Por qu¨¦ el problema no son las estrellas ni los generales de Vox

Cree Murakami que su gremio, el de los escritores, es un enorme ring de lucha libre en el que cabe todo el que se atreva a combatir. Por ello es absurdo el sentimiento patrimonial de los que estaban antes: ¡°Es f¨¢cil subir al ring, pero no lo es tanto permanecer en ¨¦l durante mucho tiempo¡±, sostiene el autor japon¨¦s en De qu¨¦ hablo cuando hablo de escribir (Tusquets).

Valga la figura para acoger a todos los que hoy est¨¢n saltando al ring y levantando de las gradas a un p¨²blico expectante, caprichoso, facil¨®n, que tal vez estaba aburrido. Hay expectativa, hay recelo. Escepticismo. Predisposici¨®n al desprecio. A la risa. A la esperanza. Al fin y al cabo no hab¨ªa ning¨²n Murakami ni Doris Lessing en combate, sino S¨¢nchez, Casado, Rivera e Iglesias. Y no hablamos de nobeles de Literatura, sino de pol¨ªtica nacional; el circo le queda m¨¢s cerca. Hay hambre de espect¨¢culo y todas las civilizaciones han tenido sus leones devorando cristianos.

Y es que los fichajes de estos d¨ªas componen una especie de ¡°no se vayan todav¨ªa, a¨²n hay m¨¢s¡±: figuras de rancia estirpe en la arena medi¨¢tica derechista, generales patriotas, un ejecutivo de Coca-Cola y varios tr¨¢nsfugas de dudoso impacto se han sumado a un baloncestista, un astronauta y un c¨®mico que sigue queriendo hacernos gracia con primarias de risa. El show contin¨²a.

Nada de ello es bueno, malo ni regular. Los outsiders tienen derecho a intentarlo, a enfangarse en la lucha libre y poner rostro a la vieja aspiraci¨®n de abrir la pol¨ªtica a representantes de la sociedad y bla, bla, bla. Hasta los generales tienen derecho a representar a Vox y a defender a Franco sin incurrir en ilegalidad ninguna, aunque por el camino se carguen la imagen democr¨¢tica del Ej¨¦rcito tan arduamente conquistada.

Pero, seguramente sin darse cuenta, sus art¨ªfices nos trasladan un mensaje nefasto: y es que el problema no es de los nuevos, sino de ellos, que necesitan borrar la vieja pol¨ªtica fracasada con espect¨¢culo asegurado, unos. O con uniforme y galones, otros.

Como dice Murakami, es f¨¢cil subir al ring. No lo es tanto permanecer en ¨¦l. Ni los fichados. Ni los fichadores.