¡®Permalancers¡¯
No se puede vender la realizaci¨®n personal por el autoempleo cuando este es tan precario
Ahora que est¨¢ el mundo abierto en canal, con elecciones nacionales y europeas a la vista, es cuando m¨¢s importa priorizar los debates y llamar a las cosas por su nombre. Desde EE UU nos llegan t¨¦rminos para definir las nuevas realidades laborales, esas cuya definici¨®n deber¨ªa ser una de las tareas prioritarias de los Gobiernos que salgan de la pr¨®xima primavera electoral. All¨ª, por ejemplo, llaman permalancers (permanent freelancers) a los falsos aut¨®nomos de toda la vida. Lo disfrazan de una falsa m¨ªstica de autorrealizaci¨®n, pero en realidad son una cara m¨¢s de la econom¨ªa precaria.
Siempre ha habido permalancers, igual que siempre ha habido gig economy, econom¨ªa del encargo puntual. El problema es que hoy quienes pasean perros, luego cogen la moto para entregar un paquete y m¨¢s tarde dan unas clases particulares no son solo estudiantes que no buscan un compromiso laboral a tiempo completo. A menudo tienen familiares a cargo. Prestan servicios espor¨¢dicos o fijos pero no prev¨¦n que su situaci¨®n cambie. Eso influye en su capacidad de tomar decisiones a largo plazo y termina perjudicando a toda la econom¨ªa del pa¨ªs.
En Europa estamos a¨²n lejos del gigante americano gracias a la mayor regulaci¨®n. Pero ha prendido el planteamiento de que empresas y trabajadores siempre pueden hacer m¨¢s con menos. Durante los ¨²ltimos 20 a?os hemos visto que las reformas limaban derechos y la negociaci¨®n colectiva. Paralelamente ha ido creciendo una zona gris de trabajadores no asalariados, muchos vinculados a plataformas digitales.
Uno de los debates m¨¢s urgentes en la Uni¨®n Europea es el futuro del empleo. Por primera vez en 25 a?os, la UE ha llegado a un acuerdo para sacar del limbo a esos ¡°empleados at¨ªpicos¡± (trabajadores, no solo asalariados). Se aprobar¨¢ en abril, y los pa¨ªses miembros tendr¨¢n tres a?os para adoptarlo. La realidad es que es mucho menos garantista que el Estatuto de los Trabajadores espa?ol. Para poder llegar a un consenso con pa¨ªses como Holanda o Reino Unido, se mete a mucha gente en el saco del trabajo por cuenta propia, ocultando una relaci¨®n de dependencia con la empresa que los solicita. Es la aceptaci¨®n de la figura del falso aut¨®nomo.
Creer que el mundo ha cambiado tanto que no podemos permitirnos un mayor nivel de protecci¨®n y consistencia en el empleo es un planteamiento ruinoso. Sobre todo porque aquellos que viven sin poder planificar pueden sentirse tentados a ejercer un voto de castigo hacia una Uni¨®n Europea que no los tiene en cuenta. Por supuesto que hay trabajadores realizados en la gig economy. Y aut¨®nomos por elecci¨®n propia. Y emprendedores que sufren por el exceso de burocracia. Pero no se puede vender la realizaci¨®n personal por el autoempleo cuando este es tan precario.
@anafuentesf
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.