La pelea del due?o de Pesquera para recuperar sus vides
Alejandro Fern¨¢ndez en lucha contra tres de sus hijas para recuperar el negocio con el que revolucion¨® los vinos Ribera del Duero
El jueves el teatro Gran Maestre de Madrid acog¨ªa lo que se anunciaba como ¡°una cita ¨²nica¡±, ¡°algo grande en el mundo del vino¡±. En la parte superior de la invitaci¨®n un sello inconfundible en el mundo vitivin¨ªcola: Alejandro Fern¨¢ndez, Grupo Pesquera. Pero Alejandro Fern¨¢ndez, el hombre hecho a s¨ª mismo, quien revolucion¨® y puso a Ribera de Duero en el panorama internacional con sus vinos, el primero en Espa?a en recibir 100 puntos de la lista Parker en 1982, no estaba all¨ª.
Esa misma ma?ana el alma m¨¢ter del Grupo Pesquera se sentaba junto a su hija Eva Fern¨¢ndez en el despacho de abogados que desde septiembre de 2018 le asesora para recuperar su empresa, sus bodegas, sus tierras y sus vides, aquellas con las que so?¨® desde peque?o cuando ¡°trasegaba con el vino en una peque?a barrica en la que cab¨ªan 15 o 20 c¨¢ntaros¡±. Las mismas a las que tres de sus hijas ¡ªOlga, Mari Cruz y Luc¨ªa¡ª unidas con la que ha sido su mujer durante d¨¦cadas ¡ªEmilia Rivera¡ª le han prohibido la entrada y de cuyas empresas ha sido destituido de todos los ¨®rganos de administraci¨®n. ¡°Hacer vino siempre fue mi sue?o¡±, explica este hombre de 86 a?os mientras juguetea con su gorra sentado tras una mesa de juntas. Su sue?o se hizo realidad en 1975, despu¨¦s de haber conseguido dinero ideando y fabricando m¨¢quinas para tirar paja, picar forraje y ensilarlo y cosechar remolacha. A su f¨¢brica la llamaban la mini Fasa en comparaci¨®n con la de Fasa Renault que tambi¨¦n estaba en Valladolid. De all¨ª sali¨® el capital para comprar tierras, plantar vides y construir los cimientos de un negocio dedicado al vino que tiene prestigio mundial y est¨¢ valorado en m¨¢s de 100 millones de euros. Alejandro vive desde hace un a?o con su hija Eva, en una casa en Valladolid que est¨¢ a nombre del emporio y recibe 1.700 euros al mes.
Su mente clara igual se transporta a los recuerdos del pasado como se subleva con los pleitos familiares del presente. El dolor de un padre que se siente traicionado tambi¨¦n asoma a sus ojos cuando se le pregunta cu¨¢l fue el inicio del conflicto que le enfrenta a tres de sus cuatro hijas y a su mujer, de la que est¨¢ en proceso de divorcio: ¡°Mis hijas, que se han ido apoderando poco a poco de todo¡±. Eva Fern¨¢ndez le mira sin intervenir hasta que se le pregunta. ¡°Empec¨¦ a trabajar al lado de mi padre en 1993, al final del bachillerato. Despu¨¦s estudi¨¦ dos a?os en Madrid, en la Escuela de la Vid ¡ªy muestra un documento que acredita que en 1996 se titul¨® en Viticultura y Enotecnia¡ª pero el mayor t¨ªtulo lo consegu¨ª aprendiendo de mi padre¡±. Eva era la en¨®loga de la bodega hasta junio de 2017 cuando sus hermanas decidieron contratar a una empresa de asesoramiento. Despu¨¦s la echaron. Desde hace un a?o tampoco tiene acceso a las instalaciones de la empresa.
Dos versiones y una empresa en el alero
Durante dos d¨ªas este peri¨®dico trat¨® infructuosamente de conocer la versi¨®n de la otra parte de este conflicto a trav¨¦s del abogado de Valladolid que defiende sus intereses. No hubo respuesta. Seg¨²n declaraciones de Luc¨ªa Fern¨¢ndez, actual directora general de la compa?¨ªa, recogidas por Cinco D¨ªas: "Grupo Pesquera no reflejaba nuestra grandeza (...) invisibiliza el resto de nuestras bodegas". La herida sigue abierta. Un decreto de la Fiscal¨ªa Superior de Valladolid ha formulado una denuncia por falsedad en documento mercantil por el arrendamiento de las tierras. Y el Juzgado 49 de Madrid ha admitido la querella de Alejandro Fern¨¢ndez contra la agencia de patentes Gonz¨¢lez Vacas S.L. y contra su hija Olga Fern¨¢ndez, representante legal de la empresa?Alejandro Fern¨¢ndez Tinto Pesquera S.L.
¡°?ramos una familia normal¡±, afirma Alejandro Fern¨¢ndez, ¡°Eva actuaba como en¨®loga conmigo, mis otras hijas estaban en la administraci¨®n y comercializaci¨®n, dos de mis yernos y mis nietas trabajan en la empresa¡±. Eva, con tono de incredulidad, explica que las cosas se torcieron cuando su padre se neg¨® a renovar el poder a Clemente Rueda, el gerente de facto aliado con sus otras tres hermanas. ¡°No lo quiso hacer porque era una trampa. Fue una batalla contra mi padre y contra m¨ª¡±.
El conflicto llevaba larv¨¢ndose desde tiempo antes de que Fern¨¢ndez ni siquiera lo intuyera. Sus hijas, seg¨²n afirman los abogados del bodeguero, hab¨ªan dado pasos previos como registrar en la misma agencia de patentes y marcas con las que trabajaba su padre otras casi id¨¦nticas a las originales, o firmar un contrato de arrendamiento de las tierras con su madre por 10 a?os y una cifra irrisoria, cuando pertenec¨ªan a la sociedad de gananciales y su padre no aparec¨ªa por parte alguna.
En el acto publicitario en el que se anunci¨® que Grupo Pesquera pasaba a llamarse Familia Fern¨¢ndez Rivera, la ausencia del padre no se mentaba, pero quien quer¨ªa escuchar pod¨ªa o¨ªr que estaba secuestrado por su hija Eva. La misma que por la ma?ana conten¨ªa las l¨¢grimas cuando le escuchaba decir: ¡°Quiero lo m¨ªo, mi Pesquera de toda la vida. Antes siempre llevaba vino en el maletero de mi coche para regalar. Desde hace un a?o mis propias hijas me han quitado todo lo que he hecho desde ni?o. Solo quiero partirlo, tener paz, hacer vino y continuar mi vida¡±.
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