Golpe de Estado p¨®stumo
La piedra de toque y la respuesta al interrogante es el respeto a la regla de juego por parte de quienes nunca han respetado la regla de juego
?Transici¨®n o golpe? Todav¨ªa no se sabe. Desde la conquista francesa en 1830, han mandado siempre las botas sobre los votos. La tradici¨®n militar est¨¢ muy arraigada en un pa¨ªs que nunca se rindi¨® ante los invasores. La guerra de liberaci¨®n anticolonial la hicieron tambi¨¦n los militares y ellos fueron los que se apoderaron de la actual rep¨²blica. La transici¨®n democr¨¢tica es un sue?o, los golpes militares en cambio una tradici¨®n inveterada.
El pueblo, el se?or de los votos, siempre ha sido manipulado y dominado por los se?ores de las botas. Sin pueblo no hay revoluci¨®n ni independencia. Pero despu¨¦s de utilizarlo y de sacralizar su santo nombre, los militares lo han tirado al basurero de las palabras sin significado. Eso es la Constituci¨®n argelina, su multipartidismo, el sistema judicial, su falsa divisi¨®n de poderes y esa presidencia civil fake. Todo fake mucho antes de que se inventaran las fake news. Viejas fake antes de la nuevas fake.
Golpe a golpe se ha hecho este r¨¦gimen, y en los aleda?os del primer golpe ya estaba Buteflika, el presidente fake que nada preside porque a la vista est¨¢ que no se halla en sus cabales. Manda la familia, los hermanos, los amigos de los hermanos, entre los que se encuentran los nuevos hombres fuertes del Gobierno reci¨¦n nombrado, y mandan sobre todo los militares y sus servicios secretos, los que siempre han mandado. Cuidado: la ecuaci¨®n vale para Buteflika, que siempre ha sido un civil a las ¨®rdenes de los militares, incluso cuando brevemente se disfraz¨® de militar en los ¨²ltimos meses de la guerra de liberaci¨®n, no fuera que no le alcanzara la leyenda de los muyahidines fundacionales, h¨¦roes venerados oficialmente por la Rep¨²blica.
Los golpistas han envejecido pero la saben muy larga. Su especialidad son los golpes sordos, secretos, invisibles. Ganar tiempo, desgastar la protesta, provocar si hace falta. Es de lo que m¨¢s saben los viejos militares surgidos de una feroz guerra de liberaci¨®n y formados en buena parte en la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
La piedra de toque y la respuesta al interrogante es el respeto a la regla de juego por parte de quienes nunca han respetado la regla de juego. Ser¨¢ una transici¨®n si se respeta la letra de la Constituci¨®n y el esp¨ªritu de la rep¨²blica soberana que supo emanciparse de Francia. De la ley a la ley.
Pronto se sabr¨¢. Con Buteflika no hay transici¨®n. Por eso debe irse. Pudo suceder mucho antes, en 2014 cuando ya fue reelegido sin que estuviera capacitado para gobernar, y en los ¨²ltimos a?os desde que se convirti¨® en un vegetal. As¨ª lo dice la Constituci¨®n, que tambi¨¦n dispone c¨®mo proceder en la sucesi¨®n.
En vez de seguir la regla de juego, la camarilla que le rodea ha decidido aplazar las elecciones presidenciales y prolongar el mandato indefinidamente. Si nadie corrige esta decisi¨®n inconstitucional e ileg¨ªtima, a partir del 25 de abril, cuando termine el cuarto mandato presidencial, ser¨¢ oficial el nuevo golpe de Estado, el ¨²ltimo, que ser¨¢ propiamente un golpe p¨®stumo porque lo habr¨¢n dado en su nombre los amigos y familiares de un anciano incapacitado.
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