Oriol Nolis: ¡°En siete d¨ªas cambi¨® mi vida y no escog¨ª nada de lo que ocurri¨®¡±
El presentador del telediario de fin de semana de RTVE nos habla del clima pol¨ªtico, de ser un referente LGTB y de esa semana en la que ocup¨® titulares sin saber c¨®mo ni por qu¨¦
Oriol Nolis (Barcelona, 1978) tiene ese tipo de fama extra?a solo reservada a presentadores del telediario: su rostro es enormemente popular y acompa?a a los espa?oles en las comidas y las cenas, pero muchos no recuerdan exactamente su nombre. Informa de lo que ocurre, pero no sabemos qu¨¦ piensa ¨¦l al respecto. En su papel de presentador de los informativos de fin de semana de RTVE, Nolis resulta como ese primo al que ves a menudo y te cae bien, pero no sabes qu¨¦ pasa por su cabeza.
"[En RTVE] Nos pagan bien. Por lo que me cuentan compa?eros que trabajan en televisiones privadas gozamos de una estabilidad en la televisi¨®n p¨²blica que muchos otros compa?eros no tienen"
"Alguien que est¨¢ presentando telediarios no deber¨ªa estar opinando sobre cosas", cuenta. "Con esto he sido muy escrupuloso durante toda mi carrera". No hay periodistas en su familia (su madre es abogada y su padre ingeniero, industrial), pero creci¨® en una casa llena de peri¨®dicos. Estudi¨® derecho sin tener muy claro lo que quer¨ªa hacer, pero su amor por la radio lo llev¨® a estudiar tambi¨¦n periodismo, y de radios y televisiones locales salt¨® a TVE, primero como reportero y, finalmente, como uno de los rostros m¨¢s populares de sus informativos.
Nolis tambi¨¦n ha probado suerte en el mundo literario: su primera novela, el thriller La extra?a historia de Maurice Lyon (Suma Editorial), recibi¨® buenas cr¨ªticas. "Pero el hecho de estar en televisi¨®n me penaliz¨® en ese sentido, m¨¢s que beneficiarme". Tiene una segunda en mente, pero se lo tomar¨¢ con calma despu¨¦s de emplear cinco a?os en rematar la primera.
?Qu¨¦ papel juegan los informativos en un momento en que la informaci¨®n llega por todos lados y a todas horas?
En la televisi¨®n nos est¨¢ pasando un poco lo que pas¨® hace unos a?os con los peri¨®dicos en papel. Lo que la gente puede leer en ellos hace 15 horas que ha sucedido y ya lo saben. Por eso debemos hacer un esfuerzo por contar las cosas de manera un poco distinta, sin quedarnos con la noticia que el espectador puede conocer por haberla visto en Twitter. Otro asunto pendiente es, en un momento en que la gente joven consume menos televisi¨®n o lo hace de otra manera, adaptar la producci¨®n de informativos a la manera en que se consume ahora: no se sientan a ver el telediario, sino que leen una noticia o ven un v¨ªdeo a trav¨¦s de Twitter. Tenemos que adaptarnos, y en eso estamos.
?Estamos verdaderamente informados por leer los peri¨®dicos o ver la televisi¨®n?
Informaci¨®n hay mucha, datos hay muchos, pero con la informaci¨®n pasa lo mismo que con la dieta: cuanto m¨¢s variada sea mejor. Hay que dedicar tiempo a leer, ver y escuchar un poco de todo. Y hacerse una composici¨®n de lugar de lo que ocurre.
?Hasta qu¨¦ punto es real esta concepci¨®n generalizada de que una televisi¨®n p¨²blica est¨¢ a merced del partido que est¨¢ en el poder?
El mal del que adolece la televisi¨®n p¨²blica es no tener un sistema suficientemente aut¨®nomo de autogobierno. A m¨ª me gustar¨ªa que la televisi¨®n p¨²blica tuviese un sistema de gobierno parecido al de las universidades. Que igual que existe una autonom¨ªa universitaria, existiese una autonom¨ªa de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos. Si a los rectores de las universidades no los escoge el ministro de Educaci¨®n, sino los estudiantes, profesores y trabajadores, me gustar¨ªa que existiese algo parecido para los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos con una financiaci¨®n p¨²blica, pero cuyo gobierno quedase completamente la margen del poder pol¨ªtico. Ese ser¨ªa mi modelo, pero creo que no lo compra nadie.
"Llevaba catorce a?os en pareja y ocho casado. Nunca me hab¨ªa escondido de nada. Soy muy respetuoso con la vida y la libertad de cada uno y entiendo que haya gente que quiera hacerlo p¨²blico y gente que no"
Oriol Nolis, sobre los titulares de 2014 que afirmaban que hab¨ªa "salido del armario"
Y con el modelo que tenemos, ?qui¨¦n ha tratado mejor a la televisi¨®n p¨²blica en Espa?a: la derecha o la izquierda?
