Messi invierte su fortuna en el ladrillo
El delantero argentino del Barcelona es imprevisible en el terreno de juego y previsible fuera de ¨¦l: se refugia en su familia y apuesta por el negocio inmobiliario
Como si su mundo funcionara a partir de un interruptor, Lionel Messi se enciende y se apaga. Lo extraordinario de lo ordinario, lo fascinante de lo corriente, la multitud de la soledad est¨¢ a solo un paso en la vida del 10 azulgrana: el camino entre el Camp Nou y su casa en Castelldefels, donde se refugia junto a su mujer, sus tres hijos y su perro Hulk. Hay una frase que se le qued¨® grababa, casi un leitmotiv: ¡°Detr¨¢s de cada deportista profesional, hay una historia de sacrificio y mucho esfuerzo que nadie conoce. Si quieres triunfar en el f¨²tbol tendr¨¢s que dejar muchas cosas a un lado¡±. As¨ª sucedi¨®. Y lo primero que qued¨® atr¨¢s fue Rosario, una ciudad de la que nunca parece haberse ido.
De hecho, hay quienes piensan en Barcelona que Messi se levanta por la ma?ana en Castelldefels, va a entrenarse a la Ciudad Deportiva Joan Gamper en Sant Joan Desp¨ª y por la noche apoya la cabeza en la almohada de su casa en Rosario. ¡°Lleg¨® aqu¨ª cuando ten¨ªa 12 a?os y contin¨²a siendo un tipo de Rosario. Habla como la gente de all¨ª y hasta se come la letra s. Eso es muy de santafesino¡±, asegura el argentino ?ngel Cappa, exentrenador del Real Madrid. La relaci¨®n entre Messi y Argentina siempre ha sido tormentosa, como si necesitara refrendar su argentinidad en cada comparecencia con la selecci¨®n. Se le ha cuestionado desde que no se sab¨ªa la letra del himno hasta sus ganas de jugar en la albiceleste, despu¨¦s de pasarse m¨¢s horas en el viaje de avi¨®n que en su estancia en Buenos Aires, solo para jugar un amistoso. ¡°No canto el himno a prop¨®sito. No me cambia nada y la boludez no me va. Escucho gente que dice que no siento la camiseta. Da rabia cuando te matan sin saber nada¡±, se defiende el capit¨¢n del Bar?a y la selecci¨®n argentina.
Dejar Rosario fue para Messi el rival m¨¢s dif¨ªcil de regatear. Unos a?os antes de que la familia Messi tomara la decisi¨®n de mudarse a Barcelona, sus padres Jorge y Celia Cuccittini, meditaban la posibilidad de mudarse a Australia. Hab¨ªa que buscarse la vida fuera de una Argentina, en la que ya se ol¨ªa una de las peores crisis econ¨®micas de su historia. Pero en el a?o 2000 apareci¨® el Bar?a y una doble posibilidad de crecimiento: para un canijo Lionel (que ten¨ªa un problema hormonal y el club catal¨¢n le pagar¨ªa su tratamiento) y tambi¨¦n para todos los Messi.
La adaptaci¨®n en Barcelona result¨® compleja y la familia se dividi¨®: Celia regres¨® a Rosario junto al resto de sus hijos (Rodrigo, Mat¨ªas y Sol) y Jorge se qued¨®, junto a Leo, en la capital catalana. El piso de 120 metros cuadrados en el barrio de Les Corts, que pagaba el Bar?a, se llen¨® de dudas y, sobre todo, de silencios entre padre e hijo, dos tipos austeros en palabras. ¡°Lo m¨¢s duro de esos a?os no fueron las medicaciones, sino estar tanto tiempo con la familia separada¡±, recuerda Leo, que se encerraba a llorar en su habitaci¨®n para que su pap¨¢ no se diera cuenta de que extra?aba su casa, en el barrio de Las Heras.
