?Qu¨¦ fue de aquel feminismo de las Spice Girls que ruboriz¨® al pr¨ªncipe Carlos?

Premios Brits, a?o 1997. Liam Gallagher no estaba presente en la gala. ?El motivo? Lo explic¨® de una manera que por aquel entonces la prensa acept¨® como otra de sus sobradas, pero hoy nadie le permitir¨ªa. Dijo, concretamente, que no acudir¨ªa a la gala porque ¡°si me encuentro con las Spice Girls les dar¨ªa un bofet¨®n¡±.

Durante un encuentro entre las Spice Girls y el pr¨ªncipe Carlos en 1997, Geri pellizc¨® el culo al heredero. La forma en que reventaron el protocolo y salieron triunfantes qued¨® para la posteridad como uno de los grandes momentos del pop de los noventa

Las Spice Girls acabaron ganando aquella noche el premio a Mejor V¨ªdeo por Say you¡¯ll be there y mejor sencillo del a?o por Wannabe. Al recoger este ¨²ltimo, Mel C se acerc¨® al micr¨®fono antes de abandonar el escenario y grito: ¡°Solo quiero decirle a Liam: ?ven e int¨¦ntalo si te crees tan duro!¡±.

Pareci¨® el momento en que, por fin, el pop femenino mir¨® a la cara al rock masculino y le plant¨® pelea. El pop era el ¨²nico terreno en el que las mujeres pod¨ªan reinar y aparecer en las listas de superventas junto a los hombres (el rock de estadio siempre ha sido solo para ellos). Sin embargo, las mujeres en el pop casi siempre hab¨ªan sido creaciones masculinas. O sea: ellos segu¨ªan al mando, solo que lo hac¨ªan en la sombra y poniendo como rostro visible a una o m¨¢s mujeres de belleza can¨®nica para las masas. Las Spice Girls siguieron esa corriente solo a medias: efectivamente se formaron tras responder a un anuncio puesto por dos productores (hombres) paras formar una banda femenina que compitiese con grupos de ¨¦xito como Take That o East 17, pero desde el principio comenzaron a escribir juntas sus propias canciones. El grupo dej¨® un hecho poco com¨²n: todas sus canciones de todos sus discos llevaban la firma de las cinco en los cr¨¦ditos de composici¨®n.

Otra escena poco com¨²n qued¨® para la posteridad como s¨ªmbolo de los logros de estas cinco chicas que parec¨ªan haber surgido de la nada: su encuentro con el pr¨ªncipe Carlos, ellas vestidas con ch¨¢ndales, llamativos escotes y trajes chaqueta de colores chillones, y ¨¦l atolondrado ante esas cinco chicas que le hab¨ªan plantado un beso en la cara y dejado su pintalabios grabado en su mejilla. La ejecutora de ese beso fue Geri Halliwell que, adem¨¢s, en ese encuentro, le pellizc¨® el culo al heredero. La forma en que reventaron el protocolo y salieron triunfantes qued¨® para la posteridad como uno de los grandes momentos del pop de los noventa.

"Pellizco el culo a todo el mundo", explic¨® Geri en una entrevista en Rolling Stone. "?Por qu¨¦ no voy a hacerlo con el pr¨ªncipe?". El periodista le pregunta si har¨ªa lo mismo con el Papa. "?S¨ª! No. Depende". A?ade a continuaci¨®n: "La gente intentaba frenar nuestras bromas. Pero solo es un hombre que, como todos los dem¨¢s, quiere re¨ªrse".

¡°Somos una comunidad en la que cada una de nosotras brilla de forma individual, sin hacer que ninguna otra se sienta insegura. Nos liberamos mutuamente. Una comunidad tiene que ser liberadora¡±

Su ¨¦xito arrasador (es el grupo femenino m¨¢s exitoso de la historia), unido a bofetones dial¨¦cticos como el que dedicaron al intocable Liam Gallagher o gestos tan espont¨¢neos y atrevidos como meter mano a un futuro monarca, las convirtieron en las reinas de algo llamado girl power (poder de las chicas). Un grito convertido en merchandising, presente en camisetas, libretas, carpetas y gorras que levant¨® tantas pasiones como cejas. La autora Caitlyn Moran lo calific¨® como un sustituto de la palabra feminismo que desactivaba su verdadero significado. "Dejamos de usar la palabra feminismo en la ¨¦poca en que aparecieron las Spice Girls, que es una de las razones por las que me irritan, y empezamos a usar girl power".?

Moran ten¨ªa raz¨®n en que el t¨¦rmino girl power representaba todo lo malo del m¨¢rquetin (resultaba artificioso y calculado), pero tambi¨¦n lo bueno (se hizo masivo). Y al igual que Moran, que no ven¨ªa del academicismo sino del periodismo musical, las Spice Girls no ejerc¨ªan un feminismo intelectual resultado de leer a Gloria Steinam o Betty Friedan, sino uno inspirado por la observaci¨®n, por sus vivencias y por su propia permeabilidad ante la cultura pop que hab¨ªan mamado desde peque?as. Aquellas cinco chicas quer¨ªan ganar lo mismo que los roqueros y ser igual de famosos en su profesi¨®n.

