El correo del zar
Venezuela no es una democracia, ni Maduro cree en ella, pero su liberaci¨®n por dem¨®cratas como Abrams da mucho miedo aun asumiendo que Dios escribe recto con renglones torcidos
Elliott Abrams es el enviado especial de la Casa Blanca para Venezuela, es decir, el lugarteniente de Trump para los asuntos venezolanos. No es la primera vez que se encarga de llevar la libertad y la democracia a Latinoam¨¦rica. Veamos uno de sus antecedentes. Entre el 10 y el 12 de diciembre de 1981, miles de soldados del Ej¨¦rcito salvadore?o, entrenado por Estados Unidos, lanzaron la llamada Operaci¨®n Rescate en el este de El Salvador contra la guerrilla del Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional.
Durante la ofensiva del Batall¨®n Atlacatl se produjo la matanza de El Mozote, en la cual 986 civiles, la mitad ni?os y ni?as menores de diez a?os, fueron asesinados. Fue la m¨¢s relevante de las carnicer¨ªas centroamericanas, pero no la ¨²nica. Era la pol¨ªtica de tierra arrasada y escuadrones de la muerte de los reg¨ªmenes militares. Aquel horror fue recordado el pasado 13 de febrero en una audiencia del Congreso norteamericano para interpelar a Abrams tras su designaci¨®n, el 25 de enero, como enviado especial del presidente a Venezuela.
En 1982 hab¨ªa testificado ante la Comisi¨®n de Relaciones Exteriores del Senado sobre la pol¨ªtica de EE?UU en El Salvador. Lo hizo como subsecretario de Estado de Derechos Humanos del republicano Ronald Reagan. Entonces rechaz¨® como propaganda comunista un informe sobre las salvajadas de El Mozote. Algunos soldados se jactaron de haber violado a ni?as de 12 a?os antes de asesinarlas en un cerro.
¡°Usted dijo que la pol¨ªtica de EE?UU en El Salvador fue un logro fabuloso. ?Todav¨ªa cree que fue as¨ª?¡±, le interrog¨® en febrero Ilhan Omar, congresista dem¨®crata por Minnesota, de origen somal¨ª y primera musulmana que logra un esca?o en la C¨¢mara de Representantes. Hace 37 a?os, respondi¨® que desde el d¨ªa en que el presidente Jos¨¦ Napole¨®n Duarte fue elegido en una elecci¨®n libre (1984), hasta hoy, El Salvador ha sido una democracia. ¡°Ese es un logro fabuloso¡±. El fant¨¢stico resultado incluy¨® una matanza de la que EE?UU fue corresponsable, acus¨® la parlamentaria. Una imputaci¨®n antipatri¨®tica que Abrams opt¨® por no responder. A continuaci¨®n, Venezuela. ¡°?Apoyar¨ªa a una facci¨®n armada dentro de Venezuela que se involucre en cr¨ªmenes de guerra, de lesa humanidad o genocidio si cree que estaban sirviendo a intereses de EE?UU, como lo hizo en Guatemala, El Salvador y Nicaragua?¡±. Nueva impertinencia antiamericana.
Informes desclasificados demostraron que el subsecretario estaba al tanto de lo sucedido en El Mozote y lo ocult¨® deliberadamente al Senado. Solo en 2012, el presidente de El Salvador Mauricio Funes pidi¨® perd¨®n en nombre del Estado tras una condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Venezuela no es una democracia, ni Maduro cree en ella, pero su liberaci¨®n por dem¨®cratas como Abrams da mucho miedo aun asumiendo que Dios escribe recto con renglones torcidos.
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