Subversivo
Los l¨ªderes d¨¦biles e inseguros suelen ser los m¨¢s agresivos, de modo que si te recomiendan que lleves una pistola en el bolsillo es porque piensan que tienes miedo y en el fondo te est¨¢n llamando cobarde
Cualquier partido pol¨ªtico que llevara hoy en su programa las bienaventuranzas del Serm¨®n de la Monta?a no sacar¨ªa un solo diputado. En aquel mitin el profeta de Nazaret clamaba ante la multitud: bienaventurados los mansos, los misericordiosos, los pac¨ªficos, los limpios de coraz¨®n y los pobres de esp¨ªritu. En el ambiente tabernario de la pol¨ªtica espa?ola estas palabras levantar¨ªan carcajadas, insultos y abucheos contra cualquier candidato de derechas o de izquierdas que las pronunciara. No obstante, estas consignas en apariencia tan blandas sostuvieron el peso de la resistencia pasiva con la que Gandhi consigui¨® derrotar al Imperio Brit¨¢nico. Pese a que hoy en pol¨ªtica se lleva la lengua de navaja, habr¨¢ que recordar que para ser moderado hay que tener mucho coraje, lo mismo que para ser equidistante se necesita ser muy audaz, sentirse muy fuerte y equilibrado por dentro y tener adem¨¢s la piel de elefante para recibir los agravios de ambos bandos. El di¨¢logo es un combate muy duro, pero vivimos tiempos tan deplorables que hoy el di¨¢logo convierte a cualquier pol¨ªtico en un elemento subversivo. Los l¨ªderes d¨¦biles e inseguros suelen ser los m¨¢s agresivos, de modo que si te recomiendan que lleves una pistola en el bolsillo es porque piensan que tienes miedo y en el fondo te est¨¢n llamando cobarde. En pol¨ªtica gritar e insultar al adversario es siempre una forma soterrada de pedir auxilio. Un imperio comienza a decaer cuando levanta muros en lugar de construir puentes. En Creta el legendario rey Minos instaur¨® una paz que dur¨® mil a?os. Ninguna de las ciudades cretenses ten¨ªa murallas. Se sent¨ªan tan seguras que para defenderse les bastaba la potencia de su cultura llevada por sus naves hasta los puertos m¨¢s alejados. Cuidado, pues, con los mansos y con los limpios de coraz¨®n porque hoy la ¨¦tica puede actuar como un violento explosivo.
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