Pr¨¢cticas poco honestas
Recib¨ª una visita en mi domicilio de una persona que se identific¨® como representante de mi compa?¨ªa de electricidad. Dijo me hab¨ªan avisado por carta, lo que no era verdad, y me propuso una rebaja en determinados escalones de mi factura, de la que parec¨ªa poseer m¨¢s detalles identificativos de lo que considero adecuado y conveniente. Empec¨¦ a sospechar que aquello no ten¨ªa sentido cuando vi que en su tablet aparec¨ªa la referencia de otra compa?¨ªa el¨¦ctrica, no de la m¨ªa. A mi pregunta de por qu¨¦, respondi¨® algo as¨ª como que todas las comercializadoras estaban consorciadas. Comprob¨® algunos de mis datos personales, pero puse pie en pared cuando me demand¨® el n¨²mero de mi cuenta bancaria. Lo que estaba claro, y as¨ª se lo dije, es que su actuaci¨®n era muy irregular y la invit¨¦ a irse. ?Por qu¨¦ nuestros datos est¨¢n disponibles para las comercializadoras el¨¦ctricas? ?por qu¨¦ nadie act¨²a contra estos piratas? ?cu¨¢ntos hogares sufren fraudes a causa de su actuaci¨®n?
Jos¨¦ Mar¨ªa Cuadro. Boadilla del Monte (Madrid)
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