Yo creo que tratar bien a la televisi¨®n p¨²blica significa darle autonom¨ªa e independencia para que haga su trabajo. Y para que se equivoque tambi¨¦n desde esa independencia. Creo que en todas las etapas se han hecho cosas bien y cosas mal. Pero para que los errores sean imputables solo a nosotros debemos poder tomar las decisiones nosotros solos, y eso no pasa.
Con los partidos radicales y la ultraderecha, ?qu¨¦ hacemos? ?Hablamos de ellos o callamos?
Hay que hacer dos cosas: una, contar la noticia cuando algo lo es, al margen de si nos gusta o no nos gusta. Pero luego, como televisi¨®n p¨²blica, ejercer la responsabilidad de darle al espectador (no s¨¦ si en un informativo, que tal vez no es el lugar, pero si en un programa de debate o de an¨¢lisis) elementos para contextualizar qu¨¦ es lo que est¨¢ diciendo esa persona y qu¨¦ consecuencias tiene. Eso es responsabilidad de los medios. Pero si una barbaridad es noticia¡ no vamos a dejar de contarla aunque sea una barbaridad.
?No cree que esta campa?a electoral que est¨¢ a punto de terminar ha estado llena de ruido, de asuntos secundarios convertidos en centro del debate?
Est¨¢ llena de ruido la campa?a, pero tambi¨¦n la vida pol¨ªtica en general. Vivimos en un mundo donde es m¨¢s atractivo un tuit o una frase corta y explosiva que otra cosa. Vende mucho m¨¢s decir una barbaridad, una media verdad o un mentira que ofrecer soluciones, llamar a la amabilidad, construir puentes¡ Mucha gente ve el pacto y el acuerdo, incluso con los que piensan distinto, como una debilidad. A m¨ª me emocionar¨ªa m¨¢s ver a Quim Torra con Albert Rivera d¨¢ndose la mano e intentando buscar puntos de acuerdo que no tirarse los trastos a la cabeza todo el d¨ªa.
?Qu¨¦ programas le relaja ver en la televisi¨®n una vez cuelga el traje del informativo?
Reconozco que veo poco la televisi¨®n, y cuando lo hago, intento ver pel¨ªculas antiguas, alguna serie¡ Pero programas, concursos¡ no los veo.
?Qu¨¦ opina de un formato como S¨¢lvame, cuya estructura de confrontaci¨®n se ha contagiado incluso a los debates pol¨ªticos?
Conozco a Jorge Javier y tenemos buena relaci¨®n. Es un animal televisivo y excelente presentador. Parte del ¨¦xito de ese programa reside en su manera de llevarlo. Al programa le reconozco el m¨¦rito de ser capaz de atrapar al espectador con las historias de sus propios personajes. Todos hacemos televisi¨®n para que nos vean, y han encontrado una f¨®rmula para eso. Yo soy partidario de aprender deleitando, que mientras te entretienes est¨¦s aprendiendo. Creo que ese programa cumple una funci¨®n de entretener, pero a m¨ª, particularmente¡, a m¨ª me gusta que despu¨¦s de verlo me quede algo. Eso s¨ª, vuelvo a decir que en la televisi¨®n tiene que haber de todo. S¨¢lvame no me parece malo en s¨ª mismo, me parece malo ver ¨²nicamente S¨¢lvame y nada m¨¢s. Pero como me parecer¨ªa mal ver solo un informativo o pel¨ªculas de los a?os sesenta. La vida es mucho m¨¢s rica.
En 2014 usted mismo se convirti¨® en alguien de quien la gente hablaba m¨¢s all¨¢ de su faceta profesional ("Oriol Nolis, despedido del telediario, encuentra consuelo en su marido", se pudo leer, por ejemplo, en medios de sociedad). ?C¨®mo lo llev¨®?
