Espa?a, esa gran f¨¢brica de enemigos
Mientras unos creen que es gracioso quemar a Puigdemont otros siguen haciendo escraches al diferente. Todos son intolerantes
En terreno seco cualquier chispa puede desencadenar el desastre y en Espa?a son ya pocas las zonas ign¨ªfugas, a salvo del fuego. Deber¨ªamos tenerlo en cuenta. A algunos se les antoja divertido colgar del cuello a un Puigdemont con lazo amarillo y capa-estelada a modo de superh¨¦roe pat¨¦tico, escoltado por la polic¨ªa, las autoridades, la parafernalia fiestera y los vecinos que r¨ªen de c¨®mo le disparan y destruyen. Ocurri¨® este fin de semana en Coripe (Sevilla), donde a modo de Judas quemaron al molt honorable fugado. Para otros no tiene gracia alguna, sino solo la triste sombra del linchamiento popular, de la Espa?a atrasada y berlanguiana capaz de unirse para se?alar con risotadas al diferente y de enorgullecerse de compartir ignorancia. Somos garrulos, s¨ª, y adem¨¢s lo seremos juntos, sin complejos. Ja, ja, ja.
Pero quienes decidieron y llevaron a cabo la quema del Judas indepe no son humoristas haciendo parodias, sino autoridades de un Ayuntamiento (PSOE) a los que se presupone una cierta capacidad de no contribuir al fuego colectivo. Si piensan que hacen gracia tal vez aciertan, pero tambi¨¦n deber¨ªa llegarles el pensamiento al recoveco cerebral en el que te puedes dar cuenta de que tambi¨¦n est¨¢s fabricando m¨¢s independentistas. M¨¢s distancias. M¨¢s chispas.
En Catalu?a y Euskadi, mientras tanto, tambi¨¦n vemos las radiales funcionando a todo trapo como en Notre Dame, echando chispas que preferir¨ªamos no ver. Los escraches a Rivera en Renter¨ªa y las declaraciones de Andoni Ortuzar (PNV) en las que apunta que, claro, ¡°igual iban buscando que pasase eso¡± siguen pintando el cuadro de intolerancia que nos retrata. En Vic y Torroella de Montgr¨ª hemos visto a los intolerantes increpar a Arrimadas, como en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona les vimos acorralar a ?lvarez de Toledo. Ayer no tardaron, como no pod¨ªa ser de otra manera, en pintarrajear la sede del PSC en venganza por lo ocurrido en Coripe.
Una inteligente pel¨ªcula libanesa, El insulto, nos ense?¨® recientemente el conflicto que puede desencadenarse entre comunidades distintas a partir de un simple incidente. Todos, en Coripe, Vic o Renter¨ªa, deber¨ªan verla. Porque todos, mientras creen dar de comer a los suyos, est¨¢n en realidad fabricando m¨¢s enemigos. Y de eso tenemos ya un gran curr¨ªculo.
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