Ahora

El periodista polaco Adam Michnick ha dicho que lo peor del comunismo es lo que viene despu¨¦s. No dir¨¦ que lo peor del terrorismo es lo que ha venido luego, pero s¨ª que deja mucho que desear. ETA no asesin¨® porque s¨ª, sino por algo: ahora vivimos en ese ¡°algo¡±, que no es como quisieron los etarras, pero tampoco los que nos enfrentamos a ellos. Por ejemplo, desde hace a?os Covite ha querido poner placas conmemorativas en los lugares donde fueron asesinadas las v¨ªctimas (San Sebasti¨¢n es la ciudad con el r¨¦cord criminal de ETA), pero se lo prohibieron e impidieron: en mi ciudad, un cartel con amenazas de muerte duraba m¨¢s que otro recordando un atentado. Ahora se pondr¨¢n por fin placas en las aceras ensangrentadas, pero tanto a v¨ªctimas del terrorismo como a las de abusos policiales, dando a entender que hemos padecido dos plagas similares, ETA y la Polic¨ªa. No ha contentado esta componenda a EH Bildu, que siempre exhibe sus pergaminos de nobleza etarra: no asisten a la inauguraci¨®n de las placas porque admitir la injusticia del terrorismo les parece tendencioso. En cambio, Arnaldo Otegi proclama que si llega a lehendakari ser¨¢ ¡°justicia po¨¦tica¡±. S¨ª, como los conjuros de las brujas de Macbeth.

Los del PNV no son como los de Bildu, claro: representan la competencia. Pero tambi¨¦n se las arreglan para se?alar a los suyos y a los otros. Hace poco se homenaje¨® en la Diputaci¨®n Foral de Guip¨²zcoa a Ra¨²l Guerra Garrido, autor de novelas imprescindibles sobre la realidad vasca escritas cuando nadie pensaba hacer teleseries sobre el tema. Asisti¨® numerosa la sociedad civil, cargos socialistas y populares, una ministra..., pero ning¨²n preboste nacionalista, ni el alcalde ni el diputado foral. En Euskadi sigue habiendo derecho de admisi¨®n.