Rebelde con causa

Ayer explosion¨®, aunque a distancia, un volc¨¢nico duelo de titanes. M¨¢s exacto: de mitos vivientes.

En el olimpo de las figuras m¨ªticas del soberanismo catal¨¢n destacan dos seductores, de factura muy dispar.

Uno es el major Trapero, afianzado por su capacidad de empat¨ªa comunicativa cuando los atentados del 17-A. La conserva, subrayan las compas, pese a declarar sin barba ni uniforme. Trapero es el seny.

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El factor Trapero

Trapero intenta diluir el papel de los Mossos en el ¡®proc¨¦s¡¯ y apunta al Govern

El otro mito, sorry, es Carles Puigdemont, por su astucia, huidas y trucos m¨¢gicos contra el orden y el Estado. Aderezados de guitarra, Joan Baez y pasteler¨ªa carlista, resucita un viejo sue?o an¨¢rquico de este pa¨ªs catal¨¢n sin (apenas) gran pol¨ªtica.

Es la rauxa catalana, tan propia de Roca Guinarda, el bandolero Roque Ginart inmortalizado por Cervantes en el Quijote.

Ayer fue d¨ªa ol¨ªmpico. El mito Trapero mat¨® al mito Puigdemont.

James Dean era aparentemente el rebelde sin causa por antonomasia. El rebelde sin otra causa que la chica de sus amores encarnada por Nathalie Wood, que lo llev¨® a desafiar a sus padres, a su pandilla, al mundo entero.

Trapero encarn¨® al rebelde con causa: la de su uniforme. Ocurre con gentes de distintas profesiones, que ven su oficio como el oficio de vivir. Se declar¨® humillado por lo ¡°ofensivo¡± del trato recibido por el coronel P¨¦rez de los Cobos: dijo este ¡ªguerra de gorros¡ª que el despliegue de los Mossos ¡°fue una estafa, lo nunca visto¡±.

As¨ª que procur¨® desmontarlo. Lo hizo subrayando y completando la defensa que sus subordinados Castellv¨ª y Quevedo enhebraron aqu¨ª esta semana.

A saber, que los polic¨ªas catalanes no fueron pasivos; que su plan operativo fue el ¨²nico de los tres cuerpos; que su despliegue de ¡°binomios¡± en los colegios del 1-O era parte de un ¡°dispositivo compartido¡±...

Pero la tralla de mayor cuant¨ªa fue para desmontar a Puigdemont. Anunciar que la c¨²pula de los Mossos ultim¨® dos d¨ªas antes de proclamarse la independencia (el 27-O) su detenci¨®n y la del Govern, uno por uno, es vitriolo de letal capacidad corrosiva.

Porque lo prometieron y ofrecieron al Tribunal Superior catal¨¢n y est¨¢ escrito.

Y por razones de causa: deb¨ªan cumplir el ¡°mandato judicial¡±, y defender la ¡°legalidad¡± y ¡°la Constituci¨®n¡±: ¡°No acompa?¨¢bamos al proyecto independentista¡±, blasfem¨® contra la biblia de la secesi¨®n.

El uniformado blind¨® pues al uniforme de las proclamas del Govern. No de instrucciones concretas para interferir la labor del cuerpo, que dijo no haberlas.

Y reparti¨® as¨ª cartas en este proceso del proc¨¦s. Labr¨® por su inocencia, cuestionada en la Audiencia Nacional: si convenci¨® al Supremo, tendr¨¢ buen medrar debajo.

Arruin¨® a los consellers del Govern, pero sobre todo pol¨ªticamente. ¡°Puesto que solo el president respondi¨® ¡°hagan el trabajo que tengan que hacer¡±, ayud¨® a los reos presentes. Pues relativiz¨® la acusaci¨®n de complotar bas¨¢ndose en una fuerza policial amenazante, ese complemento a la rebeli¨®n descrita.

Su rebeld¨ªa era con causa.