¡°Ahora muchas ni?as sue?an con ser jugadoras de baloncesto¡±
Nd¨¨ye S¨¨ne es una deportista nacida en un humilde barrio de pescadores de Saint Louis que se ha convertido en un referente de constancia en Senegal
Cancha de baloncesto de la Universidad Cheikh Anta Diop, en Dakar. Cuatro de la tarde. Decenas de chavales corren de una canasta a la otra practicando fintas, botes de bal¨®n y lanzamientos. La actividad es fren¨¦tica. Media hora m¨¢s tarde aparece ella, con gesto serio y saludando a todos los que est¨¢n en el peque?o grader¨ªo lateral. Es Nd¨¨ye S¨¨ne, reina entre las reinas, la mejor jugadora de baloncesto de Senegal, ganadora de tantos trofeos que ya ni le caben en la vitrina de su casa. Nacida en el humilde barrio de pescadores de Goxu Mbathie, en Saint Louis, su carrera es para muchas j¨®venes deportistas la materializaci¨®n de un sue?o. Un ejemplo a seguir.
Todo empez¨® cuando ten¨ªa siete a?os. ¡°Me gustaba el deporte, pero yo jugaba al f¨²tbol. Entonces una amiga que se llamaba Anta Ndiaye me convenci¨® para que empezara con el baloncesto. Yo iba alternando un deporte y otro hasta que los dirigentes del club donde jug¨¢bamos hablaron con mi familia para que dejara el f¨²tbol y me concentrara en el basket¡±. La joven Nd¨¨ye ya deb¨ªa apuntar maneras.
Fue su abuela, Khady Fall, quien desempe?¨® un papel clave en esta historia. En Senegal a¨²n existen familias que ven con malos ojos que una ni?a se dedique al deporte. ¡°Ella siempre me apoy¨®, fue la persona que me crio porque mi madre se hab¨ªa divorciado de mi padre y yo a ¨¦l no lo conoc¨ªa¡±, explica la joven, que en la actualidad tiene 31 a?os. De todos sus hermanos y hermanas es la ¨²nica, como dice ella, ¡°que lleva pantal¨®n corto¡±.
Los ¨¦xitos llegaron pronto en su club de toda la vida, el Saint Louis Basket. ¡°No s¨¦, muchos campeonatos, muchos trofeos, hasta en tres ocasiones me nombraron la mejor jugadora de Senegal¡±. Tanto son¨® su nombre que un buen d¨ªa decidi¨® emprender una aventura ins¨®lita. Fue en 2009 cuando un equipo rumano se ofreci¨® a ficharla y hasta all¨¢ que se fue, permaneciendo dos temporadas. ¡°Fue toda una experiencia. Me di cuenta de c¨®mo de desarrollada est¨¢ Europa respecto a ?frica, pero el fr¨ªo era tremendo. Si pon¨ªas un vaso de agua en la ventana a los pocos segundos estaba congelado¡±, recuerda con una sonrisa.
Nd¨¨ye S¨¨ne est¨¢ casada y tiene un hijo de cuatro a?os. Sin embargo, el hecho de haber formado una familia nunca le ha impedido estar en la ¨¦lite del deporte femenino profesional de Senegal. ¡°Claro que los echo de menos a los dos, yo vivo en Dakar y ellos est¨¢n en Saint Louis porque ¨¦l trabaja de funcionario en Urbanismo. Los veo cada vez que puedo¡±. Incluso no descartar¨ªa aceptar una oferta de alg¨²n club europeo, si fuera el caso. ¡°Mi marido es muy comprensivo, pero eso de ir a jugar fuera solo depende de Dios¡±, asegura con firmeza. De momento, pertenece al Universidad de Dakar despu¨¦s de haber estado la ¨²ltima temporada en el Ciudad de Dakar, con el que gan¨® un cuarto trofeo de mejor jugadora.
Es una joven decidida, dispuesta a llegar lejos por hacer lo que le gusta y ama. Cuando empezaba a ser conocida fue en busca de su padre, el luchador Doudou S¨¨ne. ¡°Sab¨ªa que hab¨ªa estado viviendo en Nuakchot, trabajando en el pescado, pero ahora estaba jubilado¡±, explica. Lo encontr¨® en Diama, un pueblo del interior de Saint Louis cerca del r¨ªo. ¡°Ahora est¨¢ muy orgulloso de m¨ª. En este pa¨ªs hay personas que impiden a sus hijas jugar al baloncesto porque dicen que para ellas lo mejor es la cocina y casarse con un buen marido. Pero ahora muchas ni?as quieren jugar al basket, ven c¨®mo he triunfado y he podido tenerlo todo. Eso me anima a seguir¡±, apunta.
El baloncesto es su vida; le permite tener sus propios ingresos y ense?ar como monitora a los m¨¢s peque?os
El baloncesto es su vida. Su actividad profesional le permite tener sus propios ingresos y adem¨¢s es monitora para los m¨¢s peque?os. ¡°Nunca fui a la escuela y yo jugaba por jugar. Pero un entrenador me dijo un d¨ªa que ten¨ªa que tom¨¢rmelo en serio, y hasta hoy¡±, recuerda. Entrena por la ma?ana y por la tarde y solo descansa dos d¨ªas despu¨¦s de los partidos. Seg¨²n Moustapha Gaye, uno de sus entrenadores, algunas de sus grandes virtudes son su capacidad de trabajo, su actitud y su af¨¢n de superaci¨®n.
Cae la tarde en Dakar y llega el momento para S¨¨ne de saltar a la cancha. Se pone sus tobilleras y sus zapatillas de deporte y se sienta un rato con sus compa?eras de club. Bromean entre ellas, se dan palmadas en la espalda, charlan animadamente. A las seis, entran en la pista. Hoy toca jugar contra los chicos y las gradas se han llenado de personas para asistir a este amistoso de entrenamiento. ¡°Ellos nos ganan, claro, son m¨¢s fuertes¡±, dice en una carcajada.
Sin embargo, tampoco est¨¢ del todo claro qui¨¦nes son los fuertes. Cuando la selecci¨®n de Senegal con ella al frente gan¨® el Campeonato femenino de ?frica en 2015 y fue recibida por el presidente Macky Sall en persona, Nd¨¨ye S¨¨ne le dijo que ten¨ªa que construir un segundo estadio en la capital. Dicho y hecho. Ahora existe el Dakar Arena. ¡°Ya pude jugar all¨ª una vez y es una gozada, est¨¢ mejor que bien¡±, dice.
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