Cuanta m¨¢s coca¨ªna se intercepta, m¨¢s tr¨¢fico hay
Las operaciones antidroga provocan la adaptaci¨®n de los 'narcos' y la dispersi¨®n geogr¨¢fica de las rutas
EE UU lleva al menos 50 a?os en guerra contra el narcotr¨¢fico. Una pelea que, a pesar de todos los recursos que dedica, est¨¢ perdiendo. En el lustro anterior ha llegado al pa¨ªs m¨¢s coca¨ªna, por m¨¢s sitios y m¨¢s barata (al por mayor) que nunca. Ahora, un estudio se?ala que la propia pol¨ªtica antidroga estadounidense ha creado un ecosistema en el que los narcos responden a cada golpe adapt¨¢ndose, abriendo nuevas rutas y nodos.
En 2016, ¨²ltimos datos disponibles, el conglomerado de agencias federales del Gobierno de EE UU que lucha contra las drogas dispuso de 4.700 millones de d¨®lares para evitar que la coca¨ªna entra en el pa¨ªs. Es un dinero dedicado solo a interceptar cargamentos, hay otras partidas para arrasar los cultivos o combatir a los narcotraficantes ya en suelo estadounidense. El dinero se lo reparten casi una decena de agencias, desde guardacostas y vigilancia de fronteras, hasta servicios de inteligencia, pasando por la principal agencia antidroga, la DEA. En el caso de la coca¨ªna, la zona de tr¨¢nsito a vigilar est¨¢ al sur: M¨¦xico y Am¨¦rica central, el Caribe y el Pac¨ªfico.
Sin embargo, en 2017, seg¨²n datos oficiales llegaron al pa¨ªs m¨¢s de 1.100 toneladas de coca¨ªna, el 97% procedente de Colombia. Se trata de la cifra m¨¢s alta jam¨¢s registrada. Adem¨¢s, la coca¨ªna que se vende en las calles es unos 20 d¨®lares m¨¢s barata que hace 10 a?os (calculado en gramo de coca¨ªna pura) y su pureza ha subido un 22% en este tiempo. En paralelo, las muertes por sobredosis pureza. En paralelo, las muertes por sobredosis se han doblado respecto a las de 2007. Un ¨²ltimo dato refleja como ninguno el fracaso: Los guardacostas, que tienen la misi¨®n de interceptar los barcos sospechosos en aguas no territoriales, decomisaron el 8,2% del flujo total estimado de coca¨ªna. Rara vez interceptan el 10% de todo el tr¨¢fico.
El ¨¢rea geogr¨¢fica de tr¨¢nsito desde que vigila EE UU se ha multiplicado por tres
Ahora, un grupo de ge¨®grafos asegura que el origen de tanto fracaso est¨¢ en la misma idea de la interceptaci¨®n. De hecho, sostienen que son las operaciones antidroga las que generan las condiciones para que haya m¨¢s tr¨¢fico de drogas. Para confirmarlo, crearon Narcologic, un modelo alimentado con elementos de la teor¨ªa econ¨®mica, datos geogr¨¢ficos y las estad¨ªsticas oficiales disponibles de decomisos en la zona de tr¨¢nsito en varios departamentos de Guatemala, Honduras, Panam¨¢. Nicaragua y Costa Rica. Su objetivo era reproducir la evoluci¨®n de los alijos desde 2005.
"Narcologic genera patrones espaciales y temporales de tr¨¢fico de coca¨ªna cualitativamente precisos y cuantitativamente realistas en respuesta a eventos de interceptaci¨®n", explica el investigador de la Universidad de Alabama y principal autor del estudio, Nicholas Magliocca. "En concreto, comparamos el momento, la magnitud y la localizaci¨®n de cargamentos de coca¨ªna simulados por el modelo con aquellos recogidos en la Base de Datos Antidrogas Consolidada" Este repositorio recoge toda la informaci¨®n oficial sobre operaciones contra el narcotr¨¢fico. "Narcologic pudo recrear el momento y ubicaci¨®n de los flujos de coca¨ªna en siete departamentos de Am¨¦rica central", concluye. Solo en las cantidades decomisadas no pudo ser del todo preciso, aunque si reprodujo la tendencia temporal de aumentos y descensos de lo interceptado.
