Estigmatizar la diferencia

Creo que Polonia ser¨¢ un espacio libre de LGTB¡±, declar¨® una importante diputada del partido en el Gobierno, Ley y Justicia (PiS), recapitulando la consigna principal del bloque gobernante ante las pr¨®ximas elecciones europeas. En el sexto pa¨ªs m¨¢s grande de la Uni¨®n Europea, la orientaci¨®n sexual dominaba la pol¨ªtica.

Y bajo ning¨²n concepto se trata de tolerar o incluir, sino de la estigmatizaci¨®n de la diferencia, algo que para los habitantes de Europa Occidental seguro que es dif¨ªcil de entender. Ley y Justicia, contando con que conseguir¨¢n revertir la tendencia desfavorable en los sondeos, ha iniciado una persecuci¨®n sin precedentes a las personas con otra orientaci¨®n sexual, asustando a los polacos con el pernicioso impacto de la ¡°propaganda LGTB¡± en los j¨®venes: ¡°Quitad las manos de nuestros ni?os¡±, tronaba el l¨ªder del partido Jaroslaw Kaczynski. La ola de comentarios homof¨®bicos inund¨® los medios de comunicaci¨®n y las redes sociales, y los pol¨ªticos del partido cuidaron que no decayese, echando constantemente le?a al fuego de la propaganda. As¨ª, por ejemplo, el viceministro de Justicia Patryk Jaki, que se postula en las elecciones con la lista com¨²n del PiS, afirm¨® que ¡°luchar¨¢ para que el Parlamento Europeo no se ocupe de ¡°los asuntos LGTB¡±. Y la diputada del PiS Elzbieta Kruk declar¨® que Polonia tiene que ser un espacio libre de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (as¨ª se traduce la abreviatura LGTBI).

Los pol¨ªticos de la derecha polaca hablan el mismo idioma que los secuaces de Putin, quienes luchan contra las minor¨ªas sexuales

Esas palabras no solo suscitan asociaciones hist¨®ricas. En Chechenia, por nombrar una regi¨®n libre del colectivo LGTBI, el presidente Ramz¨¢n Kad¨ªrov encierra a los gais en campos de concentraci¨®n. A las palabras de Kruk, el partido no ha reaccionado de ninguna forma.

El PiS tiene un problema, pues sobrecargado con sucesivos esc¨¢ndalos, puede perder el poder este a?o. En 2015 las elecciones se celebraron durante el punto ¨¢lgido de la crisis migratoria, y alcanz¨® el poder, entre otras cosas, gracias a la campa?a contra los refugiados, afirmando que Polonia corr¨ªa el riesgo de ser invadida por terroristas musulmanes. En aquel entonces, Kaczynski consider¨® tambi¨¦n que los inmigrantes de Asia pod¨ªan traer a Polonia ¡°g¨¦rmenes y par¨¢sitos¡±. Hoy, de forma an¨¢loga, ladra contra las personas con otra orientaci¨®n sexual.

La decisi¨®n de las nuevas autoridades de Varsovia ¡ªsurgidas de la oposici¨®n al Gobierno del PiS¡ª de adoptar la denominada Declaraci¨®n LGTB+ ha sido el pretexto para la campa?a.

En ella, las autoridades municipales se comprometen a defender los derechos de las minor¨ªas sexuales, as¨ª como a ense?ar a los ni?os tolerancia en las escuelas y hacerlos conscientes de su sexualidad, am¨¦n de advertirles de la amenaza de los ped¨®filos. En Occidente, este tipo de iniciativas son el est¨¢ndar. En cambio, el PiS redujo el programa varsoviano a la consigna de ¡°ense?ar c¨®mo masturbarse en las escuelas¡±, y comenz¨® su ofensiva contra las minor¨ªas sexuales. La lucha contra el colectivo LGTBI se aceler¨® cuando el vicepresidente de Varsovia, que no oculta su orientaci¨®n homosexual, dijo en una entrevista que quisiera que en Polonia se legalizase el matrimonio de personas del mismo sexo, quienes, a largo plazo, podr¨ªan tambi¨¦n adoptar ni?os.

Las siglas LGTB, en manos de los ide¨®logos del partido, respaldados por los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos subordinados al PiS, se han convertido en el s¨ªmbolo de la desviaci¨®n y el colapso de la Uni¨®n Europea. Se podr¨ªa decir abiertamente que, en este caso, los pol¨ªticos de la derecha polaca hablan el mismo idioma que los secuaces del presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, quienes desde hace a?os luchan ferozmente contra todas las minor¨ªas sexuales.

Lo curioso es que el PiS calla sobre las cada vez m¨¢s importantes acusaciones a los obispos polacos de ocultar los casos de pedofilia en el seno de la Iglesia.

?Funcionar¨¢ esta estrategia? Probablemente no, y seguro que no como la campa?a de odio a los refugiados de 2015. Tras el inicio de los ataques al colectivo LGTBI los sondeos no han mejorado. La distancia entre la Coalici¨®n Europea, la uni¨®n de un amplio espectro de partidos pol¨ªticos proeurope¨ªstas y el PiS disminuye. Y la direcci¨®n del partido est¨¢ cada vez m¨¢s nerviosa.

Los polacos, a pesar de su Gobierno, son una sociedad tolerante, ilustrada y proeuropea. A pesar de los pesares, esa es la buena noticia que proviene de Polonia.

Bartosz T. Wielinski es el jefe de la secci¨®n Internacional del peri¨®dico Gazeta Wyborcza.

Traducci¨®n de Amelia Serraller Calvo.