Fue un poco una tormenta perfecta. En siete d¨ªas cambi¨® mi vida y no escog¨ª nada de lo que ocurri¨®. Hubo un cambio de direcci¨®n, me comunicaron que no contaban conmigo, y el relevo se produjo de un jueves para un viernes, cuando me fui a despedir de mis compa?eros. Se dio la casualidad de que eso se produjo unos d¨ªas despu¨¦s de la consulta del 9-N, que hab¨ªa agitado la vida pol¨ªtica y period¨ªstica en Espa?a, y dos o tres d¨ªas antes de que yo fuese a una gala contra el sida en Barcelona a la que estaba invitado desde hacia meses. Toda esa conjunci¨®n de elementos lleva mucha gente a cuestionarse mi relevo y a creer que hab¨ªa detr¨¢s unos motivos que a m¨ª no me constan. Como yo era catal¨¢n, como luego aparec¨ª con mi novio en una gala¡, se empez¨® a especular sobre cu¨¢l podr¨ªa haber sido el motivo. No lo llev¨¦ ni bien ni mal: las personas que aparecemos en televisi¨®n estamos expuestas a que a veces se hable de nosotros. Yo nunca he tenido problema en hablar de ciertos aspectos de mi vida. Viv¨ª el relevo con tristeza, pero me sorprendi¨® el cari?o de la gente que ve¨ªa el telediario, del que yo ni era consciente. Con eso me qued¨¦.
"Tratar bien a la televisi¨®n p¨²blica significa darle autonom¨ªa e independencia para que haga su trabajo. Y para que se equivoque tambi¨¦n desde esa independencia"
Tras esa gala a la que se refiere aparecieron titulares del tipo: ¡°Oriol Nolis sale del armario¡±. ?Qu¨¦ opina de esa expresi¨®n?
Como nunca he estado en un armario tampoco me di por aludido. Llevaba catorce a?os en pareja y ocho casado. Nunca me hab¨ªa escondido de nada. Soy muy respetuoso con la vida y la libertad de cada uno y entiendo que haya gente que quiera hacerlo p¨²blico y gente que no. Me sorprendi¨® que mucha gente me enviase mensajes que dec¨ªan que todav¨ªa eran necesarios ese tipo de gestos, que contribu¨ªan a normalizar algo que desgraciadamente todav¨ªa no lo es del todo.
Ese debate sobre si las personalidades influyentes y con poder que son LGTBI deben decirlo abiertamente o no es muy interesante. ?Cree usted que tienen una obligaci¨®n moral?
No les dir¨¦ a los dem¨¢s que tienen la obligaci¨®n de hacer nada, pero yo s¨ª la siento. Cuando era peque?o me ense?aron que si uno est¨¢ en una situaci¨®n del privilegio tiene la obligaci¨®n de ayudar a los dem¨¢s en lo que pueda. Si yo tengo la suerte de tener un buen trabajo, una posici¨®n privilegiada por el hecho de trabajar donde trabajo, y puedo contribuir a ayudar por el hecho de ser gay (del mismo modo que los ricos tienen que pagar m¨¢s impuestos para ayudar a los que tienen menos), hay que hacerlo.
?Pagan bien en RTVE, entonces?
[Risas] Da para vivir bien, s¨ª. Nos pagan bien. Por lo que me cuentan compa?eros que trabajan en televisiones privadas, gozamos de una estabilidad en la televisi¨®n p¨²blica que muchos otros compa?eros no tienen. En eso me siento un privilegiado tambi¨¦n.
Nunca se ha pronunciado usted pol¨ªticamente.
Con esto he sido muy escrupuloso durante toda mi carrera. En lo ¨²nico en lo que me he significado es en el tema LGTBI, porque creo que es un tema de derechos humanos. En eso deber¨ªan estar de acuerdo los partidos de todo el arco parlamentario.
?Cree que le afectar¨ªa en su trabajo?
Creo que lo estar¨ªa haciendo mal. Forma parte de ¨¦l mantenerme alejado del ruido pol¨ªtico. Tengo amigos y conocidos no en todos los partidos, pero s¨ª en casi todos. Y puedo decirte que en algunos muy distintos, que van de la izquierda a la derecha.
Quer¨ªa acabar pregunt¨¢ndole por otra presentadora de informativos, que es la Reina. ?Hay alguna sensaci¨®n especial al hablar de ella por tratarse de una excompa?era que se sentaba en los mismos asientos que ustedes?
Quiz¨¢ otros compa?eros s¨ª, pero yo no llegu¨¦ a coincidir con ella. Llevo 15 a?os en la empresa. Cuando estuve en Madrid por primera vez, ella ya no estaba en Torrespa?a. Todos recordamos haberla visto presentando el telediario, pero queda suficientemente lejos como para que, cuando la veamos, pensemos que es la Reina, no una presentadora.
?Cree que es feliz?
Hay decisiones en la vida que tomas t¨² porque tienes una hoja de ruta o una ambici¨®n y hay otras cosas que te ocurren y te sorprenden. En su caso¡ uno se enamora de quien se enamora, y las consecuencias que conllevan no son las mismas. No es lo mismo enamorarte del heredero al trono de Espa?a que de alguien m¨¢s convencional. Imagino que, si ha escogido ese camino, debe de estar feliz con la decisi¨®n que ha tomado.
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