Derrota de Erdogan
La derrota del presidente turco en las municipales muestra el rechazo urbano al proceso islamizador y autoritario
La derrota en las grandes ciudades del presidente Recep Tayyip Erdogan en las elecciones municipales celebradas en Turqu¨ªa el domingo es un claro mensaje del electorado urbano de ese pa¨ªs sobre su rechazo a la v¨ªa autoritaria y de islamizaci¨®n de la sociedad en la que el mandatario se ha embarcado desde hace algunos a?os.
Aunque su formaci¨®n, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas turcas), obtuvo el mayor n¨²mero de votos en el conjunto del pa¨ªs, lo cierto es que las grandes urbes, especialmente Ankara y Estambul, han dado la espalda al islamismo. Particularmente significativa ha sido la derrota en Estambul ¡ªque concentra el 20% de la poblaci¨®n de Turqu¨ªa y maneja un presupuesto astron¨®mico¡ª, ciudad en la que Erdogan comenz¨® su carrera pol¨ªtica y cuya alcald¨ªa ha ocupado su formaci¨®n pol¨ªtica durante los ¨²ltimos 25 a?os. En total, la oposici¨®n ha pasado a controlar seis de las diez ciudades m¨¢s pobladas de Turqu¨ªa, lo que coloca al mandatario ante una perspectiva in¨¦dita desde que pusiese en marcha la demolici¨®n del sistema laico que, bajo diversos reg¨ªmenes, ha sido una constante en Turqu¨ªa desde la creaci¨®n del Estado moderno en noviembre de 1922, tras la partici¨®n del Imperio otomano.
Erdogan se ha acostumbrado a ejercer el poder sin cortapisas. El intento del golpe de Estado de 2016 le ha servido de excusa para desencadenar una represi¨®n sin precedentes. La oposici¨®n ha sido hostigada y sus manifestaciones reprimidas violentamente en numerosas ocasiones. Ha realizado purgas tanto en el Ej¨¦rcito como en la Administraci¨®n p¨²blica, as¨ª como en institutos y universidades. Ha perseguido a periodistas incluso fuera de las fronteras turcas al amparo de una legislaci¨®n ad hoc sobre injurias al jefe del Estado, es decir, ¨¦l mismo. La minor¨ªa kurda contin¨²a denunciando violaciones de sus derechos b¨¢sicos mientras el Ej¨¦rcito turco ha combatido abiertamente a los kurdos tanto en Irak como en Siria. Ha utilizado a los refugiados de este ¨²ltimo pa¨ªs como moneda de cambio en unas dur¨ªsimas negociaciones con la UE. Y todo ello con un giro radical islamizador en una de las sociedades mayoritariamente musulmanas m¨¢s laicas del mundo.
El resultado electoral muestra que la sociedad turca m¨¢s moderna, y que hasta bien poco ha estado llamando a las puertas de la Uni¨®n Europea, no se halla dispuesta a seguir d¨®cilmente por ese camino. Turqu¨ªa es un pa¨ªs muy complejo con una organizaci¨®n formalmente democr¨¢tica y resulta necesario tener en cuenta la opini¨®n de todos a la hora de establecer el rumbo del pa¨ªs. Algo que hasta el domingo Erdogan no ha hecho.
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