Cuatro d¨ªas de reflexi¨®n
En la pol¨ªtica espa?ola falta saber formular propuestas, encajar renuncias y mostrar respeto mutuo en las diferencias
A cuatro d¨ªas de las elecciones, se ha escuchado m¨¢s ruido y furia en m¨ªtines, debates y declaraciones que reflexi¨®n sosegada sobre los problemas de fondo que afronta Espa?a. Aunque poco tiempo queda, quiz¨¢s es momento de reflexionar sobre los verdaderos temas que deben inclinar nuestro voto en uno u otro sentido para que se decante por razones de seriedad y rigor m¨¢s que por impulsos emotivos y primarios. ?Cu¨¢les son, a mi parecer, estos problemas de fondo?
En primer lugar, debemos volver a Gobiernos parlamentariamente s¨®lidos, sostenidos por una mayor¨ªa coherente que haya sido capaz de elaborar un programa pol¨ªtico para desarrollar durante toda una legislatura, es decir, cuatro a?os. Lo m¨¢s probable es que ning¨²n partido obtenga la mayor¨ªa absoluta y, por tanto, sea imprescindible proceder a pactos parlamentarios en los que sea m¨¢s importante la coherencia de un programa pol¨ªtico com¨²n que el n¨²mero de diputados.
Estos pactos solo son eficaces entre partidos ideol¨®gicamente pr¨®ximos; lo hemos visto en la moci¨®n de censura de la que result¨® investido Pedro S¨¢nchez: la ilusi¨®n ha durado justo ocho meses, como ya era de prever. La voluntad no lo puede todo en pol¨ªtica si no se combina con la inteligencia. Pero la inestabilidad gubernamental viene de m¨¢s lejos, desde las elecciones de fines de 2015: otros cuatro a?os de Gobiernos d¨¦biles e ineficaces podr¨ªan resultar letales.
En segundo lugar, ?para qu¨¦ se necesitan Gobiernos s¨®lidos y coherentes? Por supuesto, para hacer frente, entre otros varios, a dos graves problemas.
Primero, el econ¨®mico, inescindible del social. ?Queremos seguir remontando la crisis que empez¨® en 2008 y, en cierto sentido, a¨²n no ha terminado e, incluso, empieza a rebrotar, no solo en Espa?a sino en el mundo, con peores perspectivas que hace una d¨¦cada? ?Queremos mantener las instituciones del Estado social (es decir, los niveles de sanidad, seguridad social, ense?anza, pensiones) y reducir la desigualdad que es causa de creciente malestar social? Ambos aspectos, econ¨®mico y social, deben afrontarse con rigor: reducci¨®n de la deuda p¨²blica, reforma del mercado laboral, aumento de la productividad, entre muchos otros. El segundo problema es el de la insurrecci¨®n catalana, pol¨ªtica y civil, que probablemente empeorar¨¢ cuando se pronuncie la sentencia pendiente y requiere, para solucionarlo en lo posible, firmeza en los acuerdos entre partidos constitucionalistas. Todo ello exige un plan global producto de un gran pacto.
Precisamente, esto ¨²ltimo es lo que falta en la pol¨ªtica espa?ola: cultura de pacto. Saber formular propuestas y encajar renuncias, mostrar respeto mutuo en las diferencias, amplias miras en lugar de regate corto. Es decir, falta todo aquello que est¨¢ en la base del parlamentarismo y que ante la fragmentaci¨®n de las C¨¢maras todav¨ªa no se ha entendido.
Francesc de Carreras es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y fundador de Ciudadanos.
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