Doce minutos y diez segundos con Ryan Reynolds resfriado
Viajamos hasta Londres para encontrarnos con el actor, que es la imagen de la fragancia Armani Code Absolu. Las circunstancias para la entrevista son algo adversas, pero la coyuntura global para un tipo como ¨¦l, sexi, emp¨¢tico y relajado es perfecta
Ryan Reynolds (Vancouver, 1976) est¨¢ resfriado. Este redactor, tambi¨¦n. Pero este redactor no es Deadpool, no est¨¢ casado con Blake Lively, nunca ha sido elegido el hombre m¨¢s sexi del planeta y no es la imagen de Armani Code Absolu, la nueva fragancia de una de las sagas m¨¢s exitosas de este siglo. A pesar de todo eso, es Ryan Reynolds y no servidor quien decide que no es buena idea que dos personas enfermas se den la mano.
Si lo m¨ªo se agrava, como mucho perder¨¦ un vuelo y un pollo que dej¨¦ en casa descongel¨¢ndose; si lo suyo empeora, las acciones de varias multinacionales tal vez colapsen en bolsa. ¡°Para promocionar un perfume no me coloco en ning¨²n lugar especial¡±, dice desde la otra punta del enorme sof¨¢ de esta suite de hotel londinense. ¡°Si me preparo demasiado, se me va la cabeza. Lo que quiero es sentarme y disfrutar estos cinco minutos que tenemos para charlar t¨² y yo¡±, me dice. ?Cinco minutos? ?Hemos pactado diez! (al final, ser¨¢n 12 minutos y diez segundos).
?Hay algo de refrescante en sentarse a charlar de temas ajenos al mundo del cine? Mira, ya no hago entrevistas en mesa redonda para promocionar las pel¨ªculas. Creo que ese formato es una forma de perder el tiempo tanto del actor como del periodista. ?ltimamente, soy parte de la producci¨®n de muchas de mis cintas, por lo que puedo elegir hacer algo divertido. Yo qu¨¦ s¨¦, jugar a billar mientras charlamos. Oye, funciona. Se hace todo m¨¢s real. Este caso es diferente porque esto es un producto. Bueno, las pelis tambi¨¦n son un producto, pero con mil voces. Esto, en cambio, es tal vez m¨¢s singular. Me da la sensaci¨®n de que el se?or Armani tiene mucha m¨¢s influencia sobre productos como este perfume de lo que una persona concreta sobre una pel¨ªcula. Me pongo al servicio de su visi¨®n. Me la creo.
En el spot usted no hace que se desmayen cientos de mujeres al ponerse el perfume. Es bastante desconcertante. Es casi un thriller. Me alegr¨® mucho ver que no ¨ªbamos a hacer el t¨ªpico anuncio para fragancia. Ya sabes, tipos en blanco y negro que, sin ninguna raz¨®n aparente, de golpe empiezan a sacarse ropa, flexionar sus m¨²sculos y bla bla bla. Te juro que cada vez que ve¨ªa un anuncio de un tipo haciendo esas cosas mi pensamiento era: ¡°Esto yo no me lo voy a poner jam¨¢s¡±. Hoy, la aproximaci¨®n debe ser distinta porque los consumidores ven el mundo de otra manera. Lo sorprendente es que a¨²n haya gente haciendo esas cosas.
?Es consciente de lo bueno que es usted en redes? Gracias. Mira, muchos tienden a proyectar una versi¨®n idealizada de s¨ª mismos. A m¨ª, lo que me divierte es justo lo contrario. Jam¨¢s voy a subir a mi Instagram lo que he desayunado esta ma?ana. Te parecer¨¢ que lo hago bien y lo agradezco, pero soy un poco desastre, se me olvida muy a menudo y, de golpe, recuerdo que llevo semanas desde mi ¨²ltimo post, que era, no s¨¦, la alfombrilla de la puerta de casa, y creo que van a pensar que me he muerto o algo. A veces pienso: qu¨¦ divertido va a ser eso, y no me hace caso nadie. As¨ª que, mira, ni idea.
El 21 de diciembre subi¨® un post a Instagram que era una foto suya junto a Jake Gyllenhaal y Hugh Jackman en la que usted luc¨ªa un jersey navide?o y cara de haber sido v¨ªctima de una broma cruel. Tiene 8,5 millones de me gusta. ?Guarda el jersey? Vamos a escribir una serie de televisi¨®n basada en ese jersey.
Venga¡ No es broma.
En 2010 le eligieron el hombre m¨¢s sexi del mundo. Un a?o duro, ?no? Mucho.
?Con qui¨¦n puede compartir ese dolor? Solo con Hugh Jackman. ?l me entiende, le pas¨® lo mismo antes.
?Qu¨¦ es lo que se le da mejor? Escuchar, creo.
?M¨²sica? ?No! A las personas. Mi esposa tambi¨¦n es muy buena en eso.
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