Investigar a fondo

La polic¨ªa patri¨®tica es un eufemismo para designar a una trama de corrupci¨®n en el Ministerio del Interior durante el primer Gobierno de Mariano Rajoy, cuya misi¨®n era fabricar pruebas para perjudicar a rivales pol¨ªticos y destruirlas en el caso de los esc¨¢ndalos que afectaban al Partido Popular. Esta red, cuyas ramificaciones son cada vez m¨¢s profundas, est¨¢ siendo investigada por la Audiencia Nacional. Es necesario buscar hasta el final a los responsables ¨²ltimos de esta siniestra unidad, que ha socavado el Estado de derecho al utilizar a los cuerpos policiales destinados a protegerlo para actividades ilegales contra la democracia.

El ¨²ltimo afectado por esta mafia policial ha sido Pablo Iglesias, el l¨ªder del tercer partido en representaci¨®n parlamentaria, Podemos, contra el que esta unidad elabor¨® un informe chapucero, lleno de mentiras flagrantes e inconsistentes. Esto no impidi¨® que fuese publicado por medios de comunicaci¨®n, que han servido de correa de transmisi¨®n de la guerra sucia. Tambi¨¦n se utiliz¨® contra el pol¨ªtico el contenido de un m¨®vil robado a una colaboradora.

La informaci¨®n publicada por EL PA?S, que se?ala que la c¨²pula de Interior premi¨® a un confidente clave en la elaboraci¨®n del informe contra Podemos, al concederle un permiso de residencia, representa un indicio m¨¢s que apunta hacia la responsabilidad de los altos cargos del ministerio cuando se produjeron los hechos, entre 2012 y 2016. Utilizar a la polic¨ªa, que solo puede investigar bajo control judicial, para da?ar a rivales pol¨ªticos y para entorpecer investigaciones es tan grave que no solo existen responsables por acci¨®n ¡ªlos que ordenaron que se realizasen¡ª, sino tambi¨¦n por omisi¨®n: todos aquellos que, teniendo responsabilidades pol¨ªticas, permitieron que esto ocurriese bajo su mandato o ejercieron tan mal sus funciones que ni siquiera se enteraron de lo que pasaba en aquellos cuerpos que controlaban.

Cuando actuaba la mafia policial, el ministro del Interior era Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, diputado en la legislatura que acaba de terminar. Su n¨²mero dos era Francisco Mart¨ªnez, secretario de Estado de Seguridad, tambi¨¦n diputado saliente. Ambos son vocales suplentes en la Diputaci¨®n Permanente del Congreso y, por lo tanto, aforados hasta que se constituya la nueva C¨¢mara, a mediados de mayo. El jefe de la polic¨ªa era Ignacio Cosid¨®, portavoz del PP en el Senado hasta la disoluci¨®n de las Cortes. Este veterano pol¨ªtico popular ya hab¨ªa mostrado su catadura moral cuando insult¨® en el Senado a Gregorio Peces-Barba, al que acus¨® en unas repugnantes declaraciones de amparar a los terroristas. Ninguno de ellos repetir¨¢ en las listas del PP, aunque Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz forma parte de la ejecutiva de Pablo Casado.

Esta brigada gansteril fue cualquier cosa menos patri¨®tica, porque sus acciones han debilitado la confianza de los ciudadanos en una de las principales instituciones, la polic¨ªa, y han minado la confianza en el funcionamiento del Estado, que en las democracias mantiene el monopolio leg¨ªtimo de la fuerza. Solo investigando hasta el final a todos los implicados, sin importar hasta d¨®nde se ascienda en la cadena de mando, se podr¨¢ reparar, y solo parcialmente, el da?o que este grupo ha causado al Estado de derecho con su guerra sucia.