Col¨®n y Cibeles
El Brexit no va solo de bulos o falsas promesas, es tambi¨¦n el resultado de la erosi¨®n de un orden pol¨ªtico espec¨ªfico y de sus verdades
La historia est¨¢ plagada de continuidades y discontinuidades, pero despu¨¦s del reciente espect¨¢culo ofrecido por la clase dirigente brit¨¢nica, parece que el Brexit se ha asegurado ya un lugar en los libros de historia. Constituye el ejemplo de un experimento pol¨ªtico donde encontramos el eco de los cl¨¢sicos tiempos de fricciones y visiones del mundo en disputa ¡ªgeneracionales, espaciales y comunicativas¡ª, y la culminaci¨®n del ascenso sist¨¦mico de la demagogia en el mundo.
Porque el Brexit no va solo de bulos o falsas promesas, ni siquiera de modelos obsoletos de pensar la realidad, como la idea de que es la soberan¨ªa y no el simple atrincheramiento identitario el que nos lleva a levantar fronteras absurdas. Es tambi¨¦n el resultado de la erosi¨®n de un orden pol¨ªtico espec¨ªfico y de sus verdades, el posible final de ese pasamanos que son nuestros sistemas de valores, con sus estructuras de legitimidad pensadas para ofrecer estabilidad y tranquilidad. La reacci¨®n ante la erosi¨®n, el gran movimiento de repliegue y desacoplamiento es el primer resultado dr¨¢stico del inevitable desajuste de la globalizaci¨®n.
La otra gran pulsi¨®n la estamos viendo con los colores de las olas violeta y verde que empiezan a ganar intensidad con una onda expansiva global. En Estados Unidos acompa?an al rojo del socialismo milenial, con el feminismo como nutriente y una propuesta program¨¢tica ecol¨®gica que ya se conoce como el Green New Deal. Y si esta semana el Brexit reaparec¨ªa como culminaci¨®n metaf¨®rica del ensimismamiento nacional, de una pulsi¨®n defensiva anclada en el pasado, la huelga mundial por el clima convocada por la adolescente Greta Thunberg representa la otra cara de la moneda.
La ra¨ªz de estas nuevas olas tan coloridas es por supuesto ilustrada, pues representan una llamada a nuevas formas de emancipaci¨®n y el cuestionamiento de todas las estructuras de poder. ?El objetivo? Crear espacios in¨¦ditos para la reivindicaci¨®n de la justicia. Su vitalidad radica en abogar por el cambio en nuestras percepciones morales; su revoluci¨®n, en la transformaci¨®n de los viejos sistemas de valores. Se erigen, as¨ª, como el nuevo punto de referencia para reivindicar de nuevo la idea de justicia. El ecologismo busca reorganizar el sistema productivo para hacerlo m¨¢s equitativo; la ola feminista pone la vida, el cuidado y la interdependencia en el centro de ese sistema valorativo. Y aviso para navegantes: no se trata de algo abstracto. La manifestaci¨®n local de estas dos grandes pulsiones ¡ªemancipaci¨®n o repliegue, universalismo o Brexit, futuro o pasado¡ª tambi¨¦n aqu¨ª la hemos visto retumbar con fuerza. En Cibeles el 8M y en Col¨®n.
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