a diario sin que nadie se lo impida.
La lista de asesinatos de jud¨ªos en Francia en los ¨²ltimos a?os es larga. Tras la muerte de Ilan Halimi, hay que recordar la matanza de ni?os jud¨ªos a manos de Mohamed Merah en el colegio Ozar-Hatorah de Toulouse, en marzo de 2012. En diciembre de 2014, una joven pareja de jud¨ªos sufri¨® una salvaje agresi¨®n en Cr¨¦teil. A continuaci¨®n, inmediatamente despu¨¦s del atentado que diezm¨® la redacci¨®n de Charlie Hebdo en enero de 2015, se produjo el ataque asesino contra el Hyper Cacher de la puerta de Vincennes. En abril de 2017, asesinaron en el Distrito XI de Par¨ªs a Sarah Halimi, un acto gratuito cuyo ¨²nico motivo fue el odio a lo jud¨ªo. Ese mismo odio caus¨®, tambi¨¦n en 2017, el secuestro de una familia jud¨ªa en Livry-Gargan. El 27 de marzo de 2018, unos criminales se ensa?aron hasta la muerte con Mireille Knoll, de 85 a?os, solo por ser jud¨ªa.
A esta siniestra lista hay que a?adir las profanaciones de tumbas jud¨ªas, las agresiones callejeras a ni?os que llevan kip¨¢, las pintadas de odio en muros y casas habitadas por jud¨ªos y otros actos similares.
Francia est¨¢ volviendo a los a?os en los que se toleraba el antisemitismo, la ¨¦poca en la que L. F. C¨¦line escrib¨ªa panfletos de odio contra los jud¨ªos: Bagatelas para una masacre (1937) La escuela de los cad¨¢veres (1938) y Los bellos pa?os (1941). La editorial Gallimard ten¨ªa previsto reeditar en 2018 estos textos infames, pero tuvo que renunciar ante las protestas del mundo cultural y pol¨ªtico. Algunos dijeron que ¡°no conviene despertar a la bestia ni sus delirios¡±. Otros consideraron que estos libros forman parte de la obra de C¨¦line y que hab¨ªa que publicarlos pese a todo, y a?adieron que ya se pod¨ªan descargar en varias p¨¢ginas de Internet.
Al final, visto el resurgimiento del antisemitismo en toda Francia, Gallimard suspendi¨® el proyecto.
Tras el atentado contra ¡®Charlie Hebdo¡¯, Manuel Valls dijo que Francia sin los jud¨ªos dejar¨ªa de ser Francia
Hay que distinguir entre el antisemitismo de la derecha francesa tradicional (en realidad, de la extrema derecha) y el odio a Israel que se expresa a menudo en determinadas banlieues, </CF>los barrios habitados por hijos de inmigrantes magreb¨ªes, los que componen la llamada ¡°segunda generaci¨®n¡±, que se sienten franceses de segunda categor¨ªa, es decir, no reconocidos.
Est¨¢ comprobado que, con cada guerra que libra Israel contra los palestinos de Gaza (2009, 2014 y 2018), en las banlieues aumenta el odio a los jud¨ªos. Se ha hablado de un antisemitismo isl¨¢mico sin intentar analizar ni comprender las ra¨ªces de ese odio, que se manifiesta tanto en declaraciones como en agresiones.
Los ¨¢rabes de las banlieues se solidarizan con los palestinos con el mismo derecho que los jud¨ªos franceses no ocultan su apoyo al Estado de Israel, hasta el punto de que algunos incluso van all¨ª a cumplir el servicio militar. Pero la ecuaci¨®n no funciona. El islamismo no perdona a los jud¨ªos y los considera responsables del infortunio que viven millones de palestinos en Gaza y en los territorios ocupados.
Lo que estos j¨®venes reprochan a los jud¨ªos es que ellos han ascendido en la escala social, que son solidarios entre s¨ª y que encuentran trabajo m¨¢s f¨¢cilmente. La envidia, la amargura, la miseria social y la pobreza cultural se conjugan para dar pie a este antisemitismo particular.
Algunos han tratado de combatir esta situaci¨®n. En SOS Racismo se han organizado una serie de encuentros entre jud¨ªos y musulmanes, titulados Salam, Shalom, Salut. Pero la buena voluntad no ha bastado para mejorar la situaci¨®n.
Desde que el presidente de la Rep¨²blica Fran?ois Hollande y su primer ministro Manuel Valls, y luego Emmanuel Macron, decidieron que ¡°el antisionismo es la forma reinventada del antisemitismo¡±, cualquier cr¨ªtica a la pol¨ªtica israel¨ª se considera una cr¨ªtica a los jud¨ªos en su conjunto, algo que las poblaciones ¨¢rabes de Francia rechazan. Y la brecha entre las comunidades se ensancha.
Cuando Netanyahu acudi¨® a Par¨ªs para la ceremonia celebrada tras la matanza de Charlie Hebdo y el Hyper Cacher de Vincennes, pidi¨® a los jud¨ªos de Francia que fueran a Israel. ¡°Todos los jud¨ªos que quieran emigrar a Israel ser¨¢n recibidos con los brazos abiertos¡±, proclam¨® el 11 de enero de 2015 en la sinagoga de la Victoria en Par¨ªs.
El llamamiento no fue del agrado ni del Gobierno ni de una parte de la comunidad jud¨ªa francesa. Y Manuel Valls, entonces primer ministro, afirm¨®: ¡°Francia sin los jud¨ªos dejar¨¢ de ser Francia¡±.
Tahar Ben Jelloun es escritor, ganador del premio Goncourt en 1987.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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