Cuando el calendario del f¨²tbol se lo permite, Messi regresa a Rosario. All¨ª se reencontr¨® con Antonela Roccuzzo, su amor plat¨®nico en la infancia, hoy la madre de sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro. La familia siempre ha ejercido de refugio para el futbolista. Uno de sus primeros tatuajes fue la cara de su madre. Nada extra?o en un tipo criado en Rosario, ciudad argentina con mayor n¨²mero de inmigraci¨®n italiana, sociedad en la que predomina el culto a la mamma, l¨ªder silenciosa de las familias. Cuando naci¨® su primer hijo, se tatu¨® sus manos en la pierna izquierda. Si las ma?anas de Messi est¨¢n hipotecadas en la Ciudad Deportiva del Bar?a, las tardes est¨¢n destinadas a sus hijos. Los pasa a buscar al colegio y dedica largas horas a jugar con ellos, no siempre con el bal¨®n como protagonista.
Busca normalidad en la anormalidad. Si sus goles se pueden rebobinar una y otra vez, su vida no est¨¢ destinada a Hollywood. Imprevisible en el campo, previsible fuera de ¨¦l. En cualquier ciudad deportiva de f¨²tbol de Espa?a, por supuesto tambi¨¦n de Argentina, no es dif¨ªcil encontrarse con un escuadr¨®n de agentes dispuestos a pescar el talento emergente. A Messi no lo convencieron. Apost¨®, de nuevo, por su familia. Su carrera la representa su padre Jorge, antes supervisor en la metal¨²rgica Acindar (una de las empresas m¨¢s importantes de Argentina), hoy presidente de una marca mundial: Leo Messi. El delantero azulgrana figura, seg¨²n la revista Forbes, en el puesto n¨²mero ocho de las celebrities con mayor facturaci¨®n anual en 2018 (111 millones de d¨®lares), segundo si solo se tienen en cuenta a los deportistas. ¡°?Qui¨¦n est¨¢ preparado para todo esto?¡±, afirma Jorge Messi. ¡°Quiz¨¢ nadie lo est¨¢. Yo intent¨¦ ver c¨®mo es que se manejan el resto de los futbolistas. Tampoco es tan dif¨ªcil¡±, a?ade Jorge.
Messi acostumbra a invertir su patrimonio en el negocio inmobiliario, tanto en Espa?a como en Argentina. Interesado en la gastronom¨ªa, el argentino ahora tambi¨¦n apuesta por la hosteler¨ªa. A trav¨¦s de la empresa MiM, el 10 azulgrana adquiri¨® un tercer hotel en Mallorca, despu¨¦s del ¨¦xito que obtuvo con el de Sitges y el de Ibiza.
Tambi¨¦n hay desembolsos importantes de dinero destinados a los m¨¢s necesitados a trav¨¦s de causas sociales y ben¨¦ficas. Desde la Fundaci¨®n Leo Messi, el objetivo es ayudar a los m¨¢s j¨®venes con necesidades. El ¨²ltimo gran proyecto ha sido SJD Pediatric Center de Barcelona, el centro oncol¨®gico m¨¢s grande de Europa con capacidad para atender a 400 ni?os pacientes. Una colaboraci¨®n con el Hospital Sant Joan de D¨¦u a la que le presta especial atenci¨®n el jugador del Barcelona, quien no dud¨® ni un segundo en aceptar su rol como embajador. El 10% del proyecto lo cubri¨® la Fundaci¨®n, contribuyendo con alrededor de 3 millones de euros.
La trascendencia del delantero argentino en el ¨¢mbito comercial y del marketing tambi¨¦n es ¨²nica: Cirque du Soleil acaba de anunciar una show dedicado a su figura, convirti¨¦ndose en el primer deportista de la historia en tener un espect¨¢culo propio realizado y producido por gigante circense. Patrocinado por marcas como Adidas, Gatorade, Pepsi y Lays, entre otras, Messi juega entre goles y ladrillos. Nada extra?o en un tipo que viaja de lo inmortal a lo mortal en un camino en coche de 20 minutos entre el Camp Nou y Castelldefels.
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