Nuestra historia
Es importante hablar para defender y garantizar lo que a todas nos corresponde
En el siglo VIII a. C. se dijo que la primera mujer enviada por Zeus a La Tierra introducir¨ªa todos los males a la humanidad a trav¨¦s de una caja. A?os m¨¢s tarde otra entrega a comer una manzana, siendo castigada a estar bajo la potestad de su marido. En el siglo XV se casa una joven en otro pa¨ªs y media entre su padre y su marido, convirti¨¦ndose su patria en un Imperio: es acusada de loca. En el siglo XVIII a una brillante mente matem¨¢tica se le deniega la entrada en la Academia por su g¨¦nero: se disfraza de hombre para burlar dicha norma. En el siglo XIX una enfermera fund¨® una instituci¨®n de planificaci¨®n familiar y promovi¨® los anticonceptivos: acab¨® en la c¨¢rcel. En el siglo XX una ni?a regresa a su casa tras jugar en una plaza: es asaltada en un portal. Una mujer denuncia abiertamente el maltrato f¨ªsico y ps¨ªquico sufrido: es asesinada. Comienza a contabilizarse las v¨ªctimas por violencia de g¨¦nero. En el siglo XXI una ni?a muere aterida de fr¨ªo por tener que permanecer fuera de su casa por tener la regla. Una joven sale a hacer ejercicio y la matan. A otra se le deniega un cargo de responsabilidad en su trabajo. Otra, por el mismo ejercicio laboral recibe menos salario que su compa?ero masculino¡
Hay un punto com¨²n entre la manera en la que nos han contado la historia y la realidad: siempre ha sido un hecho la necesidad de la reivindicaci¨®n femenina por la igualdad, la libertad y la erradicaci¨®n de la violencia de g¨¦nero. Afirm¨® en 2003 la jueza iran¨ª Shirin Ebadi que "las mujeres constituyen la mitad de la poblaci¨®n en todos los pa¨ªses. Apartarlas y excluirlas de la participaci¨®n en la vida pol¨ªtica, social, econ¨®mica y cultural significar¨ªa, de hecho, tanto como privar a la poblaci¨®n de cualquier comunidad de la mitad de sus capacidades. La cultura patriarcal y la discriminaci¨®n contra la mujer no pueden continuar ni un segundo m¨¢s¡±. Por ello sigue siendo necesaria una mirada m¨¢s femenina que nunca a esta vor¨¢gine de cotidianidad que vivimos. En lo expuesto va mi historia. Es importante hablar para defender y garantizar lo que a todas nos corresponde. Ya lo dijo la escritora Audre Lorde: ¡°no ser¨¦ una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas. Nuestro silencio no nos proteger¨¢¡±.
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