Democracia y Estado de derecho

Autodeterminaci¨®n, democracia, justicia, ley. Son t¨¦rminos presentes aparecidos en el juicio a los pol¨ªticos independentistas catalanes que tambi¨¦n diferencian las dos estrategias de defensa utilizadas hasta ahora: pol¨ªtica y jur¨ªdica, con todas sus matizaciones. La apelaci¨®n a la democracia ha aparecido tanto en la acusaci¨®n como en la defensa, lo que demuestra las distintas maneras de concebirla en este caso concreto. Como muestra, obs¨¦rvese que, en ejercicio leg¨ªtimo de su derecho a defenderse, los acusados han apelado al "mandato democr¨¢tico" que, en su opini¨®n, recibieron en las elecciones del 27 de septiembre de 2015 en las que obtuvieron mayor¨ªa de esca?os, mientras que para la oposici¨®n, en unas elecciones convocadas como plebiscito, deb¨ªa atenderse a los votos, en los que el independentismo perdi¨®. Por no hablar de las distintas visiones sobre lo que es justo o injusto, en este y en otros procesos penales.

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Los argumentos jur¨ªdicos

Esta tensi¨®n se mantendr¨¢ probablemente a lo largo de todo el juicio porque es una tensi¨®n de fondo especialmente visible en casos con claro contexto pol¨ªtico. Incluso la propia consideraci¨®n como juicio pol¨ªtico admite un sentido peyorativo y otro meramente descriptivo del contexto. Pero ninguna de estas cuestiones se debaten en el juicio al proc¨¦s. Frecuentemente se olvida que los conceptos de democracia y Estado de derecho, aunque interrelacionados, no son equivalentes y se enuncian por separado en el art¨ªculo 1 de la Constituci¨®n al proclamar el "estado social y democr¨¢tico de derecho". La calidad de nuestras leyes o de nuestro sistema de participaci¨®n popular en el ejercicio democr¨¢tico del poder seguir¨¢ siendo saludable objeto de debate social y pol¨ªtico, pero en el juicio penal no se debate sobre la democracia sino sobre el Estado de derecho, esto es, sobre la sumisi¨®n de los ciudadanos y, especialmente, los poderes p¨²blicos a la ley, porque defenderlo es la funci¨®n esencial encomendada a los tribunales. Llevan raz¨®n Oriol Junqueras al decir que defender pac¨ªficamente la independencia no es delito y tambi¨¦n el lema de la manifestaci¨®n del pasado 17 de febrero en Barcelona afirmando que "la autodeterminaci¨®n no es delito". Pero lo que debe discutirse ahora no son los grandes conceptos pol¨ªticos usados m¨¢s o menos ret¨®ricamente, sino la legalidad de las v¨ªas empleadas para perseguirlos o hacerlos efectivos.

Llegados a este punto, el quiz¨¢ desconcertado lector se preguntar¨¢, con raz¨®n, c¨®mo hacerlo cuando ante una misma ley son posibles interpretaciones tan opuestas como las mantenidas en este proceso y tambi¨¦n en estas p¨¢ginas. Efectivamente, los t¨¦rminos de cualquier ley son interpretables, pero es precisamente el Estado de derecho el que impone l¨ªmites a la interpretaci¨®n de un texto. Discuti¨¦ndolos sabemos de lo que hablamos, con mucha m¨¢s precisi¨®n que cuando se apela a la democracia o la justicia alegadas seg¨²n las necesidades de cada opci¨®n pol¨ªtica.

Mercedes Garc¨ªa Ar¨¢n es catedr¨¢tica de Derecho Penal.