Los resultados del modelo, publicados en la revista PNAS, tambi¨¦n reprodujeron un desplazamiento de las rutas del tr¨¢fico hacia el sur y hacia aguas del pac¨ªfico. Este desplazamiento (ver mapa), iniciado hace a?os, ha provocado un agrandamiento del ¨¢rea que usan los narcotraficantes. "La zona de tr¨¢nsito se ha agrandado de los dos a los siete millones de millas cuadradas entre 1996 y 1997", dice Magliocca. "Se trata de una clara respuesta y de un resultado de las operaci¨®n de interceptaci¨®n". o que revela Narcologic es que hay una relaci¨®n din¨¢mica entre interceptadores y narcotraficantes en la que estos muestran una gran capacidad de adaptaci¨®n.
La consecuencia ¨²ltima es que ahora hay m¨¢s v¨ªas de entrada que en el pasado. A la v¨ªa caribe?a de los a?os 60 y 70 se han a?adido los trasiegos costeros a ambos lados de la costa americana, las rutas por carretera y la v¨ªa del Pac¨ªfico que nace en las playas de Colombia o Ecuador. Los cr¨ªticos con la pol¨ªtica antidrogas de EE UU hab¨ªan acu?ado el t¨¦rmino efecto globo para definir el resultado de las operaciones contra el narco: Al presionarlo solo se consigue que el aire se vaya para otro lado. Ahora estos ge¨®grafos hablan tambi¨¦n de algo m¨¢s gr¨¢fico, el efecto cucaracha: Al aplastarla, se desparrama. Esa expansi¨®n hace m¨¢s porosa la red de interceptaci¨®n, lo que explicar¨ªa el bajo porcentaje de decomisos a pesar del aumento de fondos. Pero tambi¨¦n tiene otros da?os colaterales.
"Cuando las polic¨ªas interceptan a los traficantes, se les incentiva para operar en zonas remotas de dif¨ªcil acceso para la polic¨ªa. En Am¨¦rica central se trata de ¨¢reas protegidas e ind¨ªgenas, generalmente arboladas, o propiedad de peque?os granjeros ind¨ªgenas o mestizos", recuerda la ge¨®grafa de la Universidad Estatal de Ohio (EE UU) y coautora del estudio, Kendra McSweeney. A la deforestaci¨®n inicial para abrir pistas de aterrizaje o caminos, compran y desforestan tierras para aparentar que son ganaderos, lavar su dinero o hasta cultivar palma aceitera. "Por lo tanto, el principal impacto es la deforestaci¨®n y el despojo de los peque?os agricultores", a?ade McSweeney.
Apenas se decomisa el 10% del flujo de coca¨ªna que transita por Am¨¦rica central
La investigadora estadounidense lleva a?os estudiando c¨®mo avanza el cambio de la tierra y la deforestaci¨®n a medida que el narcotr¨¢fico busca nuevas rutas. "Las operaciones de interceptaci¨®n, generalmente en forma de operaciones antinarc¨®ticos de car¨¢cter militar se desarrollan una vez que una concentraci¨®n de tr¨¢fico es tan activa y obvia y los narcotraficantes operan con tal impunidad, que es embarazoso para las autoridades", relata. "El patr¨®n que hemos visto aqu¨ª y all¨¢ es que la deforestaci¨®n y el cambio en el uso de la tierra correlacionan muy estrechamente con el movimiento de las drogas", a?ade.
Adem¨¢s de las agencias antidroga y los sucesivos nodos ocupados por los traficantes, en la apertura de nuevas rutas tambi¨¦n interviene la presencia (o ausencia) del Estado en la zona y el mayor o menor grado de corrupci¨®n de sus representantes. "En efecto, las rutas del narcotr¨¢fico en casi todas partes dependen de la corrupci¨®n (o quiz¨¢s de amenazas e intimidaci¨®n, pero generalmente de la primera). Por supuesto, si hay una presencia cero del Estado, tambi¨¦n ayuda", comenta Adam Isacson, director para veedur¨ªa [inspecci¨®n] de defensa de WOLA, una organizaci¨®n estadounidense que trabaja en el campo de los derechos humanos en Am¨¦rica Latina, no relacionada con el actual estudio.
Para los creadores de Narcologic, este modelo geogr¨¢fico podr¨ªa servir para detectar antes de actuar estos posibles da?os colaterales o para explorar estrategias antidroga alternativas, desde escalar las interceptaciones hasta "una reducci¨®n al m¨ªnimo de las operaciones de interceptaci¨®n".
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