Para datos objetivos, los n¨²meros: su primer disco (Spice, 1996) vendi¨® 31 millones de ejemplares. El segundo (Spice world, 1997), 20. Las cinco chicas se convirtieron en una m¨¢quina de hacer dinero y rubricaron, tambi¨¦n, el triunfo de la clase media-baja brit¨¢nica. Mel B naci¨® y cre¨® en Harehills, un barrio de clase trabajadora en Leeds con una alt¨ªsima tasa de delincuencia. Los padres de Emma Bunton eran una profesora de k¨¢rate y un repartidor de leche. Los de Mel C, un t¨¦cnico de ascensores y una secretaria. Geri, de ascendencia espa?ola, creci¨® en unas viviendas p¨²blicas. ?nicamente Victoria tuvo una vida acomodada gracias a la empresa de electr¨®nica que fund¨® su padre.

El nombre de Moran no es el de la ¨²nica feminista que se cruza en el camino de las Spice Girls. En 1997 dejaron para la posteridad una de las entrevistas m¨¢s curiosas y extra?as de la historia del periodismo musical cuando el brit¨¢nico The Guardian decidi¨® enviar a Kathy Acker a entrevistar a las chicas. Poeta punk-feminista, performer y escritora experimental, Acker (que falleci¨® pocos meses despu¨¦s de la entrevista debido a un c¨¢ncer) acudi¨® al encuentro con cierta actitud c¨ªnica y una mochila de prejuicios, pero no pudo evitar quedarse fascinada con las chicas.

Es inevitable preguntarse si es justo pedir compromiso pol¨ªtico a Geri, Emma, Victoria, Mel B y Mel C. Nunca nadie se lo ha pedido a los Backstreet Boys

¡°Somos una comunidad en la que cada una de nosotras brilla de forma individual, sin hacer que ninguna otra se sienta insegura. Nos liberamos mutuamente. Una comunidad tiene que ser liberadora¡±, le cont¨® Geri. ¡°Vivo con mi novio, pero sigo saliendo por la noche¡­ coquetear es natural. Puedo salir toda la noche y volver a casa cuando quiera. Tu vida no tiene que cambiar porque est¨¦s con alguien¡±, sentenci¨® Mel B. ¡°Yo quiero tener restaurantes y coleccionar arte. Y una casa bonita y grande¡±, dijo Victoria. ¡°Yo no s¨¦ lo que quiero hacer con mi vida¡±, musit¨® Mel C. ¡°Yo quiero una familia enorme, como los Walton¡±, finaliza Emma.

¡°Me gustan estas chicas¡±, concluye Acker en el art¨ªculo. ¡°Las Spice Girls son una voz que lleva muchos a?os reprimida. Las voces de mujeres j¨®venes y, muy importante, de mujeres que no pertenecen a las clases con educaci¨®n superior¡±. Las Spice Girls dejaron muchos mensajes positivos: ¨¦xitos como Wannabe o Spice up your life no hablaban de amor, sino de amistad y uni¨®n entre mujeres. No hab¨ªa una l¨ªder en el grupo que hiciera sombra a los dem¨¢s: se trata, probablemente, del grupo femenino de la historia del pop en el que la atenci¨®n estaba m¨¢s milim¨¦tricamente repartida entre las cinco chicas. Su pel¨ªcula Spice world fue masacrada por la cr¨ªtica, pero permanece hoy como una de las pocas pel¨ªculas comerciales de los noventa que pasan (de hecho, revientan) el test de Bechdel: que haya m¨¢s de dos personajes femeninos con di¨¢logo en una pel¨ªcula, que hablen entre s¨ª y que cuando hablen no sea sobre un hombre.

?Pero cu¨¢l es su legado? ?Es el tan gen¨¦rico girl power v¨¢lido en una era de debates tan concretos y duros como la gestaci¨®n subrogada o la justicia patriarcal? En una reciente entrevista en v¨ªdeo con el brit¨¢nico The Sun, el periodista les pregunt¨®: ¡°?Hoy es girl power (poder de las chicas) o woman power (el poder de las mujeres)?¡±, con relaci¨®n a la edad de las componentes del grupo, que roza los 45. ¡°Es el poder de la gente¡±, responden ellas. ¡°Si usamos la palabra feminismo, b¨²scala en el diccionario y ver¨¢s que habla de la igualdad entre hombres y mujeres. Es todo el mundo¡±. De Theresa May dijeron: ¡°Es una gran bailarina¡±. Sobre el Brexit, que ¡°la situaci¨®n pol¨ªtica es realmente dif¨ªcil¡±. ¡°Yo es que no vivo aqu¨ª¡±, apunta Mel B (reside en Estados Unidos). ¡°Lo que pase, que pase. Lo importante es no estar divididos, permanecer juntos¡±, a?adi¨®.

O bien el girl power se ha vuelto blanco o, sencillamente, ha quedado como una ilusi¨®n de los noventa que ya no tiene cabida hoy. Geri, Emma, Victoria, Mel B y Mel C prefieren no mojarse pol¨ªticamente. No tendr¨ªan por qu¨¦: nadie ha pedido a los Backstreet Boys que lo hagan. Por eso este art¨ªculo no cuestiona la vigencia del compromiso de unas mujeres, sino la durabilidad de una ilusi¨®n que se sembr¨® en los noventa cuando ni?as de todo el mundo cantaron: "?Qu¨¦ parte de no no has entendido?".