Silencio y libertad

El a?o 1977 Jorge Sempr¨²n present¨® Autobiograf¨ªa de Federico S¨¢nchez al Premio Planeta de novela y lo gan¨®. He vuelto a tener el libro entre mis manos y desde el primer momento el asombro no me ha abandonado. Seg¨²n se anunciaba en la portada, la primera edici¨®n era de 110.000 ejemplares. Despu¨¦s he sabido que, en sucesivas ediciones, la cifra, por lo menos, dobl¨®. Concluida su lectura ahora, parece imposible.

La historia de Sempr¨²n, Federico S¨¢nchez de ¡°nombre de guerra¡±, como militante del Partido Comunista de Espa?a, no es una historia cualquiera. Transcurre desde mediados de los a?os cincuenta hasta abril de 1964, con algunas incursiones al pasado y otras al tiempo de escribir. Eran los a?os en los que fue miembro de la direcci¨®n del partido y ejerci¨® sus funciones de manera prioritaria en el interior del pa¨ªs. Narra situaciones tan apasionantes como la vida en la clandestinidad y el pulso con el aparato represivo del franquismo, simbolizado por el comisario Conesa, aunque pone especial ¨¦nfasis en cuestiones de inter¨¦s mucho m¨¢s restringido. En efecto, el autor desmenuza las caracter¨ªsticas del comit¨¦ ejecutivo del PCE: sus pol¨ªticas, sus decisiones, sus debates, las grandezas y miserias de sus integrantes, con el trasfondo del estalinismo y el posestalinismo internacionales.

El libro empieza cuando Pasionaria va a tomar la palabra para leer la cuartilla donde puede haber escrito la sentencia de expulsi¨®n del partido para dos de sus dirigentes, Fernando Claud¨ªn y el propio Sempr¨²n, y termina en el momento de leerla y revelar su contenido. Entre estos dos momentos, empleando una espl¨¦ndida t¨¦cnica literaria, Sempr¨²n cuenta su historia sin perder la ocasi¨®n de recrearse en un implacable ajuste de cuentas con Santiago Carrillo, a quien considera principal responsable de aquel desenlace.

Me impresiona que un libro de estas caracter¨ªsticas suscitara el inter¨¦s de tantos lectores, teniendo en cuenta, adem¨¢s, como el autor va recordando, que no se trata de una novela, sino de un relato ver¨ªdico. El tiempo, este tigre que, como escribi¨® Borges en singular, somos y nos devora, har¨ªa harto improbable ahora el ¨¦xito editorial de la autobiograf¨ªa de Federico S¨¢nchez. No obstante, algunas de las verdades que contiene son imperecederas y urge rescatarlas del olvido.

Al saber de la detenci¨®n de S¨¢nchez Montero en 1959, Sempr¨²n y Romero Mar¨ªn optaron por contravenir la norma e ir a dormir en sus casas

En la c¨²spide de la organizaci¨®n del partido que actuaba en Madrid, tres camaradas sab¨ªan en qu¨¦ domicilio dorm¨ªa cada uno de ellos: Sempr¨²n, Romero Mar¨ªn y S¨¢nchez Montero. Las normas de la clandestinidad impon¨ªan que, cuando se produc¨ªa una ca¨ªda, los compa?eros que segu¨ªan en libertad hab¨ªan de abandonar de inmediato los domicilios conocidos por los detenidos que, indefectiblemente, ser¨ªan sometidos a torturas. Al saber de la detenci¨®n de Sim¨®n S¨¢nchez Montero al atardecer del d¨ªa 17 de junio de 1959, Sempr¨²n y Romero Mar¨ªn optaron por contravenir la norma y regresar a dormir en sus casas. ?Por qu¨¦ lo hicieron? ¡°Para estar juntos esta noche de junio¡±, escribe Sempr¨²n, y aclara: ¡°Esta noche en que ha desaparecido Sim¨®n S¨¢nchez Montero, hab¨ªas pensado que, de encontrarte t¨² mismo en la Direcci¨®n General de Seguridad, tu resistencia, tu capacidad de silencio se habr¨ªan multiplicado si hubieses tenido la certeza que los camaradas contaban con tu silencio, que lo daban por descontado¡±.

Poco antes, nos ha dado a conocer lo que ocurre al saber que tus compa?eros se han mantenido en silencio, no te han entregado, y que, por tanto, sigues libre: ¡°Vuelves a reflexionar en lo que es la libertad. Bueno, tu libertad en estas circunstancias concretas. Tu libertad es el silencio de los camaradas detenidos¡±. Y concluye: ¡°Tu libertad depende de los dem¨¢s. Los otros son tu libertad, lo sabes muy bien. Nunca lo olvidar¨¢s¡±.

Entre los m¨²ltiples exponentes posibles del binomio silencio y libertad ser¨ªa dif¨ªcil hallar otro que lo hiciera en m¨¢s alto grado de expresi¨®n. La historia es ejemplar, y quien la cuenta, un maestro. Desde aquella noche de fe terrible y heroica entre compa?eros las circunstancias han cambiado mucho, pero menos de lo que cab¨ªa esperar o de lo que merec¨ªan esperar aquellos hombres y mujeres cuyos ideales los llevaban a jugarse la vida. Ya no se mata atrozmente, pero a¨²n puede mantenerse a un inocente d¨ªas y d¨ªas en ¡°prisi¨®n preventiva¡±, por ejemplo. Todos sabemos que la lista de anomal¨ªas democr¨¢ticas podr¨ªa ser muy larga y que demasiado a menudo el silencio deja la p¨¢gina en blanco. Resulta asombroso, con todo lo vivido, que esto no sea lo peor. Lo peor es que lo an¨®malo sea premiado y coreado.

Llu¨ªs Boada es doctor en Ciencias Econ¨®micas y en Humanidades y autor de La senectud del capitalismo.