Lemas y logos
En una sociedad mediatizada, en ocasiones, la apuesta es ¡®que hablen de nosotros, aunque sea mal¡¯
Los lemas electorales deben transmitir un sentimiento o una idea en una sola frase, concisa y f¨¢cil de recordar. Son exitosos, dicen los expertos, cuando capturan la imaginaci¨®n del p¨²blico de manera espont¨¢nea. De los lemas de nuestra flamante campa?a, el del PSOE es el que ha recibido m¨¢s atenci¨®n por ahora. Haz que pase, Make it happen, tiene una evidente impronta anglosajona. Marcas de coches, cosm¨¦ticos y otras lo han utilizado en sus campa?as publicitarias para sugerir el poder de decisi¨®n que tenemos los individuos y la importancia de no perder las grandes ocasiones que se nos presentan en la vida. Su ambig¨¹edad sem¨¢ntica en castellano (¡°haz que pase y no vuelva¡± o ¡°haz que pase de votar¡±) ha provocado burlas significativas, pero es probable que la ambig¨¹edad sea deliberada. En una sociedad mediatizada, en ocasiones, la apuesta es ¡°que hablen de nosotros, aunque sea mal¡±.
El lema Valor seguro del Partido Popular se apropia de una expresi¨®n financiera para seducir a los ciudadanos/ahorradores que est¨¢n considerando votar a otras opciones de derecha y a aquellos que temen la inestabilidad pol¨ªtica y las grandes mutaciones sociales. Une dos conceptos cl¨¢sicos: valor, que, en el imaginario conservador, apela a la tradici¨®n, la familia y la propiedad; y seguridad, que sugiere orden y previsibilidad.
Ciudadanos interpela directamente a Pedro S¨¢nchez en su primer cartel de campa?a desplegado en una avenida de Madrid. Aludiendo a la confesi¨®n de S¨¢nchez en su Manual de resistencia, ¡°mi primera decisi¨®n fue cambiar el colch¨®n de Moncloa¡±, Ciudadanos responde Pedro, nosotros vamos a cambiar Espa?a. El partido de Rivera es uno de los que m¨¢s ha atacado a S¨¢nchez por querer instalarse sine die en La Moncloa. El cartel busca subrayar la presunta frivolidad de un presidente del Gobierno m¨¢s preocupado por su nueva residencia que por su pa¨ªs.
En el lema Ahora m¨¢s que nunca, Unidas Podemos sigue rezumando el ¡°s¨ª, se puede¡± del 15-M, pero incorporando el momentum del 8-M. Insin¨²a una nueva oportunidad para la formaci¨®n y, al mismo tiempo, como en el cuento de Pedro y el lobo, la idea de que, ahora s¨ª, el peligro de que gobierne la ultraderecha es real. El Por Espa?a de Vox lo dice todo y nada: es una llamada transversal a todo aquel que siente Espa?a en su coraz¨®n.
Resulta significativo que, de un tiempo a esta parte, varios partidos hayan incorporado corazones en sus logos. Rojigualda, el semicoraz¨®n del PP; blanco sobre rojo, rojo sobre blanco, el del PSOE; y rojo, morado y verde, el de Unidas-Podemos-Equo. La proliferaci¨®n de corazones en el lenguaje digital ha normalizado este s¨ªmbolo universal del amor que, posiblemente, no hace tanto, hubiera sido considerado cursi o blando en nuestro pa¨ªs. En tiempos de exaltaci¨®n de los afectos a expensas del debate racional, el mensaje inmediato de esta apuesta gr¨¢fica es claro: votemos con el coraz¨®n.
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