La p¨¦sima educaci¨®n
La tienen los que devoran dos aperitivos pero pagan uno. Los que nos cobran por un humilde vino lo que les ha costado la botella
De todos, que a todos nos afecta, y que es casi seguro que no tiene ya remedio:
Los que no saben conducirse en p¨²blico. Los que atropellan. Los que aceleran las bicis por las aceras. Los que nos ponen horizontales porque conducen consultando el m¨®vil.
Los que nos embadurnan los zapatos porque les parecen joyas las cacas de su chucho, y nunca se agachan a recogerlas. Los que nunca dan los buenos d¨ªas e, incluso, ni siquiera los malos. Los que nunca solicitan los servicios por favor. Los clientes que no saben comportarse. Los que arrojan las servilletas al suelo. Los que juegan a atinar, pero nunca lo consiguen, en la taza del v¨¢ter. Los que, vamos, orinan tan a gusto fuera del tiesto.
Los que devoran dos aperitivos pero pagan uno. Los que nos cobran por un humilde vino lo que les ha costado la botella. Los que nos facturan por un filete la ternera entera. Los que ordenan servirles lo m¨¢s caro cuando paga el otro. Los que vocean sus miserias, sobre todo al tel¨¦fono, a grito limpio. Los prepotentes que seguro que piensan que un sabio terminar¨¢ inventando un m¨¦todo para que ellos no casquen. Los que nos llaman en tiempos intempestivos, tras decenios desde que les despedimos en la ¨²ltima fiesta del colegio, para pedirnos un favor. Los que nunca, faltar¨ªa m¨¢s, van a agradec¨¦rnoslo.
Los pelotas ante el poderoso y bobos perdidos ante el subordinado. Los que nunca leen. Los que tampoco aplauden. Los que viven a cuenta de quienes contribuimos, y contin¨²an abusando. Los que adoran el tuteo pero no se lo toleran a seg¨²n qu¨¦ pobres. Los que se abren camino a codazo limpio. Los que desprecian cualquiera de las normas: no estacionar, no dejar basuras, no escupir, no jugar a lo que sea, no pisotear los derechos de los dem¨¢s. Los que en la vida devolver¨¢n ni el m¨¢s m¨ªnimo billete en unas vueltas despistadas. Los que se llevar¨¢n al fondo del abrigo el peri¨®dico que ha pagado el bar. Los que pasar¨¢n al buz¨®n del vecino los papeles publicitarios que les han dejado. Los que se apropiar¨¢n de la carta del banco para los de al lado, porque menudo morbo conocer c¨®mo anda la econom¨ªa del 5? izquierda interior. Los que.
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