Valencia se ti?e de rojo
La victoria indiscutible de los socialistas abre la posibilidad de reeditar el Gobierno del Bot¨¤nic
El triunfo de los socialistas en la Comunidad Valenciana ha sido indiscutible. No hay m¨¢s que mirar el mapa: donde hace cuatro a?os luc¨ªa el color azul del PP, ahora las tres provincias se ti?en con el rojo del PSPV-PSOE. Los socialistas no ganaban desde 1991, cuando presid¨ªa la Generalitat Joan Lerma, padrino pol¨ªtico del actual presidente, Ximo Puig. La euforia desatada la noche electoral en el cuartel del PSOE era comprensible, pero hasta el ¨²ltimo momento no respiraron aliviados. Porque los socialistas, con 27 diputados, necesitan pactar con Comprom¨ªs y Unides Podem para reeditar el Gobierno del Bot¨¤nic, y estas dos formaciones han perdido dos y cinco diputados. De hecho, la suma de los votos de la izquierda (1.290.000) solo ha superado a la del bloque de la derecha por 40.000 votos. En el caso de las elecciones generales, la izquierda valenciana ha perdido en el c¨®mputo global por 3.500 votos.
La decisi¨®n de Puig de adelantar las elecciones auton¨®micas y hacerlas coincidir con las generales ha sido, sin duda, beneficiosa para su partido, pero no para sus socios. No parece que sea un gran obst¨¢culo para revalidar el ¨²nico pacto plausible, el del Bot¨¤nic entre el PSOE, Comprom¨ªs y tambi¨¦n Unides Podem, que ahora quiere entrar en el Gobierno a diferencia de hace cuatro a?os. Falta por ver si el resultado pasar¨¢ factura a las relaciones entre Puig y la vicepresidenta, M¨®nica Oltra, contraria al adelanto electoral. La buena sinton¨ªa entre ambos logr¨® dotar de una gran estabilidad al Gobierno. Y habr¨¢ que ver c¨®mo encaja un tercer actor en el Ejecutivo.
La derecha ha quedado m¨¢s fragmentada que nunca, con dos protagonistas reforzados: el Ciudadanos de Toni Cant¨® ¡ªse queda a 40.000 votos del PP¡ª, y Vox, un partido sin cuadros, pero con af¨¢n de consolidarse. El ¨²nico consuelo para la l¨ªder del PP, Isabel Bonig, es que saca, porcentualmente, m¨¢s apoyos que Pablo Casado en Espa?a y se mantiene como la primera fuerza del bloque de derechas. No es mucho para el partido que gobern¨® durante dos d¨¦cadas en la Comunidad Valenciana con mano de hierro hasta que aflor¨® el ¨®xido de su corrupci¨®n.
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