?Importa la caligraf¨ªa?
El ordenador, el 'whatsapp' y el corrector se han erigido en el avatar que nos despersonaliza y en cierta forma nos deshumaniza
Para alguien como yo, que llevo 60 a?os buscando trazados armoniosos y la forma m¨¢s natural de unir letras con letras y s¨ªlabas con s¨ªlabas ¡ª ?ay!, s¨ªlabas con s¨ªlabas...¡ª en mi est¨¦ril aprendizaje de escritura, una respuesta afirmativa es obligada. Y temida.
Sin embargo, desde hace mucho ha dejado de ser uno de mis complejos. ?Qu¨¦ liberaci¨®n!, no avergonzarme cada vez que alguien recib¨ªa una carta m¨ªa imaginando su indignada dificultad en descifrar aquella tortuosa caligraf¨ªa que pretend¨ªa expresarle un sentimiento, narrarle cualquier acontecimiento o informarle de mi estado y preguntar por el suyo. Tampoco he vuelto a sonrojarme delante de una ventanilla al entregar una instancia con su p¨®liza ensalivada. Recuerdo a mis profesores de instituto cuando escrib¨ªan en la pizarra con una tiza blanca. Tan negra la pizarra, tan blanca la tiza. Tan armonioso el trazo de aquellas palabras. Oigo el suave roce del cepillo sobre ef¨ªmeros enunciados. Hasta huelo aromas de pino en las finas virutas desprendidas de 50 l¨¢pices por otros tantos sacapuntas.
La caligraf¨ªa daba sentido a la escritura. ?Qu¨¦ valor tendr¨ªa una magn¨ªfica caligraf¨ªa si no iba acompa?ada de una correcta redacci¨®n y ortograf¨ªa? Siempre pens¨¦ que si alguna vez lograra escribir con buena letra no podr¨ªa parar de hacerlo por el simple placer de ver esas airosas eles may¨²sculas; en las efes, sus filigranas, la sutileza de las eses o las elegantes tes. Todas ellas cadenciosamente enlazadas entre s¨ª. Musicales s¨ªlabas marcando el ritmo a ideas surgidas espont¨¢neamente, encontradas al azar en el papel. Tambi¨¦n aumentaba nuestra relaci¨®n con los dem¨¢s. Nos identificaba. Hemos olvidado que hasta no hace mucho, cuando todav¨ªa escrib¨ªamos con pluma, se analizaba la personalidad a trav¨¦s de la escritura, que no era otra cosa que los rasgos de su caligraf¨ªa.
Hoy, el anonimato ha triunfado. El ordenador, el whatsapp y el corrector se han erigido en el avatar que nos despersonaliza y en cierta forma nos deshumaniza. Ya no hay necesidad de esforzarse en escribir bien y claro, ni redactar con correcta ortograf¨ªa. Nuestra comunicaci¨®n es telegr¨¢fica y a nadie acompleja reenviar lo escrito por otro. Es tan c¨®modo...
Esta tribuna es una colaboraci¨®n de un lector en el marco de la campa?a ?Y t¨² qu¨¦ piensas?. EL PA?S anima a sus lectores a participar en el debate. Algunas tribunas ser¨¢n seleccionadas por el Defensor del Lector para su publicaci¨®n.
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