La OTAN y Trump
Nada empa?a tanto el buen balance en continuidad y en resultados de los 70 a?os de la Alianza
La Alianza Atl¨¢ntica acaba de celebrar en Washington su 70? aniversario, en un clima de tensi¨®n con Rusia que evoca inevitablemente el que se instal¨® en el momento de su fundaci¨®n el 4 de abril de 1949. Esta no es, sin embargo, la principal preocupaci¨®n de los 29 pa¨ªses que participan ahora en la Alianza, a pesar del peligro que representan los reflejos expansionistas de Rusia y la aparici¨®n de una nueva bipolaridad entre Washington y la incipiente alianza entre Mosc¨² y Pek¨ªn. Es Donald Trump, con su actitud recelosa, la principal perturbaci¨®n en el cumplea?os de la que sin duda es la alianza defensiva m¨¢s longeva y exitosa de la historia.
Son m¨²ltiples las reticencias del presidente. La m¨¢s elemental afecta al car¨¢cter de las alianzas, que para la mentalidad mercantilista del presidente Trump solo se mide por las ganancias que obtenga su pa¨ªs. Los beneficios para la superpotencia hegem¨®nica estos 70 a?os de la existencia de la OTAN, y de su papel en la estabilidad, la paz, la prosperidad y la difusi¨®n de los valores liberales y democr¨¢ticos quedan fuera de cualquier c¨¢lculo en t¨¦rminos de ganancias y p¨¦rdidas.
Editoriales anteriores
El segundo reproche, formulado ya por anteriores presidentes, se refiere a la limitada contribuci¨®n presupuestaria de los europeos. Aunque en buena parte se ha empezado a solventar, tal como ha subrayado el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, el principal problema del gasto europeo no es tanto el de gastar m¨¢s, sino el de gastar bien, y hacerlo racional y coordinadamente. Trump no quisiera tan solo reducir la contribuci¨®n de su pa¨ªs, sino obtener adem¨¢s beneficios, como cobrar por sus bases en territorio europeo y conseguir que el mayor gasto se dirija a la compra de armamento de fabricaci¨®n estadounidense.
La tercera y m¨¢s grave reticencia afecta a los valores fundacionales atl¨¢nticos, que suscitan escaso entusiasmo en la actual Casa Blanca. Las expl¨ªcitas dudas presidenciales sobre el art¨ªculo 5, en el que se sustenta el compromiso solidario de defensa mutua en caso de ataque, han debilitado la alianza. Tambi¨¦n sus simpat¨ªas con los reg¨ªmenes de tendencia autoritaria, entre los que desgraciadamente ya se encuentran al menos tres socios atl¨¢nticos, como Hungr¨ªa, Polonia y Turqu¨ªa. Nada empa?a tanto el buen balance en continuidad y en resultados de los 70 a?os de la OTAN como una actitud reticente por parte del presidente de los Estados Unidos, algo de lo que los adversarios estrat¨¦gicos de la Alianza han tomado ya muy buena nota.
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